REPERTORIO AMERICANO 299 El grillo que cantó bajo las hélices mana: son Demetrio Korsi gama variada (En el Rep Amer. su Voz de Aliento pasa ese viento maravilloso Korsi. Nada ganaría él con que se dijera que revelador de los impulsos proféticos del alma hu por sus estrofas se desliza el portentoso vendabal de Hugo, o con que se diga que en su raptos de desesperación recuerda las soberbias trágicas tú, que invocas derechos para vivir de luz, de un Díaz Mirón. Lo apreciable en él es el Un dia, con el alma sedienta de laureles afán que se descubre en mucha de su producLa vida es toda del que emprende!
ción de definir su propia personalidad. Tememos que muchas cosas que pudiéramos exaltar ahora Pero hay en la lira de Korsi otras cuerdas, como aciertos artísticos suyos sean al final relelas que traducen fielmente las aparentes discor gados por el poeta cuando su grande alma penedancias de la vida, en donde sólo una alma como tre en el doloroso secreto de las fiestas de amor la suya, fuerte y, piadosa, encuentra los destellos y de los dramas de la vida en que se retuerce de la sensación estética: Así son sus poemas ne la voluntad del pueblo a que él pertenece.
gros, de los que ofrece algunos pocos ejemplos Su sentido de humanidad se expresa cordialen su pequeño libro, como La cumbia se baila al mente en el pequeño poema doméstico titulado El Hombre de Monagrillo. Este va a ser Una anécdota: Iba el docto: Mendoza cruzando acaso, una de las más vivas expresiones de propor Santa Ana.
ducción cuando él logre afinar esa cuerda o para Los que conocimos a Panamá, allá en sus decirlo en otra forma, cuando logre armonizar su lejanas épocas libertarias, podemos vivir en toda impresión de la oscuridad en donde se engen su realidad ese poema diminuto de Korsi en que dran crímenes con la audaz de se evoca la figura egregia de Carlos Mendoza, sus emociones musicales, Korsi parece ser el lla tribuno soberbio e indomable que después de mado a traducir en estrofas enigmáticas, de sonoarengar a las multitudes para persuadirlas de ridad estridente, pero repletas del dolor humano, que la cadena que estruja los tobillos el pendel dolor que alienta en la sonrisa forzada de samiento, debe ser rota aun a trueque de la vida, los vencidos, que dan una tónica particular al cuando se encaminaba a través de la plaza de arrabal de Panamá, donde los lampos de la Santa Ana, rumbo a su hogar modesto, donde blancura nórdica se mezclan en la embriaguez de lo esperaban los brazos cariñosos de la santa los delirios sensuales con las tinieblas de las raautora de sus días y la orquestación inimitable zas morenas que vienen a Panamá en los vien.
de su pajarera de cien pájaros que él y una de tres de los grandes barcos. La cumbia se baila al sus distinguidas hermanas cuidaban solicitamente son de unas caderas mulatas. y que los panameños todos, de 1900, conocieron No es difícil extraer de las páginas del libro y escucharon de Korsi pörsos amables y algunos realmente ex Nos es grato terminar esta modesta presencelentes. Pero Korsi no es poeta de versos, sino tación del poeta Korsi, en cuyo calor de alma de poesía. esta difereraſcia no puede hacerse hay una amistad fraternal, con su definición sino cuando el poeta busca en las contradicciones de la vida, el acento de la tragedia o el sentido musical de los gestos, sobrz todo cuando un Su corazón encierra dolor. El es hermano gesto de esos es una puñalada anónima.
de todo lo que es música, sea el gran oceano Pero Korsi se ha embarcado en una esbelta o el pequeño bimbin. Gime en todo lamento, canoa para ser el pescador que atisba el cielo le conmueven las lágrimas y suspira en el viento.
vago.
No queremos ceder a la costumbre casi vulMARIANO TOVAR gar de sondear las fuentes de iniciación del poeta Costa Rica, agosto del 42.
Con la fruición del sediento que sin respiro absorbe el agua del manantial cristalino que la providencia puso en su senda, así, con esa misma fruición deleitante, leímos el libro de versos del poeta panameño Demetrio Korsi, El Grillo que Cantó Bajos las Hélices. Es un pequeño libro que imaginamos como una pequeña caja de luz y de música.
Libro rústico, como esas jaulas toscas que improvisan nuestros campesinos para aprisionar sus cenzontles. Ha salido el libro de Korsi sin galas exteriores, sin cantos dorados, sin adornos llamativos; puro como nace el hombre, puro en su desnudez, pleno su diminuto cerebro de mundos de soles.
En el libro de Korsi hay piezas de diferentes épocas que bien podrían servir para seguir el proceso de desenvolvimiento de una alma lírica desde que se descubre ella misma en el misterio de sus propias armonías, hasta que puede agitar sus alas sobre la más alta cumbre para saludar al Universo con sus salmos. Así suena su poema Ecuanimidad que expresa una perfecta posesión de sus brillantes cualidades poéticas: del poeta. Yo vengo de una raza profunda, de una gesta heroica, con un soplo de siglos en la testa, y sin embargo creo que el mundo es una fiesta.
Por qué, aunque me atraen los grandes idealismos, me rio de la gloria? Yo soy hombre de abismo.
Lo malo y lo bueno entran en mis fatalismos.
En este poema Korsi aparentemente desencantado, hace sentir lo que él hay de fuerte voluntad de vivir. Esa voluntad encuentra sus verdaderos motivos en la contemplación de las cosas grandes del mundo. Así, en el poema Al Barú dice con energía capaz de crear en mármol o en piedra dura una imagen de poder y de fuerza: El Volcán yergue al cielo su cumbre, bravia en tiempo ancestral, como cíclope fiero que en página épica alkara hacia las nubes su altiva cabeza, y sus picos escuetos están.
Por encima sus rocas las águilas bárbaras ensayan volar.
Poemas (En el Rep. Amer. Regeneración. Levántate. Es tu hora. Marcha hacia el sol. Eres nuestra! vino el día en que mi alma, cansada de mi pobre alma hambrienta se agitó un la obsesión de las bellas imágenes, se tendió a momento. el cansancio se hizo leve, y la somla vera del camino. Pasaron muchos hombres que bra inmensa proyectada hacia el alma tendida marchaban hacia el Templo de la Belleza, y con a la vera del camino, fuése alejando lentamente, gestos lánguidos invitábanme a seguirlos. Sus sicomo un ave negra adormilada.
luetas, recortadas contra la opalina claridad del. Levántate!
crepúsculo, se diluían en las brumas de la dis me levanté alegre entonces, porque ya tancia. Pálidos rostros, enfermos de la misma ningún cansancio me cprimía. tendi mis mapasión mia; tristes y dulces musas que los guia nos hacia la luz y la luz las llenó de una ineban; rosas marchitas, camelias desmayadas que fable claridad. sentime henchida de un gozo caían a mis pies como recuerdos de tiempos tremendo, porque toda yo era una llama que mejores: todo lo miraba yo, nostálgica, a la vera danzaba, con un ritmo obsesionante, en la opadel camino.
lina tarde. sentíame cansada sin saber el motivo, con una lejana tristeza por desfallecer tan cerca de!
La estrella dormida comienzo de mi viaje.
La estrella dormida anida en mi corazón Levántate. me decían las voces provenientes de las pálidas siluetas, peregrinas expande por mis manos y ellas son entonces dos nadie puede robármela. el fulgor tenue se que marchaban a los reinos de la luz.
cálices vibrantes y grávidos de emoción. Levántate. Levántate!
Guardo una luz extraña distante y mis el murmullo fue en crescendo como el brazos ondulan suavemente como las ramas de ruido de las olas que se acercan a la playa. un sauce joven.
resono, de pronto, obsesionante, y envolvióme ¡Oh, estrella dormida, dulce tesoro que hatoda con un ritmo tiránico y salvaje.
bitas en mí!
HILDA CHEN APUY suaves La poesía en Korsi es también energia. En sus momentos iniciales, acaso de fructuoso ensayo, se deja dominar por la dolencia poética y traduce entonces en frases a veces afortunadas, sobre todo sus desepciones pasionales. Pero cuando en las cuerdas de su lira sopla el viento hebraico, entonces su alma vibrante se destaca con luminoso relieve en la pantalla azul y vasta del cielo. Por Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica