REPERTORIO AMERICANO 249 у у le coinspiración y elaboraban en gran parte gracias les compremos sus vinos y sus aceitunas. 0)
al acicate amoroso de su estímulo.
Por su parte, Caro, al darles respuesta punLa correspondencia entre Caro Cuervo tual a todas sus cartas, trata siempre de dirigir primera parte del Epistolario, páginas a 178animar a Cuervo, pidiéndole que se apresure comienza cuando éste sale de Bogotá (1878) y lentamente en sus estudios, que abandone los que termina poco antes de morir Caro (1909. cuan no se relacionen directamente con la filologia, do le envió el pésame por la muerte de doña y animándole a que se concentre por entero en el Ana Narváez, esposa de Caro y encanto fuer Diccionario esa obra en que, por ser de usza de su vida. Son setenta y ocho cartas, sencillas, cariñosas, delicadas, y llenas de interés histed, me gozo tanto o más que si fuese gloria mía. como penas comunicadas son alitórico, aunque no fueron escritas para la hisviadas. don Miguel Antono le da cuenta de toria. En las suyas, don Rufino le da cuenta a sus achaques de saiud reuinarism. zumbidos de su amigo de sus viajes y observaciones; del desoído mal estado de la vista; le dice (en 1879)
concierto que experimenta ante la inmensidad de cosas que quisiera estudiar en Europa, sin tener que tiene ya en su despacho una máquina de escribir, invento útil curioso que todavía no tiempo para ello; de su vida privada y sus achaques de salud, minada por el reumatismo; de sus podía manejar con perfección y que le va a dificultades desilusiones; de los temores que servir de mucho al aliviar su miopía; y en 1892 abriga en cuanto a la publicación de las Muesle manifiesta que fué elegido Vicepresidente de tras de su Diccionario, pues ha comprendido que Colombia, Encargado del Poder Ejecutivo, la Es wa imprudencia echar uno al público de su cosa más contraria a (su) carácter y a (sus) hápueblo esas hojas. que todos quieren juzgar, bitos. Pero Dios lo quiso y El dará fuerzas.
dicen mil sandeces los que no entienden, que Lo que más se nota en las cartas de Caro a son los más. le manifiesta que un representante Cuervo es su invencible deseo de ayudarle en de la editorial parisiense de Garnier Hnos. ha todo lo relacionado con el Diccionario: le anuntenido el atrevimiento de amenazarlo con publicia que de la primera Muestra vendió él, Caro, car. sin el permiso debido, una edición del pridiez ejemplares a los letrados de Bogotá, que por Rufino José Cuervo mer tomo del Diccionario porque no había con su esfuerzo la asamblea del Departamento de vención ninguna sobre propiedad literaria. le cita Cundinamarca reconoció su alto valor científico yas en momentos en que se hallaba éste prepacartas que ha recibido de Morel Fatio de y votó una suma para compra oficial de cinrando una bibliografía crítica de traductores casGastón Paris, que admiran su obra, y otra de cuenta ejemplares; le envía datos, comentarios, tellanos de poetas griegos y latinos. Así comen Forster en que lo anima a que sea para España voces de estímulo y de aplauso, Metido en el zó la correspondencia epistolar entre los dos polo que Litré ha sido para Francia. y agitado mar de la política colombiana de enton lígrafos cuya amistad habia de ser tan fecunda menta el hecho de que en la Península excep ces, Caro le dice a su amigo que persevere en y duradera, como era de esperarse en dos espíción hecha de Menéndez y Pelayo la gente sus labores, ya que, en estas materias filoló ritus gemelos y dignos uno del otro selalado Conletrada no sabe apreciar lo que vale el Diccio gicas, como en todo, es preciso que usted crezca tiene esta parte del Epistolario sólo treinta ocho nario de Construcción y Régimen. Además, y yo mengüe. 2) para gloria de Colombia. cartas de las muchas que se escribieron, y que Cuervo le contesta las consultas técnicas a su Así era la amistad que unía a don Miguel comenzaron con el Muy señor mío de mi maamigo, y le envía libros y copias de libros que le Antonio y don Rufino José.
yor respeto. para terminar con el Carísimo permiten perfeccionar la versión de la Eneida y amigo. en un admirable crescendo de mutua los estudios de crítica, de erudición y de polé Caro y Menéndez Pelayo estimacićo, cariño y respeto.
mica que preparaba. como Caro le enviara En la primera carta de don Marcelino para a don Rufino José los manuscritos de sus obras, Al conocerse en los cenáculos literarios de don Miguel Antonio 27 de julio de 1878 le para que los hiciese publicar en Europa, Cuervo Bogotá allá por el año de 1877 los primeros dice que ha leído sus poesías, que lo confirman le manifiesta que hará todo lo posible porque trabajos de Menéndez y Pelayo, le escribió don en la idea de que Caro era versificador cláse impriman en París, aunque los libreros de Miguel Antonio Caro a su amigo madrileño, don sico, delicado poeta y conocedor insigne de nuesalla son rapaces, y los editores Garnier, Roca Manuel Tamayo Baus, preguntándole quién tra lengua castellana; le manifiesta su simpa y Bouret creen hacerles un honor a los auto era, y éste respondió: tía, y al darle cuenta de la Bibliografia Crítica res hispanoamericanos al publicarles sus obras. Don Marcelino Menéndez y Pelayo es un de Traductores que venía preparando desde si éstos pagan la impresión y les ceden a aquéverdadero portento. Tendrá ahora veinte dos hace tiempo. le hace una feliz confesión, tan años llos la propiedad literaria que puedan explotar y acaso no haya habido nunca hombre de honrada como lisonjera y fructuosa: Me lia perpetuidad. con todo, a esos editores va tanto saber. Escribe en latín y en griego como sonjeo con la esperanza de que usted me codon Rufino, porque es sabido, por más que en su propia lengua, y no hay libro antiguo ni municará algunos nuevos datos sobre intérpretes duela confesarlo, que el público de nosotros los moderno que no conozca y del cual no pueda hispanoamericanos de clásicos griegos y latinos.
decir de memoria páginas enteras. Es poeta, his Ya sabe usted el aislamiento literario en que americanos está en América y no en España haspor más que los españoles nos hagan mil carantoriador, crítico, teólogo, filósofo, etc. los vein ta ahora (y por desgracia) hemos vivido los estoñas, encaminadas más que a otra cosa, a que tiún años ganó por oposición una cátedra de la pañoles de uno y otro hemisferio.
Universidad de Madrid.
Esta carta es importantísima en la historia ¡Qué gusto debió de experimentar don Militeraria de España y de Ainética, y mucho más guel Antonio al leer esta carta y ver, en el arlo es la respuesta que a ella dió don Miguel dido paladin peninsular, un joven alter ego ca Antonio el de diciembre de 1878, por sus paz de continuar, abrillantar y universalizar la consecuencias, como puede verse en los párrafos obra que él mismo realizaba y quería realizar, en significativos que citaremos gustosísimos. Le dice toda su amplitud, en la remota y andina Bogodon Miguel Antonio: ta. Cuando en la Revista Europea vi los últimos No perdió tiempo don Miguel Antonio. Le escribió al joven sa tanderino que era artículos de la erudita meditada obra de usted, Horacio en España y Portugal sentí mucho que años menos que él y le envió algunas obras suusted por falta de datos no se extendiese la (1) Parece que no han cambiado las cosas. Si esto América Española, cuya storia literaria e parte lo decía Guervo en 1890. gosotros diremos ahora: en integramente de la de España. Entonces envié 1939 Primer año de la Victoria les ofrecimos a a usted unas muestras de algumas publicaciones García Rico y Cía. libreros de Madrid, nuestra Anto.
Imías, como para despertar su curiosidad, y estilogia de liricos colombianos, con la esperanza de que se mularla a ensanchar el campo de sus investigavendiesen en España siquiera unos dos ejemplares, y nos España moderna sólo le ciones. Sobremanera me complace ver cómo coninteresaban la economía y la sociología. que no la poe cuerdan mis aficiones con las de usted. Siempre sía, y mucho menos la de América. Para la muestra he deseado que persona competente emprendiese puntualmente la obra que usted me anuncia que Menéndez Pelayo (2) Aquí todos los subrayados son nuestros está ordenando una bibliografia crítica de tratrece contestaron que no, y que a basta un botón. Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica