Democracy

REPERTORIO AMERICANO 297 Diego de Rivera (En el Rep. Amer. un eru a En el Colegio Nacional de México, ante un selecto y nutrido auditorio integrado por personalidades de la pluma ellos y ellas de la lira, del pincel, de iniciados y estudiosos, Diego de Rivera da sus conferencias todos los miércoles sobre el Arte en América. El formidable pintor mexicano nos invitó para que escuchásemos sus pláticas. acudimos con puntuali dad. Las más de las veces, sentado a una mesa colocada al fondo de una sala blanca, expresa sus conocimientos estéticos, bistóricos, filosóficos. interroga o alude a los asistentes, de tarde en tarde. Diego de Rivera es dito. habla con profundidad. Enplea menudo la ironía, y no la anatolfrancesca, por cierto. Es de una burla áspera, que desgarra. Por qué alancea con frecuencia, por qué esa su actitud combativa? El gran azteca es un luchador: los incomprensivos le niegan, le bieren a la sordina, hacen reparos fútiles a su escuela pictórica. Mas eso no pasará porque es inevitable la hostilidad de ley, cuando se alcanDiego de Rivera za la gloria. El no es indiferente ni espectivo Gusta de la polémica y de los bríos de la batalla. Está en la barricada, de pie, abogando por aflora a las almas. Se le acusa de que su faena paces de estrangular leones. Su cabeza no es lo el evangelio de su pintura. Evangelio? Sí: su alienta el izquierdismo. Sin embargo, nosotros suficientemente grande para la corpulencia de arte evoca la redención de los oprimidos, pre vemos en el solamente al defensor del minero: su cuerpo. Musculoso, sanguíneo, dilatada la senta al descubierto las injusticias sociales y al que clama sin tregua por la bienadanza de cavidad del pecho. Su cabellera peinada hacia proyecta con líneas firmes la ruta de bien de la gente de sarape y huaraches; al que pide pa atrás, presenta una frente muy espaciosa, lisociedades y pueblos. Hay en su obra una conra el trabajador buen pan y mejor libro; al geramente combada. El cuello taurino. Le plajunción soberana de belleza e inteligencia: su que quiere para los pobres del globo, tremoroso cen las camisas a rayas. Ojo pequeño y almenpuño lleno de magia realza sus figuras con de infinito y de Dios, más justicia y más ca drado: de mirada penetrante. Nariz regular; una anatomía de maravilla y estampa en ellas ridad El pintor Diego de Rivera es el hom boca ancha. Al reír muestra una dentadura una interpretación edificante. Así, para nuesbre frente al Hombre. Ahonda sus problemas. firme pero no rigurosamente apretada. me.
tro temperamento, los cuadros murales de la los encara; y el matiz que usa para sus cua nudo asoma su sonrisa, después de derribar con antañona capilla de la Escuela Nacional de dros es el gris de la arcilla, el amarillo que su palabra varón de antorcha y de piqueta a Agricultura de Chapingo: están animados de crepita en el taller, el azul de las venas re los enervados de corazón. Habla blindado de fuerza, de colorido, de visión, de misión. Diego saltadas en el brazo que golpea en el yunque: sinceridad, escudado de sabiduría, potente de de Rivera traslada a la tela auténticas inquietu Yel rojo que llevaban en su estandarte, a son de convicción. Presto de continuo para el combades democráticas, propósitos de libertad; pone gloria, Hidalgo y Morelos.
te, este Coupolicán de la pintura americana, su pincel al servicio de la Humanidad. Moder Pensamos con Varona que el artista no vive su vida de trabajo, hacia el porvenir que niza sus motivos con personajes, con problecrea para transmitir su pasión, para buscar no le escatima sus gracias, llenando su esmas dominantes. Es un convencido de la emotros adoradores de su ideal; produce para píritu de color y de música música de selva presa que le toca realizar en la redondez de la sus semejantes y necesita que sus concepcio primitiva y color de tierra indígena para tierra, al pintor de empeño y de ensueño. Con nes se aquilaten, se embellezcan y aun se perpetuar con estremecimientos de pinceles, Bartolomé de las Casas, con Montalvo, consatransformen, reflejándose y refractándose en pinceles de la Raza. las incitaciones expregra sus más nobles devociones al indio, cuya millares de corazones y de conciencias. sivas de América, que serán definitivas en la riqueza espiritual es esperanza del mundo. No De Rivera toca ya los cincuenta y cinco afirmación de nuestra Historia!
vive cnrocado: menos, en morosidad ursina.
años. Su talla, procerosa. Gordo y un poco Carlos Jinecta.
Por el contrario, está atento a todas las voces cargado de espaldas. Sus brazos fornidos son ca(UTéxico. octubre de 1943)
justas, recoge las vibraciones y dueño de sí, siembra en su surco de colorista simientes de Wendell Willkie verdad, con fervor único. Sus cuadros, más que una época, sintetizan la Hora de un pue(En el Rep. Amer. blo. Diego de Rivera es el representativo de Candidato a la presidencia de los Estados siglos. Es evidente que toda guerra parte una cultura. Es, si se quiere, el Walt Whitman Unidos de Norte América, en las elecciones de una injusticia, de un desequilibrio. Es evide una nueva orientación artística. Pero su sen. anteriores. Actualmente colabora con el Go dente que la moral internacional, ha andado sibilidad no le invita a forjar filigranas en ho bierno que preside Mr. Rooseveltmuy mal en América, en Europa, en Asia; y jas de oro ni orfebrerías en botones de marfil.
Fué enviado primeramente a Europa adonde en Africa y en Oceanía o sea en el mundo: Recordemos que con frecuencia abandona cl se entrevistó con eminentes personalidades, y Hemos predicado la Igualdad y hemos vivido taller, el caballete y todo, iy sube al andamio! trajo a su país una impresión completa de la las desigualdades; hemos predicado la demoTrabaja a golpes de sol, a impetus de idea. Su guerra que se desarrolla aún, la que contribuyó cracia, y hemos vivido el reino de la Fuerza. escenerio se extiende al viento, entre lluvia y a que dicha nación se preocupara activamente hemos predicado las libertades y hemos conotrueno, en sucesión de perspectivas. En sus de la defensa del continente americano, y las cido las dictaduras.
producciones impera pensamiento, sudor y san naciones caidas de Europa, que luchan por las gre de la Raza. Sobre la majestad de color y el libertades y democracia perdidas.
Los pueblos han sentido el hambre, los goritmo plástico, sobre las figuras en racimo que Ha vuelto de nuevo de su segundo viaje, biernos el desequilibrio económico; y la guerra representan una congoja popular o más extenso que el anterior, pues recorrió, Rues la organización de la muerte. Este fracaso piración de alto sentido humano, se adivina el sia, la China; parte del Africa, de Europa, la de los Estadistas debe hacerlos pensar serelente de un aire de tempestad. Se envanecen India, etc. etc. el 26 de octubre del coriamente para organizar el mundo de nuevo, bastante de protesta sus cuadros, de rebeldía rriente año radió una conferencia, que es para bajo la égida de la Justicia, del equilibrio, de la aleccionadora. Hay en ellos mucha luz; tam el que esto escribe la nota más culminante de Razón: libertades efectivas, democracia verbién, mucha lágrima. todo es estupendo por Moral Política en esta guerra.
No deben dadera uniones, alianzas, federaciones, confela intención creadora; por los toques de in ser olvidadas sus ideas. ni tiradas al canasto deraciones; lucha de todas las naciones colamensidad, por los desbordes de conciencia que del vacío infinito, para que las destruyan los borando en conjunto por el engrandecimiento una as Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica