296 REPERTORIO AMBRICANO Froylán Turcios (En el Rep. Amer. la tragedia.
Sus anécdotas. y de ellas guardaba un tesoro aran dramas en un acto. Si hubiera escrito cuanto narro, como lo narró, la literatura americana se habría enriquecido con un dramaturgo siglodorado por la abundar.
cia y por su virtud dramática.
Las letras patrias, con la desaparición de este poeta y de este editor, pierden un entr.
ñable amigo. sus veces Es de los escritores que heredan lo espiritual con un prodigio de independencia, entre la sabiduría; sellando con esta doble conquista su gran nombre. cuya genial destreza perfece ciona y desenvuelve con honda originalidad, las formas perfectas de la elegancia de las expregiones, digamos las frases bellas, pero tamién vida de la belleza dialéctica. Froylán Turcios las somete en un feliz encantamiento de armonia consigo mismo, y logra variar el encendido clamor que llena las estuncias del alma. Asi Turcios tocó con la suprema fidelidad las cuerdas del inefable sentir, y ordenadas para que no menguara en ellas el fin simbólico de su compás, ligaba con fascina ción dominadora las ideas fluídas, que revelan la excelencia del cultivador.
Froylán Turcios encendido por esta llama volcánica de luz en el alma y luz en la mente, pagó con limpieza de creador poético, el sentido luminoso que Dios le había dado. ejecutó la belleza con el severo proceso de su juicio, perfilándola con el cincel de palabras. Que a veces exprimía en ellas el zumo de su corazón violento. El oculto sendero de su interior enérgico lo reveló en muchas ocasiones tempestuoso; en otras humoréstico; siempre emocional; y pocas sereno, pero indomable. Sin presumir, sino por la condición de su buen criterio practicaba lo que Emerson dice; El inteligente tiene un derecho sobre el ignorante; el derecho de instruirle. Moldeando su agudeza las reflexiones, que divulgaba sus facultades de artista. con la fuerza selecta de su mentalidad robusta encendió con ingeniosa lucidez el dinamo de muchos pensamientos, ambicioso de estimular las voluntades hambrientas del saber. Hizo suyo el consejo de Goethe: nunca se es viejo si se permanece activo. El hombre luchó; y el artista bajó sus íntimas vibraciones hasta las puntas de sus dedos, para que como brasas del cerebro brindaran, trasmitieran la valentía, de las proporciones del hombre, hecbo dominio de la voluntad de su sabia conciencia, y hecho exquisito sentido en el sueño poético de su mundo adverso.
De pie, y sin fatiga, colocaba el pecho como un imán regulador contra el catálogo de sabios, que exploraba sobre la oscura madera de su empinado escritorio. con la experiencia de sus ojos llenos de la vista de todo reponía el arte humano, sin dejar agonizar la cultura.
La videncia de su talento desbordó con gran sabiduría cuando confiesa que en la dulzura de los Ojos Nazarenos ise había extasiado sin esfuerzo, tocado de la gracia que infundía, su magnifico esplendor! la cálida onda de esa claridad, le anticipó la gloria con un caudal de enorme privilegio, donde los talentos humanos abrevaban inquietos una delirante satisfacción. donde las almas sensitivas redoblaban los regocijos de su perfeccionamiento.
De entusiasmo confúndenos en su refinado clasicismo, la prodigalidad celebrada de su estupenda memoria; ajustada a la experiencia de este inimitable nartador, y con sus infinitas anécdotas, confeccionadas con imaginación jovial y fantasía agresiva.
Traducía como un oficio divino la voz de la naturaleza, el zumbido del trueno, y el re.
molino del viento; juntando los distintos azı.
res que parecia revelarle el destino, en los besos mezclados de amor y dolor; mientras era presa de una profusa voluptuosidad exasperada y ardiente. Este hombre singular, de grandes amores y de grandes tragedias, que en sus escritos el estilo desarrolla una continuidad de la liPero el ge. Cita en la eternidad la memoria de Froylán Turcios.
Los Poetas se han dado cita en el paraninfo de la Eternidad. Ya están en camine Valencia, Sotela Turcios. La gloria en la tierra les hería la retina. Han querido palpar de cerca la gloria del Omnipotente. Dice un salmo de David: Los cielos denuncian la 28Axench gloria de Dios y la obra de sus manos predica el cielo estrellado. Era preciso elevarse has ta el empíreo.
Froylán Turcios Está de fiesta la República Literaria. En el gran palacio de columnas de mármol y jaspes, es la reunión. Resulta curioso el caso: teratura clásica de los siglos de oro idistinguia en el frontispicio de la monumental puerta con admiración cada cambio de luz en los esimpera un solo orden arquitectónico: el dópíritus!
El poeta, el novelista, el escritor en un triunrico, que da una impresión de rudeza y desvirato de coherencia en su psicologia, su mate apacibilidad. Es símbolo de fatiga y trabajo riz y su arte, evolucionan con integra dignidad, No otra cosa impone la vida literaria: esfuerzo, constancia y conformidad. Tanto, que sobre el conocimiento de las luchas, las dificultades y las flaquezas que inundan y di.
la pluma llega a ser instrumento inútil. No compensan los triunfos logrados, la propia gloria, a rigen al corazón humano.
Froylán Turcios ha muerto.
tanto sacrificio y tanto renunciamiento.
Se va animando la tertulia: Virgilio, el nio de su personalidad queda confirmando su vida ilustre y la inmortalidad empieza a poeta latino, alma dulce y sensible, tiene en renditle el tributo de una eternidad gloriosa.
las manos las Geórgicas la Eneida. parece que disputa con Homero, el griego de Ysola Gómez.
la Iliada y la Odisea. cuya cuna pelean (Costa Rica, 26 de noviembre de 1943)
siete ciudades; con ellos está el padre de la tragedia, Esquilo, quien lleva su Prometeo encadenado. Se acerca Shakespeare, el draHa desaparecido el animador de Ariel, maturgo inglés, burlesco a veces, siempre apael poeta hondureño Froylán Turcios.
sionado y patético; no deja su Rey Lear Era un superviviente de los románticos de ni su Hamlet. Muy cerca lo sigue Byron, América. Poseía a la vez un fresco ideal de for.
el atormentado autor de Don Juan. vioma y un grande amor de lo remoto. Fué viz.
lento e impetuoso; a poco se destaca Verlaijero sobre la tierra y a través del mundo de ne, el autor de Fiestas Galantes. cuya enerla inteligencia y del espíritu.
gía de expresión cautiva; se da la mano con Su ingenio fué antológico: tenía de la Heine, el irónico que recogió el cancionero abeja; porque en todas las obras de sus con.
alemán. John Milton, el secretario de Crontemporáneos o de los antiguos, él, como las well no ha olvidado su Paraíso Perdido.
Melisas de los Misterios, buscaba únicamenDante Alighieri, el florentino que cantó a te la miel.
su Beatriz, está presente. La representación Para ello tenía alas. Por eso su símbolo es de primera. Si los españoles han tardado, fué Arid.
no se excusaron. Entran Espronceda, el reSus amigos, en nuestro país, lo records. volucionario, autor de Diablo Mundo. rán con afecto y con admiración, a causa de Manuel José Quintana, el de la Oda al Mar. su invalorable talento de conversador. Era un Núñez de Arce, el del Vértigo y La Pestaumaturgo. Cuando entraba en el panteón ca. Quevedo, el poeta ligero y satírico, sobre de sus recuerdos, todos se levantaban de sus el cual se han acumulado cuantos chistes susepulcros o de sus mausoleos para venir a nos. bidos de tono ruedan por el mundo como hijos otros, sin los sudarios blancos, sino con los expósitos; los Luises, el místico de León, autor colores de la vida, de la estación, del clima, de La Perfecta Casada y el de Granada, con de los paisajes de que procedían. Sus recuer su Guía de Pecadores y Símbolo de la Fe. dos hacían de él un actor. Por momentos, ya Argensola, el del Porque ese cielo azul que tono recordaba, vivía una vez más su enarración. dos vemos, ni es cielo ni es azul. Jorge El simple viajero, en sus relatos devenía draManrique, quien comparó nuestras vidas con maturgo y actor de sus propios dramas. Pinta los ríos, que van a dar a la mar, que es el ba tipos, creaba escenas y escenarios y gradual morir.
mente iba apareciendo drama, con frecuencia (Concluye en la página 303. Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica