248 REPERTORIO AMERICANO De hispano americanismo literario у у ocho Grande acierto de la Academia Colombiana de la Lengua ha sido la publicación del EPISTOLARIO de don Miguel Antonio Caro. CorresPor Carlos García Prada.
pondencia con don Rufino José Cuervo y don (En el Rep. Amer. Marcelino Menéndez y Pelayo (Editorial Centro, Bogotá, 1941, XVI, 301 pp. editado obras no habrían logrado quizás su desenvolvi y Cuervo publicaron su Gramática Latina, calibajo la escrupulosa dirección del doctor Victor miento.
ficada de magistral por la Real Academia EsE. Caro, hijo de don Miguel Antonio, ahijado Radicados, uno en Bogotá, otro en París y pañola, y no superada por nadie todavía. Poco de don Rufino José, y autor de la Introducción y otro en Madrid, los insignes polígrafos vivie tiempo después se separaron Caro y Cuervo, pero Notas que lo acompañan.
ron juntos gracias al pensamiento que salva obs siguieron cooperando sin cesar.
La lectura de este pulcro y, discreto volumen táculos distancias y acerca los corazones bueDon Rufino José modesto, cristalino amicausa la más viva y profunda emoción no sólo nos. Lo prueba el Epistolario, hermoso torneo de go de la quietud y del retiro tenía muchas faporque él viene a aclarar algunos puntos inte finezas amabilidades, expresión conmovedora cultades que concentró, con beneplácito de Caro, resantisimos de historia literaria hispano ameri edificante de una triple amistad que sólo cambia en el cultivo esmeradísimo de la lengua cascana, sino porque hace ver a qué planos de be para elevarse, y que se deleita en consultas mulleza moral e intelectual pudieron llegar esos tres tellana, su novia de siempre. Cuando fue a Eutuas, en consejos, estímulos y felicitaciones, y aún ropa en 1878, dominaba ya los idiomas clásicos, grandes obreros del Espíritu, a quienes inspira en reparos y críticas francas, autorizadas, siny además el árabe y el sánscrito, y había hecho ban las más genuinas tradiciones de la Raza y ceras e independientes, que se aceptan o rechael más hondo y acendrado amor a su lengua y suya, en sus aspectos científicos y técnicos, la zan con amor y con respeto.
filologia comparada que organizaron los maessu cultura.
tros alemanes. Europa fué da Rufino en Don Miguel Antonio, don Rufino José, don Caro y Cuervo busca de relaciones personales, directas, con las Marcelino. Qué bien suenan unidos así sus maestros de la filología, por una parte, y por nombres de pila, tan castizos, y qué limpias sur No ha habido, entre dos espíritus superiobtra, en busca de libros que adquirir y consulgen de este Epistolario sus almas principescas, res en Colombia, quizá en la América histar fácilmente, y también de tranquilidad para tan semejantes entre sí por su inteligencia, su pana, un afecto tan noble, intimo cordial coу continuar sus estudios. Viejó fué por Inglaterra, dignidad, su valor, su sencillez, su laboriosidad, mo el que unió a don Miguel Antonio Caro Holanda, Dinamarca, Noruega, Suecia, Rusia, Aus sus aficiones y esperanzas, y, por encima de to. 1843 1909) y don Rufino José Cuervo (1844tria, Alemania, Suiza y Francia, y en 1882 se esdo, por su filial piedad, genuina e incorrupti 1911. Descendientes de ilustres familias espatableció definitivamente en París donde murió ble. Sin leerlo, sabíase que ellos representan el nolas, nacidos casi a un tiempo y en el mismo badespués de treinta años de fecundas labores que verdadero patriotismo hispano, y el esfuerzo de rrio de Bogotá, los dos fueron amigos desde la sólo se interrumpían en las altas horas de la erudición de crítica literarias más sostenido y infancia hasta la muerte. Se educaron juntos, y brillante del mundo español peninsular y amenoche y primeras de la madrugada, y de cuando siguieron análogas disciplinas en su juventud. en cuando si el sabio se daba un mes de vacaricano. Leyéndolo se sienten las fuerzas espiri los diez y ocho años, Caro comenzó su versión tuales que los animaron hasta realizarse: la tra de la Eneida de Virgilio, que más tarde habría ciones veraniegas, que consideraba necesaria hiducción de la Eneida, de Caro; el Diccionario de de tener Menéndez y Pelayo por la más bella giene física y mental. y que pasaba en el camConstrucción y Régimen, de Cuervo, y la Anpo. En Europa mantenía Cuervo correspondencia que poseemos en castellano. a los diez tología de poetas hispanoamericanos, de Menén años, Cuervo recogía los materiales para sus epistolar científica con los latinistas Riblek, Bedez y Pelayo.
Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano Morel Fatio, Gaston Paris. Forster, Schuchardt noist y Bond, con Mahn, Pott, Madrig, Sundby, Por el Epistolario se aprende la génesis y el que, al publicarse en 1872, llamaron inmediata su más grande amigo entre los europeos proceso de elaboración de esas obras cumbres, y mente la atención y merecieron el aplauso de se comprende el ideal que guió a sus autores y grandes filólogos europeos como Potts y Dozy filólogos, y muy especialmente con don Miguel Teza, Menéndez y Pelayo, y otros humanistas y que creó para ellos el ambiente favorable de y que ejercieron y siguen ejerciendo tan saAntonio Caro. Así preparó las Notas a la Gracomprensión y aprecio mutuos, y de cooperación ludable influjo en el habla de los hispanoamerimática de Bello, que la aumentaron en una terhonesta, desinteresada y leal, sin la cual dichas canos; y antes de cumplir los veintiún años, Caro cera parte y que, según Cejador y Frauca, valen el doble que ella, con valer ella tanto. los Artículos filológicos y críticos, las Disquisiciones filológicas, y su inconcluso Diccionario de Construcción y Régimen, obra audaz y suprema de la filología castellana.
Miguel Antonio poeta, critico, orador y polemista temible, legislador y latinista de primer orden, no fué a Europa ni a ninguna parte, pues pasó toda la vida en Bogotá y sus alrededores, sin alejarse de ella más de dos leguas en ninguna dirección. Pero alli escribió varios volúmenes de poesías originales de las cuales las intituladas la estatua del Libertador y Canto al silencio son obras capitales de la poesía española de todos los tiempos. tradujo con admirable maestría a Catulo, Lucrecio, Propercio, Pseudo Galo, Ovidio, Horacio y Virgilio, entre los clásicos latinos, y a Manzoni y Byron entre los modernos; dió a la publicidad muchísimos artículos doctrinarios, de penetrante lucidez, sobre cuestiones ético sociales y teológicas; preparé insuperados ensayos de crítica literaria y estudios de erudición, discursos documentos públicos, y contribuyó a formar la nación colombiana, infundiéndole un Ideal y dándole, entre otras cosas, una Constitución Política (1886) que nadie ha querido ni pretendido mbiar en sus bases ni en su estructura esenciales, y que ha hecho de Colombia un país de libertad ejemplar casi único en Hispanoamérica. Todo eso hizo don Miguel Antonio, gran ciudadano, orgullo de la raza, sin olvidarse de sus granMiguel Antonio Caro des amigos don Rufino José y don Marcelino En el boceto de la estatua)
ni de sus obras, que ellos acometían bajo su y orden Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica