Víctor Raúl Haya de la Torre

Repertorio Americano CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 1943 Sábado 13 deſ Febrero Año XXIV. No. 955 Tomo XL No. Contenido: Las cartas: Aprendan Uds. americanos. Mi respuesta a Mr. Beals. Hava de la Torre acusa. Lo que pedimos Los Capitalos de Moaralvo La decadencia europea Tomás Soley Güell Canto a la Argentina Meditación en el vestíbulo Biografía de un corazón Triada. Vacación de un fauno burócrata poesías La lección de don Cleto Andrés Iduarte Brenes Mesén José Maria Zeledón Frco. Villalobos Rojas Ysola Gómez Quino Caso Laporte Soto Roberto Fernández Durán Fabio Baudrit y Fernández Guardia Alfaro Cleto González Víquez Stalingrado Del folklore ataqueño El Clero de entonces Haikais japoneses Noticia de libros.
José Pijoan, Alejandro Alvarado Quirós, Haya de la Torre y Viera Altamirano.
Antonio de Benedictis Ermilo Abreu Gómez Francisco Luarca Blas Prieto Jorge Carrera Andrade Nuestra familia González Los «Capítulos de Montalvo 30 Montalvo, la proporción, el cuida da coronado por el mundo. In palabra semibárbaro analizando, desorbitados, de recién llegados a Sin duda el libro más impor ¡Bonito es el hijo de los Andes tante que en América ha sido espara quedar airoso en lo mismo crito bajo la inspiración de El Por ANDRÉS IDUARTE que salieron por el albañal ingeQuijote, es el de don Juan Monnios como Calderón o Meléndez. Es un recorte. Envío del autor, en Columbia University, Nueva York. talvo. Capítulos que se le olvidaron La naturaleza prodiga al semibára Cervantes. El más importante salva de toda sospecha de querer petuoso émulo y hasta geográfica baro ciertos bienes que al hombre por la categoría del autor así como desafiar al gran ingenio, aclaracio mente reduce su campo. Y, en un en extremo civilizado no da sino por la maestría cor que dió cima nes prudentes y necesarias en tra hombre como Montalvo despreciacon mano escasa. La sensibilidad a su propósito.
tándose de un hombre que estaba dor olímpico del prójimo y amigo es suma de nuestros pueblos jóvePermitió a Montalvo hacer un poseído de un satánico orgullo. El no sólo de la polémica sino de la nes, los cuales, por lo que es imabuen libro, con tema tan difícil y tan osado, su gran conocimiento orgullo satánico no llegó, bien cla disputa y de la pelea no puede ginación, superan a los envejecidos en la ciencia la cultura.
ro está, a estropearle la clara vi esto nacer de simple miedo a la de la literatura clásica española y sión de las cosas.
crítica. En este caso, como en otros El pecho de un bárbaro dotado de su condición de estilista de raza.
Preocupado del cargo que va a La prosa resplandece de oro viejo hacersele, puntualiza que ha escrimuchos, hablaba en plata.
inteligencia inculta, pero fuerte; de sensibilidad tempestuosa, es coCita, además, a los españoles y de oro ruevo, sin que en ningún to un Don Quijote para la Amé. que han fracasado en el intento y mo el océano en cuyas entrañas momento pueda calificársela de rica española, y de ningún modo adelanta, también, otro ataque que se mueven descompasadamente y pastiche. como sí lo merecen se agitan en desorden esos monsotros ensayos de español arcaico in de suposición que nos juzguemos para España; ni somos hombres habría de hacérsele: Lo que no fue dable a los mayores ingenios truos que temen al sol y huyen de tentados en América. Es un tracon autoridad de hacerle tal pre españoles cha de alcanzar un seél, porque su elemento es otro obsbajo en que se aprecia, mucho más sente, a ella dueña del suyo, ese mibárbaro del Nuevo Mundo. curo y frío. las acusaciones de que en cualquiera otro de los de y dos veces más hace sonar la imaginativos, de desordenados do, la vigilancia de sí mismo. No ro siempre con ironía, su alcance.
la cultura, de gentes sin método hay un momento solo en que el siste, pues, en su condición de resy sin sistema, de escritores de muescritor se distraiga ni se deje llecha copa y poca raíz que a mevar por el capricho. El libro, esnudo los españoles lanzaban y lancrito en Ipiales. sin libros, señozan a los hispanoamericanos, y que res míos, sin libros. en la soleno pocas veces han sido repetidas dad del campo, sin biblioteca, sin y adoptadas por algunos hispanoamigos, sin grandes acontecimienamericanos de mentalidad colonial, tos que acapararan la atención del acude el gran escritor ecuatoriano artífice, nace de un conocimiento para explicar y justificar su vaserio y maduro del Quijote, de lierte empresa. Se pone el parche una memoria fabulosa, de una imaantes de que le salga el grano y, ginación amazónica y de una atenpolemista siempre, halla un mérito ción esmerada. Atención; hay que escondidos derechos en el frerepetir esta palabra.
No es una cuente ataque de los profesores y improvisación ni un atrevimiento.
los eruditos de la Península. Se Montalvo, en el errambundo y defiende, se burla y pega en resvoluntarioso ensayo con que prepuesta. Bárbaro, semibárbaro. sentó el libro, se cura en salud en Por eso mismo puedo hacer cuanto a la audacia que significa go dice entre líneas, dice sin deimitar a Cervantes. Proponerse cirlo lo que vosotros no hacéis.
mitar a Cervantes dice iqué No llega, como es natural, a la osadía! Osadía, puede ser, desverhumildad de reconocerse a secas güenza no. aclara que en nindiscípulo y seguidor. Apenas si rogún caso se puede hablar de riza esa virtud cristiana de que cavalidad. y enhebra duros concepreció durante toda su vida y hasta tos sobre Avellanada y establece la el día de su muerte. Ha dicho que diferencia entre la actitud de aquel no pretende ser rival; pero atrevido y la emulación. que es quiere doblegar demasiado el orsu postura. La insistencia con que gullo, y critica en parte a CervanMontalvo explica su propósito lo tes como a igual, y entra a saco y haSe no Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica