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REPERTORIO AMERICANO 349 Nocturno (En el Rep. Amer. Esta noche, esta noche ha sido y será por siempre nuestra.
Esta noche, alumbrada por luciérnagas y estrellas, cuyas dulces luces la sombra de nuestros cuerpos trincados no proyectan.
Esta noche, esta noche ciñendo tu cintura somos vagabundos en la sierra.
Nuestras voces, nuestras voces saturadas de extrañas venturas y de unhelos, flotan en el ambiente, y la brisa, ahora ausente, con silueta de altos jaules charla y juega.
En el rumor del camino desangrado, anclando deseos y promesas, esta noche has consentido repetidas veces set aparejo de nardo y de manzana, para adiestrar tu sexo novicio.
Madera de Laporte las estrellas. vírgenes prudentes e inmutables, y las luciérnagas. vírgenes locas en claro vuelo, testigos de luminosos ojos fueron.
Van los minutos siendo témpanos de cobre, recogi de tu cuerpo el perfume de algas hunedas.
y se truecan en dedales recogi de tu boca un transparente gemido, que usa el viejo Cronos mitad tristeza, mitad alegría, para tomar sus bocados síntesis de dolor y placer ya conocidos.
de relojes con horas de corales. tú, moza de veinte mayos de aluminio, Esta noche, has creído como lastima esta noche la recordarás por siempre y hasta nunca que nuestra noche no sea de caucho. esta noche en que despertaron en tu sér dormidas sensaciones, para dejarla en la sierra medio dormida.
que son azur y plata de visión extraña y profunda.
Por eso he recogido nuestro instante Ha sido un claro Sueño, en fina copa de talco verde, una pesadilla muy leve, y te digo: en que me sentiste macho cabrio esta noche, y te conocí indefensa cabrita que consiente.
esta noche ha sido y será por siempre nuestra. LA PORTE SOTO (Costa Rica, octubre del 42. Canto a la Unión Soviética (En el Rep. Amer. Unión Soviética, inmenso resplandor de sangre.
mil águilas negras sueltan eus huevos de muerte en tus aguas.
Oh, el vocerío en los pueblos humeantes.
Esclusas del Dnieper, Atlas redivivo, Oceánico ruido de los tanques, y en el cielo presidiendo la tierra rusa cual un dios; el silbido de los ángeles de la muerte.
lacrado por la dinamita, Pies, pies, pies, pies en marcha al frente, alzaste horrible en el paisaje antiguo la metralla en la mano y la canción en el pecho.
Moscú, Kharkow, Rostov, los niños abaleados, Caen los hombres, y las mujeres los paren, en las calles yacen como juguetes grotescos.
para otra vez morir. Unión Soviética heroica!
Lodo, alambradas, donde ayer la espiga era: El puño de Lenin defiende Leningrado, Stalingrado la mirada de oso de Stalin.
crucifixión del trigo en los campos de Ukrania!
Gorki es la abeja en la amargura solitaria Valle del Don, rico y fragante, y Timoshenko el huracán!
antaño la amada de los hombres niños. padres del Nuevo Hombre al canto cósmico de los tractores y de las trilladoras!
Siberia, largo sollozo de nieve, Entrañas de hulla del Donetz, suelta tus velas y corroe al Huno.
impulso de cien usinas y calor de mil hogares El lirio de la victoria se eleva de los muertos.
contra el ogro invierno: Sebastopol, Stalingrado, Unión Soviética en llamas, nada, la nada, la tierra quemada, la tierra de nadie. odiada por los Menos y amada por los Más, Vasto pleamar del Volga, rítmico y pujante, de tus entrañas humeantes nacerá otra vez, cargado de sueños y de amores para la Tierra toda, y de los frutos del agro y de la fábrica, el reino del pan y de la rosa nueva.
MANUEL CRESPO San José de Costa Rica, octubre de 1942 Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica