REPERTORIO AMERICANO 231 za que La época de la descortesía Hay que destacarla, para borrarla luego; para al poeta la expresión más antipedagógica que que Observemos, de paso, que cortesia es, en el que sea pedestal y no estatua, imagen y no idolo, pa imaginar: el error de Bergson dice Valéry fondo, expresión de caballerosidad. Caballeros instrumento y no dogma. Tomemos un poco to ha sido, quizás, el de creer que los hombres dad compatible con la humildad de la cuna o das las palabras como si fueran nombres propios valían la pena de que uno fuese su amigo.
la pobreza de los medios. recordemos con qué o prcaombres, llamamientos o gestos. La palabra Pero no tomemos sus palabras demasiado en enfática cortesia trataba a todos, aún a los es siempre sacramental, mientras permanece viva, serio: son metafóricas. Recordemos uno de los terarrieros de los caminos y a las mozas de los mientras no ha sido anquilosada.
cetos del Cementerio Marino, que tradujo entre mesones, nuestro gran Don Quijote, prez y de.
chado de la eterna caballeria andante.
Al trasmitir el lenguaje, como al trasmitir la nosotros Olivares Figueroa: Quizás amor o de Decíamos, pues, que la cortesía es, en pu.
ciencia positiva o la técnica, el educador ha de mi mismo odio. Su diente oculto está de mí ridad, el respeto a la persona humana. Si en un jugar a su propia ingenuidad, a recomenzar fic tan cerca que puede convenirle cualquier nommomento de la Historia, como en el presente, la ticiamente, para que el discípulo comience de ve bre! Con lo que volvemos a lo más nuclear de cortesía falta, cabe inducir que ha fallado tam ras; para que no sea lapidado por el peso muer su concepción del lenguaje.
bién el intimo respeto a la persona humana, ese to para él de lo que otros lograron y se le da Ni Bergson ni Valéry han entrado, ni con respeto sagrado a la humanidad en cada hombre, de una yez. Recuerdese lo que ocurría con la Gra viene que entren directamente en la Escuela. Se principio esencial del cristianismo y del libera mática de antaño, terror de los escolares. rían más dañinos allí que Don Quijote y Ham lismo; clave de esta nuestra civilización occi.
La metáfora en la Escuela parece imprescin let. Pero en metáfora vital, deben rodearla. Su dental que ahora está en moda invocar.
dible. Los niños sólo entienden el lenguaje poé ronda inspirará al maestro. Entre los mapas y los ¿Y no es ese precisamente el mal de nuestico. Los niños sólo comprenden las cuatro cues libros las palabras fijas, harán entrar en la estro tiempo? Ya la persona humana, cada perу tiones más permanentes de la Filosofía. Todo lo cuela un aire de viva incertidumbre, más confiada sona por modesta que fuere, no es considerada demás lo dominan como medio o les esclaviza co como un templo inviolable del espíritu. No. Se cuando venga del filósofo, más amarga cuando la maneja, se la deforma, se la emplea, según las mo fin. Es mejor la Filosofía que la Gramáti venga del poeta.
conveniencias de un régimen o los intereses de ca, el amor que la norma, la significación huidi La pedagogía, al borde de la nueva cultura un Estado. Ya no se estima que la persona lleva la claveteada.
que en la crisis actual alborea, encontrará en Berg en sí misma un fin; se la trata coino simple son y en Valéry, en el filósofo y en el poeta, la medio para la consecución de determinadas fi.
Ni Bergson ni Valéry han sido pedagogos lección que comienza en la relatividad del len nalidades técnicas, políticas o económicas.
propiamente dichos. Las brillantes conferencias y guaje y termina en el imperativo de la metáfora: La persona hoy no interesa. Por monstruoso los originales libros del primero, como los ver el arte de no enseñar, enseñando y de no decir, que parezca, y esa es la humana subversión a sos o la prosa del segundo, han sido dedicados a diciendo.
que asistimos, las cosas importan más que las gentes ya educadas, bien o mal. Todavía más: Domingo Casanova personas; las máquinas más que los pensamien.
la muerte el infortunio del filósofo arrancan tos; los medios más que los fines; las realiza.
y Caracas, marzo de 1943.
ciones más que los ideales; la Economía más Miniatura sociológica que la Etica; el hecho más que el Derecho; la eficacia más que la Justicia; el Triunfo más que la bandera; la técnica más que la ciencia pura y el amor a la verdad; el arte industrial más (De El Tiempo. Bogotá, abril de 1937. que la Belleza; la velocidad más que la dirección; la fuerza más que la bondad; la utilidad trascendencia, ni auténtico valor en la vida.
niás que la libertad. Cortesía. Esa palabra dice tan poco! Quienes así pensasen deberían meditar sobre Lo que llamamos cortesía no es más que la Nada más que cortesía?
la significativa coincidencia de que la cortesia flor de ese árbol de la vida cuya última raiz es Pues sí, cortesía. Nada menos que corte desaparezca del mundo contemporáneo al mismo el respeto a la persona humana, Herida la raiz, sía profunda. La cortesía, señor hidalgo. paso y en igual medida en que va desapare.
la flor se seca. Una misma savia espiritual cirDebo, ante todo, explicar que el presente ciendo el sentido ético en la organización de cula por el árbol entero.
artículo me ha sido sugerido por una impresión las sociedades humanas. El mundo se torna desHé ahí por qué los diotadores, que gobiergrata, impresión, recibida al llegar a esta tie cortés al mismo tiempo que se hace amoral.
nan a las personas como cosas, haciéndolas na rra. Al viajero por lo menos, al viajero venido cer y haciéndolas morir para el acrecentamiento ¿Es esto sólo una mera coicidencia? No, de Europa. le llama la atención la exquisita, del poder de su Estado, realizan en sus arengas ciertamente. Hablábamos antes de cortesia caballerosa cortesía de los cclombianos.
y ademanes una política esencialmente descor profunda. Ahondemos, pues, un poco en ese No se vea en esta observación una frívola tés. Sus palabras empiezan por quebarantar la concepto de la cortesía, de la urbanidad.
amabilidad. No El colombiano ilustrado, es por cortesía internacional antes de comprometer la El hombre o cortés o urbano se caracteriza internacional convivencia.
lo común, de una urbanidad delicada. La misen primer término, porque no actúa en selvatico ma gente popular posee cierta finura natural El postrer resultado de esa concepción sollena de simpatía.
egoísmo, como si sólo él habitase en el mundo cial que pasa por encima de la persona humana y el mundo estuviese hecho sólo para él, sino Pero el viajero que recoge esta impresión no puede ser otro que la guerra. La horrible que tiene en cuenta, cuidadosamente, la presen.
grata hace en seguida una reflexión ingrata. Las guerra moderna que no guarda las formas cacia del otro, o de los demás seres humanos en cosas las percibimos siempre por ballerescas de los combates antiguos! Guerra contraste.
las diversas conyunturas de la vida. Procura Darse cuenta de que se penetra en una atmósmucho más odiosa que las de antaño, no porque fera cálida, equivale a percatarse de que se viene entonces no estorbarles, no molestarles. Se es los gases asfixiantes hagan sufrir más que una de otro ambiente más o menos frío. Esa perfuerza, por el contrario, en agradarles, favore. estocada en el pulmón, sino porque no se lucha cerles y servirles.
cepción de la cortesía circulante le revela al de persona a persona y, en el extremo límite de viajero europeo que viene de un mundo más o No hay duda de que esta fina conciencia de la deshumananización y, por tanto, de la bru.
menos descortés.
que los otros existen, están presentes, define a tal descortesía la guerra moderna barre a las Y, en efecto, una de las cosas que se están la persona cortés. Ya John Locke, que en la personas como cosas, a distancia, sin distin.
perdiendo en Europa y que más en peligro esformación del perfecto gentleman anteponia guirlas, sin conocerlas, sin valorarlas, destru.
tán de naufagar en la corriente de la vida actual la urbanidad a la misma instrucción, opinaba yéndolas en masa, mecánicamente es la cortesía. La vida actual se va haciendo que todas nuestras faltas en el trato social proDesde este abismo de horror alcemos los áspera, violenta, apresurada, desconsiderada, vienen de que no nos preocupamos de los de ojos a la luz. No perdamos la confianza en las grosera. Se anda dando pisotones; se avanza a más. o de que nos preocupamos demasiado. fuerzas sanas, juveniles, de nuestro siglo. Tam codazos; ni hay tiempo para el circunloquio, ni En este último caso, nos sentimos cohibidos, tí. bién el impetu de la mocedad puede a veces casi gusto por el coloquio. Cada cual va terri.
midos, torpes.
parecer grosero Cuando hablamos de la virtud blemente solo, en medio de una oscura mucheLa verdadera urbanidad no es, en última de la cortesía no pensamos en las formas socia.
dumbre. El método es la acción directa. Se instancia, otra que el respeto a la persona hules ya gastadas, en los cumplidos hueros; ni manda, se grita, se increpa, se obedece, se ca mana en cada uno de los individuos con quienes en los Manuales de Urbanidad; ni en los seniles lla. Apenas dialogar. Diálogo es cortesía. Es nos relacionamos, Delicado, afectuoso respeto a ceremoniales de la China, o en aquel trato suave, la honda cortesía intelectual de ceder el paso a cada uno de nuestros semejantes. Respeto tam.
blando, reverente, adulador, que es quizás uno las opiniones ajenas y dar complaciente hospi bién a nosotros mismos, a la humanidad en nos.
de los encantos y también uno de los venenos talidad en nuestra conciencia a ideas distintas, otros mismos. El hombre verdaderamente ur.
del Oriente.
extrañas y, acaso, adversas.
bano, bien educado, conserva la corrección de Tal vez, bajo la tremenda crisis de la actual Es posible que haya gentes, empeñadas en sus modales cuando está a solas. No maneja con Europa y del mundo contemporáneo, se está Humanismo Y, natural.
parecer superficiales quizás precisamente fraguando un nuevo menor pulcritud los cubiertos cuando se sienta porque lo son que sostengan que la urbani. solo a la mesa. Lúculo comía en casa de Lúculo. mente, un retorno a la cortesía.
dad es cosa externa, convenciones, sin positiva El caballero come en casa del caballero.
Luis de Zulueta no Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica