REPERTORIO AMERICANO 305 Chile (Para Rep. Amer. Costa Rica, setiembre de 1940. Espada de valor tendida al costado de América, entre los Andes y el mar, brunete y fulge para ser empuñada por la mano del Destino del Continente, en la hora de la defensa de la libertad y de la justicia dentro de la Unidad de las Américas.
Nación magnánima que supiste comprender y enaltecer el genio de los hombres que se asilaron en tu suelo o que por él cruzaron en cumplimiento de los deberes que el Hado les impuso: San Martin, Higgins, Cochrane, Bello, Sarmiento, Irisarri, Alberdi. Sin deja: por eso de amar a sus propios grandes hombres, los Portales y Sanfuentes y Solares, los Amunáteguis y Vicuñas, los Mattas y Arteagas, los Balmacedas y los Montt, los Errázuris y los Stwards, Alessandria y Aguirres.
Nación abierta a todo progreso, a toda reforma, segura siempre de tí misma, porque en cada uno de tus hijos hay un hombre que confía en el alto destino de su patria y dispuesto está a servirte con todo cuanto él es. Nación rica en caracteres, como rico es tu suelo en minerales. Nación recia de voluntad, porque has tenido que derramarl.
en las entrañas de tu suelo para transformarla en flor y fruto, en trigo y uvas.
Nación digna de amor por tu lealtad, por tu devoción a la liber.
tad, por tu respeto al derecho, por tu dón de humanidad que te he inspirado siempre el anhelo de esparcir entre los hombres de otras tie tras cuanto de bello, de grande o de sabio has alcanzado para ti.
Nación generosa y libre, que por libre y generosa mereciste. fulminación de dictatorial tiniebla, cuánto contento me dieron los mo mentos rútiles de tu augusto orgullo cuando serena, pero de ti segura, respondiste arrojando un resplandor de libertad sobre el transitorio turbión que ha caído sobre un pueblo digno de mejores dias.
Cómo esplende ahora más tu Estrella, bellísima nación amadı.
Cómo siento la magnitud de tu destino, cómo me bate el corazón mirándote por él empuñada en la hora de la defensa de la libertad y de la justicia, gloriosa, refulgente Espada tendida al costado de América, entre los Andes y el mar. BRENES MESÉN centenARIO PB FIRENCH GO LUXERCIO ARANCIBIA Canto general de Chile (Fragmentos. De La Hora. Santiago de Chile, 21, julio, 1940. El paico arregla lámparas en el clima del Sur, desamparado, cuando viene la noche del mar nunca dormido.
Del Norte trajo Almagro su arrugada centella. sobre el territorio, entre explosión y ocaso se inclinó día y noche como sobre una curta.
Sombra de espinas, sombra de cardo y cera, el español reunido con su seca figura, mirando las delgadas estrategias del suelo.
Noche, nieve y arena hacen la forma de mi delgada patria, todo el silencio está en su larga linea, toda la espuma sale de su barba marina, todo el carbón la llena de misteriosos besos.
Como una brasa el oro arde en sus dedos y la plata ilumina, como una luna verde, su endurecida sombra de tétrico planeta.
El español sentado junto a la rosa, un dia, junto al aceite, junto al vino, junto al antiguo cielo, no imaginó este punto de colérica piedra nacer bajo el estiércol del águila marina.
El roble duerme solo, muy vertical, muy pobre, muy dormido, muy decisivo en la pradera pura con su traje de roto maltratado y su cabeza llena de solemnes estrellas.
ATACAMA Quila y quelenquelén de las mañanas.
Idioma frio de las fucsias, que se va por las piedras tricolores gritando viva Chile con la espuma!
El dedal de oro espera los dedos de la nieve y rueda el tiempo sin su matrimonio que uniría a los ángeles del fuego y del azúcar.
El mágico canelo lava en la lluvia su racial ramaje, y precipita sus lingotes verdes bajo la vegetal agua del Sur.
La dulce aspa del ulmo con fanegas de flores sube las gotas del copihue rojo a conocer el sol de las guitarras.
La agreste delgadilla y el celestial poleo bailan en las praderas con el joven rocin recientemente armado por el río Toltén.
La indescifrable doca decapita su púrpura en la arena y conduce sus triángulos marinos hacia las secas lunas litorales.
La bruñida amapola relámpago y herida, dardo sobre el quemante trigo pone sus puntuaciones escarlata.
La patagua evidente condecora sus muertos y teje sus familias con manantiales de aguas y medallas de rio.
BOTANICA El sanguinario litre y el benéfico boldo diseminan su estilo en irritantes besos de animal esmeralda o antologias de agua obscura entre las piedras.
El chupón en la cima del árbol establece su dentadura nivea y el salvaje avellano construye su castillo de páginas y gotas.
La altamisa y la chépica rodean los ojos del orégano y el radiante laurel de la frontera perfuma las lejanas intendencias.
Voz insufrible! Diseminada sal, substituida ceniza, ramo negro en cuyo extremo al jófar aparece la luna ciega, por corredores enlutados de cobre. Qué material, qué cisne hueco hunde en la arena su desnudo agónico y endurece su luz, liquida y lenta. Qué rayo duro rompe su esmeralda entre sus piedras indomables hasta cuajar la sal perdida?
Tierra, tierra sobre el mar, sobre el aire, sobre el galope de la amazona llena de corales, bodega amontonada donde el trigo duerme en la temblorosa raiz de la campina oh! madre del océano, productora del ciego jaspe y la dorada silice sobre tu pura piel de pan, lejos del bosque nada sino tus líneas de secreto, nada sino tu frente de arena, nada sino las noches y los dias del hombre y boca. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica