284 REPERTORIO AMERICANO motriz, que se mide en caballos de dinamici social del Midas cargado de oro; la exacerba y en el cual reaparecen, dentro de un panoradad. Los llamados en Europa Capitanes de in ción mecánica de ciertos países industriales en ma poco ambicioso, los modos estéticos del inidustria se consideran en Erewhon como ejem los que se provocan crisis de trabajo que dejan ciador.
plares de mil, dos mil etc. caballos de fuerza. El desocupados de a 10 millones de hombres; Ahora asoma el tiempo nuevo, estamos con maquinismo es demostración de superhombría, la vulgaridad de los estudios, el escaso apego los nuevos. En 1910 se presenta Joaquín Edwards de humanidad futura. Pero la Humanidad su al servicio comunal; el abandono culpable de Bello. El inútil es su obra augural; luego aparece cumbirá indefectiblemente si el maquinismo con las lacras sociales, las enfermedades incurables El Monstruo. Con un estilo de repórter acarrea tinúa su escala de perfectibidad supliendo al y los vesánicos; la hipocresía y maquiavelismo una observativa de primera mano, de mucho rehombre. La máquina desaloja del trabajo al mercantil que arrastran a las juventudes a de lieve, y el pueblo circundante toma su parte en obrero. Una máquina realiza el trabajo de cien rroteros sin rumbo; la desocupación de acti la escena libresca. Digalo sinó La Cuna de Eso doscientos hombres. Esto se resta a la socie vidades; los graves errores de las vocaciones meraldo. Todo este esfuerza de actualizadad, que de seguir así verá en el porvenir ma equivocadas que engendran la inadaptación en ción nacionalista culmina en El Roto y La Chica quinizada la vida a tal grado que las fábricas masa; la crueldad excesiva para los animales del Crillón, piezas robustas y trabajadas sobre serán gobernadas por simples ingenieros, los y las plantas: la tolerancia dolorosa de calami la entraña de lo santiaguino popular no así El campos rcturados, sembrados cosechados por dades colectivas en beneficio de los intereses Chileno en Madrid y Criollos en París que son puras máquinas y el hombre obrero, campe privados. Un mundo moral completo, palpita la pintura de los nativos fuera de la tierra.
sino desaparecerá absorbido por la simplici con negros caracteres en esta ficción, enguir. Aquí se ven las raíces de lo que esbozó Blest dad utilitaria del artefacto mécanico. Por eso naldado para ahuyentar su hedor, con los oroen Erewhon no se permiten máquinas, por conGana en sus Transplantados. De nuevo la conspeles de una farsa sutil, sembrada die risas, pitarxte. siderar que la mejor de todas es el cuerpo hu cardías y sarcasmos. Las viejas utopías clási mana, maravilla en su circulación, en su red De este modo de coincidir son ejemplares cas de Moro, Bacon, Campanella, Hobbes, etc. nerviosa, en sus aparatos ópticos y auditivos, el robinsonismo naturista de metodistas, puri da en páginas de interpretación de la clase media: también Augusto Halmar (Juana Lucero abunen su reproducción.
tanos, marmones etc. están refundidos con El viajero alucinado se ausenta del paraíso gracia inimitable de ese Erewhon de Samuel barrio borroso que nos recuerda otros barrios, erewhoniano en un globo que lo conduce al Butler, cuya lectura, rebosante de vigor, ju tipos que ya hemos conocido. y Eduardo Bamundo habitual. Acaba el ensueño con el ma ventud y eterna frescura cautiva el ánimo y rrios. Un perdido. farragosa historia de esa trimonio del Robinson y Arowhena, una linda hace pensar. Acierto el poner en nuestros días misma clase, aunque tolerable por su prosa de mujer de aquel país mágico, y un viaje especvuelo voluta. Otro autor de un solo libro, este libro en manos de todos. Los políticos, los tacular a Londres. Hasta aquí la ficción, satu pensadores, los médicas, los negociantes tienen Luis Rodríguez Gamboa, en Los Sueños se disipan, rada de ironía, burlas, escepticismos y humor. su parte en el espejo ustorio del libro abierto.
relata la vida de una casa de huéspedes en Santiago El regocijado aliento de Swift y Rabelais des Bajo las burlas pugna por una humanidad mey Juanario Espinoza. La Vida Humilde) el drama fila por estas páginas. El propio Mark Twain jor, lejos de lenidades, disimulos, perversión, de los pequeños empleados de Correos. Así hicieno las soñó mejores. Pero ¿es todo simple co libertinaje, lacras y puritanismo maquavélico.
ron Alberto Romero (La Tragedia de Miguel mentario caricaturesco en esta obra? No. Hay Ojalá pronto se complete la novela con su se Orozco. Memorias de un Amargado, Soliloquios que penetrar en su fondo para extraer la esen gunda parte, Nueva Visita a Erewhon, que con de un Hombre Extraviado La Viuda del Concia valiosa de su escéptica pintura. La diatriba solida la doctrina. Atinado tributo de devoción ventillo, La Mala Estrella de Perucho Gonzácontra el ocio, la enseñanza empírica. la mate a Samuel Butler, desempolvando del olvido in lez. y Rafael Maluenda con Venido a Menos.
rialidad, el falso sentido del honor y el deber justificado, este regalado fruto de su numen que Para completar este parte de presuroso atisbo en social; el abuso vicioso del sofisma, la mala con el Ex voto y la Vida y Costumbre comple.
torno a la novelistica chilena, anotemos a Joconformación del matrimonio, el abandono cul mentan las preocupaciones especulativas del tavé con su Diablo Fuerte, a Pedro Prado con pable de los hijos; el achaque a éstos, ino gran humorista inglés.
Un Juez Rural y Mariano Latorre, el de On centes, de las culpas atávicas; la Justicia arbiPanta, paisajista, casi único en este corro de estraria; la estimación del dinero y el justiprecio México setiembre de 1943 critores fatigados sobre su ciudad.
No hablamos de calco; son épocas; son puntos de referencia, lejanos entre sí, más la traza, Vigencia de Blest Gana el pergeño siempre igual. El hombre no se modiPor Enrique Labrador Ruiz.
fica; su escenerio tampoco. Resulta extraño. En el Rep. Amer. La novela chilena nace con Blest Gana, pero Contrariamente a su curiosa geografia, a esa ¿se podría decir que ha dejado de ser Blest Gana Moisés Vargas, con Lances de Nochebuena conen todo su órbita. ni porque se muestre como en loca geografía de que habla Subercaseaux el firmará la naciente tradición. Es por el año de el caso de Marta Brunet (Montaña Adentro, paisaje literario de Chile no ofrece grandes con1866.
Bestia Dañina) o en el de Lautaro Yankas (La trastes, ni aun siquiera en su territorio poético, Hasta fin de siglo no se nota el género ligeMujer de Laja y Flor Lumao) en busca de una tan munificentemente dotaldo. Chile es hoy ramente modificado (tendencia zolesca. Sálo particular tendencia? Libros parecidos a éstos, por hoy, el país de América más rico en poesía, que también ello viene a robustecer, paradójicapor su impulso de renovación, podría decirse los pero entre sí todos los poetas están relacio mente, el espíritu de conformidad creativa en de Juan Marin. Paralelo 53 Sur) y Gente en nados de algún modo; mantienen una constante, su parte formal. Luis Orrego Luco lanza En la Isla, de Rubén Azócar. Radicalmente los únicos la misma se observa por el tiempo en el cual sus Familia y prolonga en Un Idilio Nuevo. muque se apartan de esa influencia vienen a ser Carvoices eran pobres y desvalidas. Tal estado de chos de los tópicos ya usados por el maestro los Sepúlveda Leyton (La Fábrica, Hijuana, Casecreta unidad se hace ostensible mayormente Gana. Las huellas están intactas y a poco que marada. María Luisa Bombal (Ultima Niebla, en la novelística, lo que viene a ser el tema de hurguemos también se encontrarán en Casa La Amortajada) o aquellos que han hecho como esta breve nota.
Grande, su mejor creación. Por otro lado se Salvador Reyes (El Café del Puerto, Piel NocLa novela chilena nace con Alberto Blest alza Emilio Rodrígcez Mendoza, historiando un turna) y Manuel Rojas (Lanchas en la Bahía)
Gana. En 1860 aparece su primer libro: La tiempo esfumado de la ciudad en Santa Colonia; la pintura del Valparaiso marinero. Es justo que Aritmética en el Amor. Qué es ello? Una vi trayendo a primeros planos problemas del vivir coloquemos aquí una obra de Edwards Bello, sión de la ciudad de Santiago, de la sociedad de la urbe, en Vida Nueva y Cuesta Arriba. Lo Valparaíso, Ciudad del Viento hermoso diario santiaguina, lánguida pero con frescura. y ne más característico siempre será el fondo urbano; de un escritor ante el espectáculo febril de un cesariamente numerosa y realista. Esta pintura y variantes más o menos, los asuntos desenvuelpuerto.
encuentra su par, andando los días, en El Huer tos, con tipos de entidad relativa, en un firma Muchos nombres ilustres he olvidado (Victor fano, de Daniel Barros Grez. El procedimiento imento monótono.
Domingo Silva, Pablo Neruda, Pezoa Velis, otros balzaciano es de rigor, las semejanzas abundan. Cierta adolescencia espiritual parece hallarse bajo. pero ellos no fueron sino cultivadores espoBlest Gana dará otras obras: Los Transplanta este curioso estatismo, o una pereza no coherente rádicos del género. Entre los profesionales. Antodos, El Ideal de un Calavera y especialmente con la dirvamia de la tierra. darnos la razón se nio Acevedo Hernández, el de Raza Fuerte.
Durante la Reconquista; Barros Grez, alguna acerca ahora Fernando Santiván con El Crisol, De todos modos el asunto es el mismo: la vigencia pieza satírica, Pipiolos y Pelucones o folklórica, quien no desmiente a sus predecesores ni ahi, ni de Blest Gana queda en pie.
Las Aventuras de Cuatro Remos. La fórmula del en Ansia ni en La Hechizada. Mucho menos lo Me gustaría que no les desagradase este pacostumbrismo queda establecida; en adelante no hace el último del grupo, Joaquín Díaz Garcés, habrá deseos de salirse de estos cánones. Después, autor de La Voz del Torrente, su único libro, La Habana Sep. 1943.
recer. Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica