334 REPERTORIO AMERICANO Musa catalana (Traducciones de Conangla Fontanilles, tomadas de la antologia poética en verso castellano: El alma de Cataluña. Habana. 1941. EL CONSUELO y debajo de un árbol deshojado, sontio, Pino funesto, que te excitas curvo, en la cima de un gran hoyo.
Quien todavía no guarde fresca visión del amor, que lo espere a media tarde, a la sombra de verdor.
me acostumbro, si llegas, a cederte lugar; y te halagan mis dedos si te hallan, al azar.
Pino que amparas nuestro paso.
de la pendiente en el través.
Pino que en lo hondo creces laso, buscando el sol, como el ciprés.
Que a la caricia sonria del aire falto de antojos; que descanse en la ufanía, y que allí entorne los ojos. el árbol de poca altura, por encanto singular, del soñador la amargura, de fijo, sabrá endulzar.
Tú enseñaste la traza de todo lo que es vivo; duración tú concedes a cuanto no es esquivo.
Pino casero en huerta amada, cercano al curso de acequillas.
Pino entre selva enmarañada, cucaña erecta para ardillas.
Criatura del buen Dios cómo vienes tan cargada?
Inundas con resplandor del cielo azul, nuestra casa! Tú, que tal vez destruyes un aspecto labrado, tú pules otro aspecto que nos era olvidado.
NOCHE SERENA Pino rizado, no te artedta de despeinar tu pelo erguido rizante pino envuelto en yedra. tú, el feliz que siempre medra, al pie una fuente, arriba un nido.
En medio de la alameda, ramaje ha de fingir los crujidos de la seda de la amada, en su acudir.
Ya mis ojos no temen al verte a mi redor Oh freno, savia, estímulo, ironía de Dios.
Amigo de ásperas guedejas cual sabio antiguo, das consejas; y señorial como un califa, te haces tú mismo una alcatifa, con tus guedejas más bermejas.
Noche tibia, tentadora, noche tranquila y serena; el pino en el monte llora, sonrie, en azul la estrella.
El campo, en dulce sopor, apacigua toda pena; de un afán revividor, la brisa toda se llena. las hojas, con acentos de melódico rumor, llevarán como lamentos de la amante, al soñador.
IMPONDERABLE VALLÉS Cualquier tallito que oscila despeina al triste doncel; cualquier hoja que vacila finge un beso a flor de piel. Oh, casa tan campesina Dios me la guarde del mal!
En pórtico, tras cortina, hay una malva real.
Salud. oh pino en tierra en juta; nexo por sobre nuestra ruta de áspero mundo y claro cielo!
Oh cuerpo rojo. oh barba hirsuta fuerte raíz cual nuestro anhelo!
Habla el agua en la negrura, y en las huertas, un temblor se percibe en cada hoja.
Canta el grillo chirriador. el alma siente el perfume de rosa que se deshoja.
Se despierta. en la umbría del cielo ilusiones bellas ve de la amada que huía, los ojos, en dos estrellas.
En lavadero al caer, palpita luz desmayada.
Place allí, al atardecer, merendar fruta dorada.
JOSÉ CARNER (1884)
MEDIODIA Cruza la huerte de seda cauce de encantos divinos; ceñida por alameda y ungida por cuatro pinos.
POEMA DE LA CONTRARIEDAD Noche tibia que contagias serenidad al despierto; aquí, en la altiva montaña, reina un sagrado silencio; por sobre el mundo en negrura; la estelada claridad. Qué maravilla tan puta. Cuánta dulce majestad!
Esta hora de mediodía ay. es hora bien sagrada!
Mientras la madre, hacendosa, mantel en mesa prepara, su hija llega del colegio, y de paso trae el agua.
Cuánto enojo provocas, oh Contrariedad Tú la madeja enredas y rompes el hilván; De cañas estás cercada la acequia de agua cansona donde se ve reflejada la estrella de luz temblona.
Espíritu, vuela, vuela, recorre la inmensidad; no pierdas nunca tu estela que, es para ti, eternidad. Criatura del buen Dios, cómo vienes tan cargada, con libros en una mano, en otra llena la jarra, y en la cabeza un pan ancho de corteza soleada?
a pas de la victoria, tu vuelcas al guerrero; y en la subida, encallas el carro al carretero.
Los certos de cercanía reciben el beso alado de los sopores del dia y del nocturno estrellado.
JUAN LLONGUERAS (1880)
Pones fina hojarasca en camino inseguro; la marcha al reloj paras, en espera o apuro.
Al General De Gaulle En serranía empolvada de oro viejo de florin, hay una viña endulzada que recuerda al mar sin fin. En el Rep. Amer. Traje nuevo salpicas, turbas a quien labora, y pisas en el baile la bella bailadora. en cuanto en la sombra plena se oye del grillo el chirriar, se enfila la luna llena sobre el palo de un pajar. Francia Libre! Suprema aspiración que sentimos arder como una llama y a la lumbre divina que derrama de esperanzas nos llena el corazón.
Tú causas tropezones a cualquier ambición; y hasta gruñe el virtuoso sintiendo tu aguijón.
NUESTROS PINOS El destino te ha dado la misión de arrojar de tu Patria a quien la infama y tu Patria en espíritu te aclama porque tú eres para ella tedención.
Salud. oh pino en tierra enjuta; nexo por sobre nuestra ruta de áspero mundo y claro cielo!
Oh cuerpo rojo, oh bar ba hirsuta!
fuerte raíz cual nuestro anhelo.
En ti encarna la Francia generosa que ha cubierto, en sus luchas contra el mal, de laureles su frente luminosa. la esperanza tímida, malogras en flirteo; vacias las promesas y aireas el deseo.
Por ti chillan doncellas y se irritan mancebos, hablan mal los estólidos si pasas cerca de ellos.
Salud, oh pino de atalaya, monumental en lejanía.
Salud, maritima alegría, pino menudo en nuestra playa.
esa Francia, glorioso manantial, cuya vida gallarda y milagrosa por mandato de Dios es inmortal!
RODOLFO CASTAING Costa Rica, 1941.
Mas yo, que ahora descanso sobre el césped mullido, Pino sagrado en las ermitas, entre una fuente y viejo poyo.