REPERTORIO AMERICANO 245 Sala de retratos Jesús Zavala (Ensio del Autor. México, agosto 1943)
presta ni lenta.
a AiXFNCE Jesús Zavala es feo. Moreno y feo. Parece impregnándolos de serenidad y de vejez remozada.
la cara de un indio inmovilizado en una esta. No ha sido extraño Zavala a la crítica. Su tua. Si le viéramos vestido a la usanza antigua ponderado espíritu le ha permitido acercarse a y fuera de mayor estatura, se le podría tomar por la razón de la vida y de sus causas, sin miedo a uno de los Indios Verdes redivivos.
deformarlas por la pasión ni por el encono. Los Es, pues, pequeño de cuerpo. Anda un poco partidos literarios no tuercen sus disciplinas. Con a lo marinero; como si estuviera sorteando, sobre esta templanza ha podido producir sesudos tracubierta, los vaivenes de su barco. Viste de modo bajos de crítica. Uno de estos se refiere a Rubén desaliñado sin dejar de tener un no se qué de dis Darío. No se trata de un estudio sobre las tinción. Elegancia que le viene de la sencillez particularidades del modernismo. Abarca más bien india que hereda. Habla con voz apagada, ni la génesis de la escuela, tanto en lo literario como en lo social. Otro de sus estudios apenas si Nos conocimos recién llegados a este polvoso empieza a ser conocido. Se refiere a la vida Valle. El venía de San Luis y yo de Yucatán.
la obra de Manuel José Othón, su ilustre paisael traía, entre las manos, no sé cuántas cuarno. En este ensayo Zavala pone a contribución tillas emborronadas de lindos versos, mitad roun caudal de noticias allegadas después de pamánticos y mitad modernistas. Había una tercientes e inteligentes rebuscas. La vida y la obra cera mitad de versos clásicos. Las sombras de del gran poeta aparecen en las páginas de ZaDario de Othón se proyectaban sobre ellos sin vala recreadas con entendimiento y savia creadoque se borrara del todo la dulce y sobria emoción ra. Cuando este estudio pueda ser leído completo Jesús Zavala que emanaba el alma del recién llegado. Yo habrá de ser considerado. nadie lo ponga e dutraía más esperanzas que recuerdos. Llegué a Méda. como una de las mejores aportaciones clási no sé cuantos legajos. Llega a un rincón del xico con la facha de un exilado: alpargatas cacas de la crítica mexicana. Tupi. Viene fatigado de su última clase en la talanas y boina vasca. Desde aquel entonces fuimos Prepa. Junto a una mesa le espero. Hoy viene de buen talante. Sin querer caemos en recuerdos.
amigos, muy amigos. En los días ya lejanos de nuestra casi penúltima juventud nos reuníamos El evoca su San Luis, yo mi Yucatán. De con frecuencia, junto a otros escritores de aquel bre Zavala. Nos puede sorprender en esta tarea, Pero ya no es posible seguir escribiendo so pronto una mujer, junto a nosotros, tercia y nos dice: entonces. Este que tiene la más compleja idea de lo deben que Le vemos acercarse. Trae un abrigo negro que. Cuando regresen de la provincia me avisan.
ser las noches del sábado, se llama José de Núñez y Domínguez. Era el hercasi arrastra y que el viento levanta como si fueSi los hombres fueran tan fieles a sus mujeres mano mayor. como mayor nos regañaba cada ra ala de murciélago. Camina poco encorvacomo lo sou a sus tierras, el mundo caminaría mejor.
vez que quería y el humor se lo aconsejaba. Este. do. Lleva bajo el brazo no sé cuantos libros y Ermilo Abreu Gómez otro atrabiliario que gustaba decir tremendas blasfemias en la soledad de las calles nocturnas, es Martin Gómez Palacio. Este otro que lo mismo poesías de Jesús Zavala escribe, pinta, toca o esculpe, es Rafael de Vera (En el Rep. Amer. y Córdova Carballo y Portugal.
OFERTORIO de mi huerto interior laurel y rosa corto para el corpiño de tus virgenes la Ciudad de las Camelias en cuyos sueños el amor se posa.
En días de descanso que por cierto no eran los más del año nos veíamos, por las noches, en el Café Inglés. ya desaparecido. Allí se trenPorque en tu dulce claridad axhalas todo el perfume de la primavera zaban las más sabrosas charlas. Toreros, cómicos y al infinito azul tiendes las alas; VIT LA DE LA PAZ y pelotaris. en abigarrada reunión, alternaban con escritores, poetas y periodistas de toda catadura.
Por algún tiempo se añadían a la reunión alguporque en la entraña de tu sementera De palomas bandada blanquecina áureas mieses picando en abundancia, nas de las gentes que hoy andan desperdigadas fluye la sangre de tus ilusiones que asciende por los troncos vocinglera, curvan cuellos de nítida elegancia, por este o por el otro mundo. Aquí está Aresmaltando quebradas de colina.
mando Morales Puente maestro en narraciones vernáculas. Allí el tremendo Eduardo Macedo y en cada flor, en cada fruto o rama se concentra la música de un verso, Oh Pus. Oh tierna Pas! En tus veneros y Arbeu. Allá el viejo Bernáldez. Más cerca, dispersa en los celajes del diorama; fluyen ríos de plata que atesora mezcla de bohemio y mosquetero, el corbatón la diamantina aurora Menéndez, porque en la suavidad de tu sonrisa y afanosos extraen los mineros, Este Jesús Zavala es un hombre original. se despliega el carmín de las auroras Su vida responde a su esfuerzo. No ha pertene y en prisma de cristal tiembla y se irisa; Nadie sabe por qué la tierra Hora.
cido nunca a camarillas ni a cenáculos. Su culHay un vuelo de luz en los senderos.
tura, bien digerida y mejor dirigida, corresponde porque bajo el dosel de tus nogales a su tiempo y a las aspiraciones de su sensibi se desliza el raudal de tu ternura lidad. Cuando está de vena, como quien no quiereflejando la luz de sus cristales, IN HOC SIGNO.
re la cosa, espeta una conferencia sobre los orígenes del modernismo, sobre la naturaleza social y en campos de esmeralda de zafiro del romanticismo o sobre la transformación del se yergue la corona pensativa naturalismo francés. Su poesía la ha regado por de tus montañas: ideal suspiro; Tranguilamente vas por el sendero revistas y diarios. Es ya justo que la reúna y, se tranquilamente, silenciosamenteleccionada, la ofrezca al público para solaz de porque en tu frente soñadora luce En tus ojos de pájaro señero propios y extraños. Tiene su poesía un acento de lirio gentil de singular blancura se arrebujan los oros de tu mente.
melancolía muy propio de la provincia, y un que ensueños teje y sencillez trasluce, dejo filosófico, reflejo de los desengaños que la En tu noble sayal de carpintero vida arrastra. Una rara templanza los informa y y anhelando incrustarse en los arcanos. cadencioso y transparenteenaltece. veces la técnica de González Mar las torres insaciables de tus templos y so el ala del rústico sombrero, tínez se detiene sobre las líneas de sus versos, con uncioso ademán alzan las manos, se reflejan las luces del poniente. un Mártir y azul Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica