Hitler

60 REPERTORIO AMERICANO. La pasión del relato, la veracidad del conProemio de Eduardo Barrios. 1942.
tenido y el aliento patético de una tragedia colec Ya en la literatura costarricense. este libro tan lleno de gentes menudas, de tiva sin paralelo, están plasmados con mano maes Alfredo Saborio Montenegro: La Virgen de almas limpias y espontáneas verdades. Sabor de tra y dan singular valor a esta obra: España los Angeles (Auto místico) y Juan Santamaría sal provinciana y sal de afancia. Niños y pueblos.
desgarrada. Drama heroico. Dos albores Todo contado alegre y estremecida.
Pere Foix: Catalunya, simbol de llibertat. En un tomo, editado en la Imprenta Na mente. por una ternura de talento.
México, 1942. Es el número de la Bi cional. San José, Costa Rica. 1942.
Con el autor: Liceo de Concepción, Chile.
blioteca Catalana. Aquest llibre ha estat escrit pensant en Atención del autor: les lluites pretérites y a la memoria dels milers Atención del autor: Vicente Gerbasi, en la Dirección de Cultura, de catalans asassinas por la barbárie franquista. Eduardo Montes: Fruta de Tala. Monte. Ministerio de Educación Nacional, Caracas, Ve.
video. nezuela: Creación y Sín:bolo. Ediciones Viernes.
Un libro que horra al pensamiento cien. Album de cuadros nativos, hechos a bro Caracas. 1942 tífico costarricense: chazos rápidos, de reflejos vividos por el autor. He querido publicarlas (estas páginas) porBiologia Hematológica elemental compara contemplando la naturaleza uruguaya. que en ellas expreso algo de la reacción sensible da, Por Picado y Trejos San José, que he experimentado ante tres poetas y porque Costa Rica, 1942.
cncierran algo de mi credo poético. Atención de la Secretaria de la Universidad Atención del autor: Antonio Zamorano Baier: Los poetas estudiados: Luis Fernando Alvarez, de Costa Rica.
Gente menuda.
Humberto Díaz Casanueva y Otto Sola.
Versos de León Gruszko (En el Rep. Amer. Dios, estoy ante ti. En tu tierra, Dios.
Hitler ordenó el exterminio de los Israelitas en los paises por él ocupados.
En tu tierra, Dios, hay hombres muy viles.
Hombres que disparan dardos de escondrijos.
Hombres que con brillo de espada rien, y con el sonido de cascabel en la voz (De los periódicos. Por el sendero pasa un hombre, y dice Adiós; por el sendero pasa un hombre, y piensa una maldición en el cielo azul sonríe el sol: Dios mío, qué hipócritas que son.
Un brazo potente que selvas golpee de las mil fauces el tósigo exprima.
María de Isaacs, doncella hermosa, de honda tristeza forjé un collar, y el amor su sangre no tocó en mieses.
Quiero para América mujeres robustas, de caderas anchas y senos redondos.
Quiero para América mujeres fecundas, con vientres hermosos, de vidas tesoro.
Quiero para América hijos, muchos hijos que a la vida canten.
Que sean cual águilas con frente erguida rozando el cielo.
América, América, tierra de esperanzas, te quiero, te adoro.
Dios, estoy ante ti, y no sé qué decirte.
No debo llorar más; es que quiero pensar. cuando mi cerebro la desgracia percibe, en llaga se convierte ni herido corazón; y se enturbia la luz de mis ojos que, ayer, a la vida cantaban, a los cielos azules.
Hoy mirar no me atrevo a los hombres que pasan.
Es más altivo hoy el último gusano, que en tu tierra se arrastra, que mi humano yo.
La raquítica hierba, la zar za hiriente fea, las sombras de la noche y el hueso en el sepulcro, hoy me humillan, porque en tu mundo, oh Dios, ellos más que yo valen. Es un judío, dicen; y rien los señores, se estremecen los niños.
Judio, todos dicen. Judio, todos ríen.
Que ironía la tuya; dices, Dios, que es tu imagen, la que los hombres llevan en sus frentes con sangre. Quién podría entenderte, a tus hombres, la vida, nuestro destino cruel, y esta risa de hienas?
Yo sé, nadie me escucha; no conmueven a nadie mis heridas sin fin. Como de Job leproso, hoy, todos de mí huyen, hoy solo estoy, muy solo.
Pudo más la locura que tu verbo, que en venas mías cual antorcha arde. En repetir tu ley Israel persistía. hoy, después de años tantos, el gusano lo roe, a tu hijo, el predilecto.
Dics mío, qué ironía. De vergüenza me muero.
Alegrías morenas La voz de la vida.
Anoche, con voz de mujeres, vino baile la gran alegría me habló.
Ch, cómo pulsaban las mil venas, cuando las merenas ei ritmo quebraban La sangre, caballo rolloso, ágil galopaba, galopaba.
La alegría en tibias olas curvas extrañas pintaba; en corcel de trote loco cabalgaba, cabalgaba.
Anoche, con voz de mujeres, vino baile la gran alegria me habló.
La voz de la vida que es mía y tuya siento en el calor de tus regazos, amada mia.
La voz del dolor que es nuestro y del mundo, hoy, en tus regazos escucho atento. Qué noche. Amado, eres río de bondas penas.
Oh, cómo te inquietas mi niño grande.
Caricias de Dios en mis dedos tengo, para las arrugas son de tu frente; y un vientre fecundo, campo de rosas, para ti, mi niño grande.
En América pienso Como suciedad que invade una fuente, en mis venas siento una repugnancia.
Como una culebra se aitastra oscura y llena mi sér de una pena enorme.
Dejos de España sufrida en esta tierra de sol.
Fatalismo de los hombres de bronce al Nuevo Mundo entristece. Cierra esta ventani, amada.
Hay mares de sangre afuera Cierra, mujer, cierra todo.
Mujeres con vientres yermos y frentes sin luz; consumidas en el pecado.
Ruínas de vidas que eran de Dios. Qué noche. Qué noche! cuando a la hora azul, el sol asomo a mis vidrios el cielo era como nuaca de alegre, mis ojos abri honda repugnancia en mi sangre senti.
Vates de América joven la muerte acarician, cantan.
Obsesión que es un pecado. ofensa a la vida, a Dios. un Whitmann quisiera para el mundo de los Andes.
Una fuerte voz de un hombre gigante que la languidez de esta tierra extirpe. Cómo está raído tu manto; no te cuidas nunca, muchacho.
Mañana habrá sol en el jardín; la primera pera que madure para ti será, mi niño grande.
Duerme, amado, duerme que ya está rojo el cielo.
LEON GRUSZKO Costa Rica. 1942. Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica