Nihilism

REPERTORIO AMERICANO 173 a y y Essays by Arthur Whitaker, Roland HusLatin America and the Enlightenment.
Esquiva sey, Harry Bernstein, John Tate Lanning. En el Rep. Amer. Arthur Scott Aiton, and Alexander Marchant Introductions by Federico de Onís.
Edited by Arthur Whitaker. Appleton No sé cómo comenzar. No lo sé. Tú, discul lines te arrancara lágrimas de alborozo. Es de.
pa, pero confieso, pues dedo, aunque sea sin sa cir: viene la alegría, la duice alegría Century Company. New York. London.
y tú que de ber cómo, decirte algo. Siento en mí que tengo ella tienes sed, te ariancas la garganta, para na que hablarte. Claro! no he de tener! Tú me has saciarte. Locura! Dirán las lenguas todas. MiEnvío de don Julio Villoldo, La Habana: dejado y yo tengo sentimientos. Mira, tengo al rala, en azafates dorados la sirvieron opíparaFermín Peraza Sarausa, Director de la Bi ma, corazón, manos y en las manos, dedos. Manos mente, y lo despreció todo, todo: vinos raros, blioteca Municipal de La Habana: capaces de acariciar, corazón, de amar, y alma, faisanes, alubias, caviares y mieles; todo lo desIndice de Cuba Contemporánea. Municipio como esas nubes que a la Virgen Sacra circun preció, porque el maíz de la India no estaba en de La Habana (Departamento de Cultura. gil. los dedos, éstos los tengo para dar sonido dan en los grandes lienzes, limpia, nítida frá la mesa; y como tenia hambre, apetito, ha muerto de hambre. Quién con hambre no quiso co1940.
Así lo deseáramos para otras revistas famoal arpa de mi interior sentir, para que corran mer en azafates de oro, manjares abundantes!
sas de América, Cuba, una vez más, da el por las largas cuerdas armoniosas de ese insLocura! gritarían las gentes.
buen ejemplo.
trumento maravilloso que se llama vida. Te das Pero yo no te quiero, me dirás tú mí.
cuenta si tengo algo que decirte. Tú me dejas ¿A quién no quieres? te pregunto yo. a la hora y yo tengo alma, corazón y manos dedos en o a mi? Fíjate en las manos del reloj como pasan Alfonso Reyes. La Crítica en la Edad Atelas manos.
rápidas por la esfera; se esfuma, se va, se marniense. 600 a 300 México, El Ingrata no cres, pues el no querer no es inchó la hora! No, que no puedo con el surco que Colegio de México, 1941.
gratitud; quizás, si a mucho forzamos, sea inad cruza tu rostro. No ves bien, no. Mejora tu Bienvenida esta, aunque no tardia, sus vertencia. Mas por qué he de llamarte ingrata plano y ausculta, ay! que tocaste el pecho. cómo pirada edición de las lecciones dadas por si no correspondes mis miradas. Pero sí te suena? fuerte, muy fuerte. Quién lo hubiera Alfonso Reyes a principios de este año en llamo esquiva, y me atrevo a decirte también, creido!
la Universidad Nacional de México. El aunque peque de inmodesto, Inadvertida!
El color de tu piel, no me gusta, me dices.
genial autor de esa Ifigenia Cruel, en que No ves como te quiero! Te quiero como No es blanca ni rosa, es verdad, razones tienes, canta la protagonista, refiriéndose a los quieren los hombres, virilmente.
más tócala! Cómo. no contestas? dime. es terhelenos Te quiero como quieren las madres, con los sa o es dura? Si es tersa, la color no importa, los pueblos estaban sentados, ojos cerrados el pecho abierto y los brazos exserán mis manos terciopelos para acariciarte y antes de que echárais a andar, tendidos. Y, así y todo, me dejas! Ya ves. Inadla fuerza de mi pecho, para apoyar tu cabeza, se halla tan bien hallado en tema de tal vertida! Cuando hubo momento en que la vida ha tu todo. el cariño inmenso, grandioso, es la grandeza, que con sutilidad identifica la faltado en toda pienitad, el espíritu se hace acero melodia eterna, que no muere, ni cambia, porsólo los lapsos muy largos, lo corroen, lo mota de polvo áureo y con soltura desque es la substancia misma, llorarás de alegría, pliega los espacios. Cabe, por una parte, rompen Por eso el acero es paciente, por eso las jamás, nunca de penas.
considerar esta obra como logradísima prealmas que supieron esperar, son como el acero, Ay, si yo fuera poeta, te diría en ritmos toda sentación arquitectónica de un incompara duras, fuertes, relucientes por mucho tiempo, más una canción de amor. No lo soy, bien me dueble dinamismo entrecruzado y aun dispercalladas. Yo desconozco la vehemencia, cuando le. Mira, te diría que tu risa son cristales taso de aventuras intelectuales, harto más hube de esperar, en silencio, con cordura obli llados do ebulle el champaña de rara manera, accidentadas que la empresa del vellocino gada, porque se agobia más el espíritu de lo y que hay mil espías, músicos todos, esperando de oro o la de Troya. Pero también es La contrario. Cuando las horas no han contado, en vano robarse los divinos sonidos de tu magCrítica en la Edad Ateniense ocasión holcuando la noción misma del minuto se perdió. nífica garganta, mas en vano dije, porque todo gada a la suma del espíritu de Peyes.
Los años pasan como monstruos pesados y lisos, lo tuyo entero lo quiero para mí. Tus manos, no Aqui está la riqueza estilizada por la mas pasan, pero por espaldas flacas, cuasi des diré marfiles, me callo el alabastro, tus manos!
devoción al magnífico tema que acuhechas, ya rotas, muy pocos tendones y ya los pues sólo tú tienes esas manos de blanco de muló en el ejercicio de sus antenas, que nervios casi no viven. los pulmones? no hay espuma de mares antárticos. Tu corazón, trocaexperimento en el movimiento de sus aire! no, no hay aire! y el diafragma no se ríanse mis músculos en hierros forjados alas. Aqui está el centro de sus meditamueve. y se han paralizado las piernas y los de raciocinio perdería todo norte que no fuera la ciones, la cifra de sus modos, el secreto dos de las manos tiemblan. Dios, Dios mío, es avaricia de custodiatlo, para que ni la luz le de su calidad de maestro para presentes menester que sufra tanto! Entonces la vehemen pudiera robar el color que tiene en tu pecho.
y venideros. Libro entretejido de seriacia se muere, pero crece el alma, mucho, des Mas me callo, el solo recuerdo de tu mirada ciones, de síntesis, de continuas sugestio mesuradamente. Yo no sé ser vehemente, y a me abate, me dobla más, nes luminosas, es a la vez, para quienes más, soy torpe, muy torpe. Pero así, con el pecho Yo podré hacer poesía sin saberlo, actuando, se hayan detenido a considerar el hom como cofre que sólo sufrimientos guardara, que seguro. Nadie podrá negar que quien ama probre y su obra, ambos descollados, un resólo papeles de luto encerrara, yo también sé fundamente, ha convertido la vida en un bellísimo pertorio de confidencias.
darles vida, muy profunda, a mis ruegos, a mis poema. Convirtámosla! te lo ruego!
Por el valor básico y eternamente esquejas. Me has dejado! Tú lo decidiste, tú lo Contéstame, piénsalo. Escoge el momento, totimulante de la materia historiada, por ordenaste. En momento gris, ni siquiera espedo está en tus manos. En las mías abunda de la realeza del autor, a un tiempo soli raste a las doce, cuando el sol caliente la tierra todo, de todo lo que tú me puedas pedir. Piéncita y serena, en el saber, el pensar y el entera. Ni pensaste el momento, tú lo ordenaste, decir, este libro nace clásico en todos los rápidamente. Nihilista, nihilista, en el florido salo, no malquieras a nadie y deja un servidor si es que la posibilidad de crear un poema nuessentidos de la palabra, con lo que dicho ramo de tu reconocimiento, a una mi expresión de tro, tú no la puedes sentir.
queda que merece viva y honda atención cariño, venía la muerte anidada! Como sentenpor parte de aquellos que se mantengan cia que fulmina a reo. Pero mi delito fue amor, ANTONIO URBANO tenaces en la fe de que la suma califi tal vez merecía mayor legajo. Pero yo no preMarzo 1942.
cación del hombre se consigue por la ha tendo discutir, sino hablar, que hablemos los dos.
zaña de la inteligencia.
Yo te ruego que me escuches, que me oigas.
JOSE CARNER No frunzas el ceño ni como niño te desesperes (Boletin Bibliográfico Mexicano, sin saber el fin. Es necesario que me oigas, quiMéxico, 31. 41. zás mejor, que nos oigamos.
Querer y no ser correspondido es doloroso, Con JUAN LUIS CAMPOS mas peregrinos ambos, sufridores los dos ya en Electrocardiogramas este caso, del mismo mal, razón de éste tu abanen México, Metabolismo Basal dono. no has sentido pena? Pena de no querer, Corazón. Aparato Circulatorio Apartado de Correos 10428, pena de que no quieras que te quieran, como si CONSULTORIO: 100 vs. al Oesto de la consigue Ud. una suscrición al mismo dolor que sufrimos aumentaras, desdeBotica Francesa ñosa, el sufrimiento de todos los que penan de no a este Semanario ser correspondidos. Es como si oyendo, destruyeTeléfonos: 4328 y 3754 ras tus tímpanos, porque la melodía de los vioу mi Dr. García Carrillo Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica