314 REPERTORIO AMBRICANO Las ideas de Gorky han sido un reflejo de las ideas de la nación rusa. El que lee a Gorky, con atención, aprende mucho sobre el pueblo ruso.
En la búsqueda de ideas y de verdad, en la siempre creciente fuerza con que se lanza contra el enemigo, el cual, además de haber atropellado su territorio y a su pueblo, atacó a su alma misma, la nación soviética siente que Gorky vive aún, alentándola en la lucha titánica por su libertad y por la justicia.
Destierro (En el Rep. Amer.
Aquí en la noche tropical con los compases lentos de una que otra canción, con niebla de unas copitas, y la brisa que viene del mar; que vió aquel gran insular de Darién, y Pacífico, pues lo llamo; me siento desterrado.
tiguo y Ciana Valdés Roig (Viene de la pág. 132)
blor de tomeguin solitario que hay en ella. To to se desarrollan en todos los sentidos. Asi le do se actúa y se decanta con los años antes de nace ese agudo y tan sensible ensayo sobre Maria sentirse definitivamente sazonada y de comenzar Luisa Milanés y esos Cantos de Cuba, huéspedes a vivir su soledad, soledad que posteriormente de la fuerza pensante, del cielo interior.
disfrazará de compañía.
Realiza la carrera universitaria de Filosofía y Del reflejo de esa mezcla de virginalismo anLetras. Se casa, tiene hijos y concluye instalánde sensiblería nueva y refinada cca una dose en Santiago de Cuba, en donde muy atar cspecie de quejumbre tranquila, dorairosa y tenaz, decido va dando a conocer algunos versos o pre es de lo que está hecha la poesía de Ciana. Las cosenta alguna disertación amable. Apartada de sas cotidianas, sometidas al contacto de su alma cenáculos, libre de la influencia de las peñas lite sentimental y musical, va haciendo el infinito acrarias, contempla a su marido con aire de mimo cesible a su espiritu. En el silencio y en la quiey de resignación: lo mismo que hacen todas las tud hogareña, libre del morbo de una sensualimujeres letradas que tienen maridos circunspecs dad que sólo es literatura. Ciana Valdés Roig, tos y ocupados.
se ha ido depurando el tono lúgubre y si a ratos Evolucionando bien hasta el fin, selecciole asoma una nostalgia profunda, esa nestalna cada vez más, no por épocas sino por valores. gia cede el paso al misticismo y a una risa dichoSu sensibilidad, su juicio, su don de escogimien sa de mujer feliz.
No es que no quiero a Panamá, no es que me siento mal aqui; sólo, me entra nostalgia, me entra una pena profunda al soñar con mi isla boricua con sus playas y con sus palmeras, con la danza y seis bombeao, y del güícharo el ritmo febril. El romance de los viejos la belleza oscura, los ojos negros y llenos de estrellas, la cabellera de seda, el perfume de su cuerpo que es un encanto, su voz tan leve, tan tierna, su caricia suavecita de ángel Se me ahoga, se me pasma el alma.
En el roce de aquel vientecillo por entre el ramaje de palma, y el murmullo de las agüitas del riachuelo afuera, en el canto de grillos e insectos nativos, oigo la voz de Borinquen llamando, llamando al hijo que solo, tan solo y arrojado lejos de la Isla querida, sabiéndola hundida en la miseria; que lejos de la tan querida.
siente el corazón destrozado, llora y gime muy adentro porque al hombre tan sólo le es posible existir sintener a su lado (Envío del autor. Ciudad de Panamá, novicmbre del 43. Mientras canta la vida, donde anidó la vida ¡cómo pasan los viejos!
con todo su embeleso.
Viven mucho y se vuelven Bendecid esas almas, tristes como los duelos, donde es rescoldo el fuego turbios como las nubes, de algún amor pasado, frios como los hielos, de algún ideal inmenso.
serios como las tardes Exclamemos contritos: como las noches tétricos. Cómo pasan los viejos!
Son como las reliquias Algún buen día mueren de los rancios museos; de cansancio y maltrechos, hay que ciudarlos tánto, como mueren los árboles porque son los abuelos.
en los tristen senderos.
Grandes almas dolidas, se los llora entonces pobrecitos enfermos, y se ansalza sus hechos tiemblan de pronto, caen, y en filas apretadas se recogen de nuevo, los siguen los cortejos.
se componen y andan, Pero luego La vida vacilando, unos trechos.
quiere algo más nuevo Bendecid sus cabezas, y anhela desprenderse donde la nieve ha hecho de lo triste y lo añejo.
florecer blancas rosas ¡Juventud, claras risas, de obligado respeto.
todo un mundo moderno!
Bendecid sus palabras ya todos se olvidan que parecen de miedo, de los mustios abuelos.
cuando brotan pausadas ¡Cómo canta la vida!
de sus bocas sin besos. Cómo pasan los viejos!
Bendecid las jorobas de sus marchitos cuerpos, Eduardo Maduro la que tanto anhela y ensueña, la que tanto soño y adoraba, la de tanta y tanta dulzura, y belleza que es indescriptible, la de ojos llenitos de estrellas, de perfume y mirada tan honda, la de los besos la que es el vivir.
II. Cuándo?
Señor. cuándo se acabará esta separación de dos que con cuerpo, alma y ensueños se añoran, se idolatran. Cuándo?
Oh Venus de los amores, diosa sin par, de alma y compasión infinitas. cuándo te rendiremos culto. Cuándo? mares y aires inmensos que entre la mía y yo, sin culpa, se han metido. Cuándo sus espacios francaré. Cuándo. Panamá, de noviembre de 1942 Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica