REPERTORIO AMERICANO 197 croscopios, es el ser maligno de donde procede la tras actividades, dominamos el tiempo, podemos Versos inéditos dolencia. Sin haberlo fijado ni descubierto la estrechar las distancias, pero todas estas dádiva ciencia, parece estar en capacidad de suponer que de la ciencia no son gratuitas: de un lado la (Del próximo libro Sin Literatura. Envio del autor. e! bicho invisible perece al recibir las emana víctimas son numerosas, de otro, los gobiernos se nace poeta en un ritmo interno, ciones de los rayos ultravioletas.
que parecen olvidar como las ideas nuevas, los con una ondulación de Poesía, Hasta ayer no más la física y la química re progresos materiales cobran sus gabelas en vidas con la música extraña de los versos conocían la perennidad de los llamados elemeny en incomodidades se ocupan a su turno en rey con la vibración de la Harmonia!
tos. No hay duda ya de que unos se transforman dactar nuevos reglamentos encaminados con gran Se nace generoso, desprendido, en otros y de las consecuencias que eso pueda lujo de palabras a evitar ufanamente lo inevitase nace con la lumbre del Ideal.
traer nos damos cuenta recordando los sueños de ble. como la heroína de uno de sus poetas favo luego el alma se orienta y en la Vida los alquimistas y de los magos de la edad media.
ritos.
siente que le brota como un haz La ciencia tuvo para nuestros padres a más En verdad, los pronósticos desolados del ex de esplendores mirificos. Dichoso de las fascinaciones a que siempre ha dado naci presidente republicano de España tienen base no quien tuvo esa gracia singular, miento, el atractivo insuperable de que sus ade sólo en el resentimiento, en el justificado, sino y más dichoso quien se da a los hombres lantos traían consigo para el hombre un aumento en la misma naturaleza del progreso.
como la mitra en el Altar necesario de libertad. Con ella se acrecen nuesB. Sanín Cano. porque viviendo más para los otros fácilmente a sí mismo se hallará!
Puertas (Para La Nación de Buenos Aires. Es una copia; atención de la autora. Alabanza al Señor por esa gracia y que nos dé más fuerza para dar!
y que nos dé más numen en la Vida y más impulso generoso y más de lo que está carente el mundo: de fe, de amor, de caridad!
Rogelio Sotela.
Costa Rica, enero, 1943.
Entre los gestos del mundo yo recibí el de las puertas.
En la luz me las he visto o selladas o entreabiertas y volviendo şus espaldas del color de la vulpeja. Por qué fué que las hicimos para ser sus prisioneras y por qué a su leñador lo matan sus hayas muertas?
y las puertas de los hombres selladas como cisternas.
Por no voltear en la mano sus llaves de anguilas muertas y no oírles más el crótalo siguiéndole la carrera, Del gran fruto de la casa son la cáscara avarienta.
El fuego amigo que gozan a la ruta no lo prestan, y a su dicha no convidan como la granada abierta: Sibilas llenas de polvo, nunca mozas, nacidas viejas!
Voy a cruzar sin gemido la última vez por ellas y a alejarme tan gloriosa como la esclava liberta detrás del cardumen vivo de mis muertos que me llevan.
No estarán allá rayados por cubo y cubo de puertas ni ofendidos por dos muros como el herido en sus vendas.
Parecen tristes moluscos sin marea y sin arenas.
Parecen, en lo ceñudo, la nube de la tormenta. las sayas verticales de la Muerte se asemejan y yo las abro y las paso como la caña que tiembla.
Vendrán a mi sin embozo, oreados de luz eterna.
Cantaremos a mitad de los cielos y la tierra.
Con el canto apasionado heriremos puerta y puerta, y saldrán de ellos los hombres como niños que despiertan al oír que se descuajan y que van cayendo muertas.
Gabriela Mistral.
Petrópolis. Brasil, Jalio de 1943. No! dicen a las mañanas aunque las bañen, las tiernas.
Dicen no! al viento marino que en su frente palmotea y al olor de pinos nuevos que se viene por la Sierra. lo mismo que Casandra, no salvan aunque bien sepan, porque también mi destino, él pasó por esas puertas.
Oración la memoria del poeta Rogelio Sotela (En el Rep. Amer. Señor: Recibelo en iu gracia; otorgale el descanso apetecido: él es como una alondro que busca entre la selva el tibio nido Decir adiós, como la noche, cuando el amor aún sueña en la ventana, cuando otro día es promesa de paz y de concuando la lira es de oro suelo, y brilla bajo el sol: embajador del cielo!
Decir adiós, oh! poeta, en medio de los de úno, a quienes tanto ha amado: esos que forman ese mundo propio que adora el corazón; decir adiós en esa forma, amigo, no es morir; es prolongar la vida en el misterio, es como un bello dialogar con la vida y con la muerte, en suprema unidad y en un plano inmortal; es columbrar la gloria en facetas de luz, en cambiantes colores, en ritmos singulares; es gozar la poesía de la muerte, callada, misteriosa como una bella amada que avanza en la penumbra y nos otorga el beso supremo del Destino.
Morir en esa forma oh poeta!
no es colocar por cierto, el punto final al poema majestuoso de una vida: es poner unos puntos suspensivos que indican que las horas, para el poeta inmortal, son campanadas lentas que se suman a las notas aurorales del ritmo de otra vida. Salas Pérez.
San José, Costa Rica, 13 julio de 1943.
UNUI Rogelio Sotela Cuando golpeo me turban igual que la vez primera.
El seco dintel da luces como la espada despierta y sus batientes resbalan en escapadas gacelas.
Entro como quien levanta paño de cara encubierta, sin saber lo que me tiene mi casa de angosta almendra y sin saber si me espera mi salvación o mi pérdida. Ya quiero irme y perder el sobrehaz de la Tierra, el horizonte que acaba como un ciervo, de tristeza, Esta es la columna miliaria del Rep. Amer. En ella inscribimos los nombres de los suscritores que por años de años, hasta el final de sus días, le dieron su apoyo. Ricos de espírita fueron Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica