250 REPERTORIO AMERICANO EL GREMIO ALMACEN DE ABARROTES AL POR MAYOR SAN JOSE, COSTA RICA у ductores. Es materia que merece separarse del cuerpo de la historia literaria de la nación, por que así lo piden su peculiar carácter y los conoANTONIO URBANO cimientos especiales que se requieren para tratarla bien. Ticknor acumuló curiosos datos bibliográficos, pero le faltó crítica Pellicer en su biblioteca de traductores trató un plan vasto que no acertó a desempeñar. En reducidísima escala, sólo en lo tocante a determinado autor latino (Virgilio) yo tengo en borrador un trabajo análogo. que consiste en un catálogo de TELEFONO 2157 APARTADO 480 todas las traducciones castellanas del poeta.
Lamentable es la incomunicación literaria en que viven los pueblos que componen la familia española. La Peninsula es en este particular, y con razón, menos desfavorecida. De libros españoles se surten en abundancia nuestras librerías; en todas nuestras capitales hallan ellos natural fácil mercado, y muchos escritores peninsulares contemporáneos cuentan numerosos cionase inmediatamente con los espíritus más al regiones. a propósito de Bello ¿qué cosa son apasionados lectores en el pueblo americano. Nues tos del continente. Caro invita a Menéndez y sus opúsculos, que veo citados en varias partes?
tra producción literaria, entre tanto, no se ha re Pelayo a que colabore en la publicación de El ¿Donde cómo se han impreso. Está en ellos gularizado, y nuestros escritores, aún los más disRepertario Colombiano la mejor revista literaria el estudio sobre el poema del Cid?
tinguidos, son poco o nada conocidos en España. hispanoamericana de la época. le ofrece 40 No sabe uno de que asombrarse más. si del Pero aun todavía se conocen y tratan menos, entre duros diez colecciones de ella por sus corres noble candor de don Marcelino, o de la ignoransí, los americanos de estas repúblicas.
pondencias, sabiendo que es muy exigua esa cia en que en España andaba, aún sus más Digo a usted esto. a fin de estimularle a remuneración, le garantiza que si colabora, ello insignes hispanistas, de las labores científico incorporar en esa obra (Traductores. la parte le granjearía a su nombre extensa reputación por literarias de los hispano americanos.
americana, ya que no le es a usted más difícil que estas tierras hispanoamericanas. Además le en Caro satisfizo la curiosidad de su amigo, ena cualquier americano recoger datos para esta par via datos y apuntes para la Bibliografia de Tra viándole sus propios trabajos de crítica de Bello te de nuestra historia literaria.
ductores, autorizándolo para de ellos haga el y de su obra, y con ellos los opúsculos la: Con respeto y discreción echa Caro la simien uso que a bien tenga sin necesidad de mencio Silvas de su maestro.
te. y para que crezca mejor, le sugiere a don narlo.
En julio de 1882, le dice don Marcelino: Marcelino que se ponga en correspondencia con Como Caro Menéndez y Pelayo aunque Cada día siento más la necesidad de conocer Joaquín García Icazbalceta y el obispo Montes con el sombrero en la mano se hablaban de en todos sus pormenores la literatura americana.
de Oca, mexicanos; con José Milla Vidaurre.
señor a señor, éste le responde agradeciéndole Ya, gracias a Dios, terminó la fatigosa labor de guatemalteco; con Cecilio Acosta y Aristides Ro sus consejos, los datos que le envía, y los libres, los Heterodoxos. Ahora nada hago, sino desjas, venezolanos; con Juan León Mera, Pablo y se entusiasmo ante el prospecto de una mayor cansar y leer, y así pasaré algunos meses. Pero Herrera Pedro Fermín Cevallos, ecuatorianos; cooperación entre la intelectualidad española y siempre me bulle en la cabeza el pensamiento con Pedro Paz Soldán y Unanue, peruano; con la americana, en épocas en que no había rela de comenzar a trabajar seria detenidamente Crescendo Errázuris, chileno, y con Vicente Fi cicies diplomáticas entre la Madre y sus hi en la historia de la literatura española. que, tal del López, argentino. Cuántos de estos nombres jas ultramarinas, España y sus antiguas co como la entiendo, debe abarcar, a manera de inveria por primera vez, en 1879, don Marcelino. lonias; acepta la corresponsalía de El Repertorio troducción, la literatura hispano latina y las dos eran todos latinistas, amigos de Caro, y algu Colombiano, y envía, en 1879, su primera cola literaturas semíticas cultivadas en la península nos de mucho saber y gran valor como letrados. borción. Lamentable es dice la incomunicación ibérica antes del nacimiento de las lenguas vulDon Miguel Antonio veía a Hispanoamérica en en que vivimos, y a toda costa es necesario que gares, y luego seguir en su desarrollo a las tres conjunto, y queria que don Marcelino se rela cese. Apenas se ve aqui (España) un libro ame lenguas literarias de la península, así en el munricano, como no sea de los impresos en París. do antiguo como en el cuevo. Quiero hacer ¿Por qué no piensan esas repúblicus en hacer un libro que sea a la vez conciso y nutrido, libro tratados de propiedades literaria en España? To. en que domine el espíritu estético sobre el hisAHORRAR dos ganaríamos mucho en el cambio tórico, y que sin mengua del rigor científico La simiente en buen surco echada por doo pueda ser de general lectura. En la parte es condición sine qua non de Miguel Antonio comenzaba a germinar. Cartas americana cuento desde luego con la colaboravan y vienen entre los dos. Caro sigue envián ción de usted. Es preciso incorporarla de una vez una vida disciplinada donos libros, revistas, apuntes, datos, y sigue es en el cuerpo general de nuestra historia literaria, timulando la curiosidad intelectual del español, y ya Ticknor pensaba en ello, aunque desistió por DISCIPLINA y avivando su patriotismo universalista. En Ju escasez de datos. Los míos van siendo bastantes, lio de 1879, le agradece don Marcelino el envío pero a todo trance necesito completarlos, con es la más firme base del de la Métrica de Bello, desconocida en Espa ayuda de mis amigos americanos, y acudo ante buen érito ña (jaún cuarenta y cuatro años después de todo a usted, de cuya buena amistad tanlis y publicada en Chile. y que a él le parece de tantas pruebas he recibido.
LA SECCION DE AHORROS veras un libro de oro. el envío de los Senti Don Miguel Antonio le contesta, el de mientos espirituales de Sor Francisca de la noviembre de 1882. Me ha llenado de gozo DEL Concepción colombiana, 1671 1742 que Care y entusiasmo la noticia de la obra que le hizo copiar, y que a su amigo le parece libro yecta, y reclamo la gloria de haberle indicado yo de nuestro siglo de oro. le suplica que le envie a usted hace algún tiempo la idea de historia cuantas correcciones y adiciones. se le ocu en un sólo cuerpo la literatura española, perran a su Bibliografia de Traductores, y que ninsular y americand. continúe abriendo a (sus) ojos ese mundo lite El bogotano pasa luego a indicarle y enviarle Tario americano, que es para (los españoles) las guías que han de servirle para entrar cca tierta incógnita. y a su turno le envía a Caro (el más antiguo del país)
luz en el laberinto de la desigual e incohedatos curiosos relacionados con la Eneida de Vir rente producción literaria hispanoamericana: la está a la orden para que Ud. gilio, que el colombiano traducia anotaba cca Reseña de Agüeros y la bibliografía mexicana de sin par maestría.
realice este sano propósito: García Icazbalceta, para lo de México; la Historia Más tarde, en 1881, Menéndez y Pelayo, de la literatura de Vergara y Vergara, para Copersuadido de que la Academia Española debía lombia; para el Ecuador, las de Mera Herrera; AHORRAR publicar las obras de don Andrés Bello, le dice la Historia de la literatura colonial de Medina, al bogotano: Una sola vez y de pasada vi el para Chile; el Diccionario de Mendiburo, para Orlando de Bello, que es desconocido en estas el Perú, etc. Convencido Caro de que en el siglo usted proBanco Anglo Costarricense Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica