214 REPERTORIO AMERICANO era muy у con tal que me lo no.
y más desgraciada del mundo. y no he dejao de habían metido un montón de espinas de coquillo la calle. Iba cabizbaja y andaba con lentitud, chanserlo.
y perdí el conocimiento. El diablo se fué con mi cleteando los zapatones regalados contra el piso Pencho tenía cuanta plata le daba la gana. marido con mi Pencho. los tres días supe de encerado del zaguán. Se veía en su cuerpo y en No tenía más que sobar na piedra y ya estaba su mi juicio. Estaba en el Hospital. Me sentía ago su alma la pesantez agobiadora que había dejado bolsa hasta el copete de billetes, de los gruesos. mizando sólo porque el buen padre capuchino el recuerdo de una aventura que la hizo desgraLas mujeres lo perseguían a montones y hacía llegó a exorciarme, es por lo que estoy contán ciada para el resto de sus años.
cada chispero onde bailaban chingos en pelota y dole el cuento. Supe que me habían encontrado Quedé confundido viéndola marchar y percorría el guaro por el suelo, que hasta olor a azu en los caños de la Pitahaya, medio muerta. diendo la seguridad de mis actos, estuvo en mi fre quemao salía de allí Aquello era el mismitico Mama Popocha guardó silencio. La respiración mente la idea, por breves instantes, de que yo infierno salido a flor de tierra.
fuerte alterada; le temblaban las car había martirizado a un sapo para arrebatarle su Yo me quedaba en la casa, llorando, pasando ries y los ojillos lloriqueones le bailaban una dan talismán y lo guardaba avaramente, para frotarlo hambres curándome chichotas; maldiciendo la za desasosegada, de espanto. Pasados unos segunу y pedirle al demonio que me concediera riquezas hora en que le ayude a conseguir la malditísima dos, fué serenándose levemente y me miró muy que no me había ganado honradamente, con la piedra de sapo. Bien me lo había ganao! Pen a lo hondo, como queriendo entrar de golpe en mi bendición del Cielo. Válgame el Señor. Qué cho volvía de las juergas hasta la cacha de guaro alma; mietitras tiraba una punta de la toallilla horrible sensación se había apoderado de mi ser. y lo primero que hacía era agarrarme de las me sobre el hombro, se incorporaba y se disponía a ¿Estoy ambicionando en realidad acumular tesochas y barrer con mis güesos la casa. Qué idiota partir, dijo sus últimas palabras: ros. No estoy contento con la riqueza de mi esfui oyendo a aquella bruja del diablo y poniendo Cosme.
ya sabés lo que le pasó a un hom píritu? El cuento de mama Popocha me ha hecho en práctica sus malignos consejos!
bre ambicioso que hizo pactos con el diablo para dudar hasta de mí mismo. Pero no. No! Ya la Una noche llegaron a avisarme que Pencho tener dinero y gozar de esta cochina vida a su vieja ha traspasado los umbrales de la puerta caantojo. No sólo él fué desgraciado. también lo llejera; ya no la veo, se ha ido lejos estaba tan borracho, acostao en la playa del estero, mi alma que no podía moverse y ya la marea estaba su soy yo de refilón. pero no quiero que otros va se está serenando; empiezo a sentir de nuevo horbiendo damente amenazaba tragárselo entero. Nadie se yan a serlo, estando en mis manos evitarlo. Es y a ver con lucidez. soy un hombre dila atrevía a tocarlo porque el cuento de sus pactos promesa que le hice a mi Virgencita del Mar, choso!
con el diablo se había regao por todo el puerto.
saque de las llamas del Infier. NO TENGO PIEDRA DE SAPO!
Yo sentí caridad en mi corazón ofendido malR. Jiménez Inició la marcha hacia la puerta de salida a Costa Rica, julio de 1943.
tratado y sin ponerme a pensar, me fui a buscarlo. Tantos años de vivir juntos no se olvidan en un segundo. Pobre hombre! Pensando que tal vez Influencia del clima tropical de Costa Rica un paseo en bote por el estero le quitaba la juma, alquilé a un cholo el suyo y como pude, lo meti en las cardiopatías y me fui remando aguas adentro. Se acercaban las doce. Me daba lástima verlo alli tirao, sin Por el Dr. García Carrillo sentido y no valiendo nada, él, que fué el orgu(De Archivos Latinoamericanos de Cardiologia y llo mío, por lo valiente, tranquilo y sin vicios.
Hematologia. Tomo XII, Núm. y México, Diciembre 1942. Viéndolo así, me pensé que tal vez no se daría cuenta de lo que le hiciera y se me vino una gran Los problemas que atañen a la repartición geo distancia máxima que separa las costas es apenas idea. Dejé los temos a un lado; me le acerqué muy de 275 kilómetros, siendo la mínima de 115 kilo suavecito, lo sacudí y viendo que no se meneaba, gráfica de las enfermedades. lo mismo que a la influencia climática en las diversas regiones del metros. La dirección general de las montañas es le esculqué las bolsas. senti que la maldita piedra daba vueltas entre mis dedos y se me zafaba; la Globo, es un asunto que, aunque conocido desde de noroeste a sureste. Dos ríos caudalosos delilos albores de la Medicina, ha recibido un nuevo nean un valle central o meseta que da albergue persegui. iy la apañé! Me quemó las manos coimpulso en los últimos años (1. Sin embargo, la mayoría de la población, pues su clima es más mo una brasa, como sal en llaga. me dió mucho miedo y la tiré al agua!
la mayoría de los médicos no poseen nociones exac apropiado para el desarrollo de las actividades hutas de climatopatología, y muy a menudo se guían manas. Con estos datos podemos ensayar de caúnicamente por el decir popular. La falta de in racterizar el clima en relación con la temperatur ¡Ave María Purisísima. Al caer, se levantó terés de los gobiernos por dotar a los países de del aire, la presión barométrica, la evaporación, un fogonazo enceguecedor y después una pilastra estaciones meteorológicas convenientemente dis la insolación, la humedad, la nubosidad, el viento, de humo que casi tocaba las nubes. Me quede sin puestas y con el instrumental apropiado, ha retar la lluvia.
ver nadita unos segundos; cuando la vista me voldado grandemente la difusión exacta de conocivió, en la otra punta del bote estaba sentado un gi mientos. Temperatura del aire. Cálida las gantón como de tres metros de alto; colorao, meUna revisión de la literatura sobre enfermedacomo corresponde a la latitud, es sin embargo redio chingo en pelota, con las orejas en punta co des del corazón en relación con el clima, refleja, frescada por brisas marinas, por lo demás, ma!
mo hojas de níspero y los ojos chispeantes. Me estudiadas. Aumenta en ias zonas bajas, en las en la mayoría de los autores, conceptos anticuamiraba muerto de risa, una risa de a cuarta. dos sobre la influencia del clima tropical en estos cuales influencia marítima es reducida echaba un alor a azufre que no me dejaba res padecimientos. Hemos creído que las siguientes mienza a disminuir con la altura. El bloque terripirar. era el mismísimo diablo! En medio de las líneas escritas, teniendo en mira únicamente el torial, por las razones expuestas, no está sujeto a risotadas empezó a hablar: clima de Costa Rica, pueden ser útiles como base las variaciones bruscas de temperatura de las re Gracias, comadrita; muchas gracias, mama para futuros trabajos más completos. La literatura giones más alejadas del Ecuador y más propia Popocha. Todavía no ha vencido el plazo, pero pertinente es muy reducida (2, mente continentales.
ya que echaste la piedra al mar. todo ha termi Estando el territorio de Costa Rica sometido Presión barométrica. Si bien la presión dis nado para tu marido. Me lo voy a llevar ensegui a tres factores geográficos que influyen poderosa minuye con la altura, permanece muy estable deda. Hace dias le alisté un buen lugar en mis do mente en la climatología, es necesario considerar bido a la ausencia del régimen perturbador de las minios. se reia, el bandido! En aquel trance los primero. Nos referimos a la latitud, a la a! masas continentales.
tan espantoso me acordé de la Virgencita del titud a los océanos.
Mar y quise rezarle una oración para ahuyentar Costa Rica se encuentra muy cerca del Ecua Evaporación, insolacion, humedad. Son tres lo; pero también estaba yo en poder del demo dor geográfico, siendo la situación de la capital, factores en los cuales la latitud aporta una nota nio; la memoria se me hizo un chilate que ocupa aproximadamente el centro del país, de exceso. Se ha dicho con razón que un sol tronada se me ocurrió! El demonio me leía el pen diez grados de latitud norte, más o menos. Por lo pical es siempre un sol tropical. La altura in samiento y me lo enredaba. Me desesperé y sin tanto, debe considerarse como país de la zona in fluye poco en apariencia, aunque no hay cifras saber cómo, eché garra a un remo y revolié en ter tropical Si bien las regiones bajas están cons precisas.
el aire, lo dejé ir sobre la cabeza del Malo con tituídas sobre todo por sabanas o selva virgen, miras de rajársela en dos. pero el remo se hizo Nubosidad. Generalmente el cielo aparepronto comienzan las estribaciones montañosas, ce claro en la mañana, pero la excesiva evapora cenizas en cuanto le tocó. Entonces me le bote que llegan hasta unos tres mil ochocientos meencima con ánimos de retorcerle el pescuezo. El ción pronto forma nubarrones.
tros en su mayor altura. Una cordillera divide al tre el suelo caluroso las no hizo lo más mínimo pa contenerme: estiró un capas atmosféricas su país en dos vertientes que bañan el mar Caribe dedo y me señaló el cuello; yo sentí que se me al Este el océano Pacífico al Oeste, pero Viento. Los cambios de masa de aire en. en costas, y coу iy nada. Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica