Individualism

REPERTORIO AMERICANO 239 Poemas de Jorge Carrera Andrade (Envío de Gabriela Mistral. Consulado de Chile en Madrid. VERSION DE LA TIERRA DESTINO Bienvenido, nuevo día.
Los colores, las formas vuelven al taller de la retina.
manzana de seno duro con nieves lentas para el tacto, ríos dulces para el gusto, cielos finos para el olfato.
Signo del conocimiento.
Portadora de un mensaje alto: la ley de la gravitación o la ley del sexo enamorado.
He aquí el vasto mundo con su envoltura de maravilla.
La virilidad del árbol.
La condescendencia de la brisa.
Una mujer con zuecos espera nuestra llegada sobre un fondo de mástiles en un puerto de Holanda.
Los molinos con su cruz a cuestas, los canales con luces, nos saldrán al encuentro en medio de los cuadros de legumbres.
Fondeará nuestra vida en un paisaje de la infancia.
Seremos hortelanos de unos labios.
Un hijo crecerá como una planta.
Con humo del pasado car garemos la pipa, hasta que en algún barco caletero saldremos un buen día.
Un recuerdo del paraíso es la manzana en nuestras manos Cielo minúsculo: en su torno un ángel de olor está volando.
El mecanismo de la rosa.
La arquitectura de la espiga.
CANCION DEL CONTINENTE NEGRO Su vello verde la tierra sin cesar cría.
La savia, invisible constructora, en andamios de aire edifica sube los peldaños de la luz en volúmenes verdes convertida.
Si la tarde es un navío la golondrina es su ancla Venciendo pesos azules el arcla se alsa.
El río agrimensor hace el inventario de la campiña.
Sus lomos oscuros lava en el cielo la orografia.
Una mujer con zuecos sobre un fondo de barcas agitará un pañuelo en un puerto de Holanda.
Hacia el Africa de la noche parte el navío Despliega el viento grumete sus velas de sombra y frío.
CANCION DE LA MANZANA He aquí el mundo de pilares vegetales y de ruta liquidas, de mecanismos y arquitecturas que un soplo misterioso anima.
Luego, las formas y los colores amaestrados, el aire y la luz viva sumados en la Obra del hombre, vertical en el dia.
Cielo de tarde en miniatura: amarillo, verde, encarnado con luceros de azúcar y nubecillas de raso. Llegó el navío? Llegó En el Continente Negro ha anclado frente a la luna que es el tronco de un árbol de plata cortado.
Algo sobre Guido da Verona (Envio del autor. San José de Costa Rica. ESCALA Un viento corsario se llevó nuestras voces a la altura de las Islas Azores.
como Peces en la noche del agua movían sus lámparas veloces.
Corla vivo se abrió bajo mis labios cerca de las Islas Azores.
Su cabeza náufraga en mi hombro.
Flotaban sus ojos y sus dientes jóvenes.
sus Mi recuerdo se quedó en un barco en la noche a la altura de las Islas Azores.
CAMPANAS DEL HAVRE Las campanas del Havre de Gracia en la bahía del cielo echaron el ancla.
Imaginamos que además del núcleo de hom época, si de aquella en que se llevara con honor bres que supieron apreciar a Guido da Verona, y elegancia, la tizona al cinto, enguantada la migo y como escritor, las mujeres que mano, y el chambergo de anchas alas adornado gustaban de leerlo deben también haber sentido de airoso plumón. Señor de limpio abolengo, no su muerte, porque a pesar del ecotismo un tanto de los que necesitan agregar a su apellido una refinado que se advierte en algunos de sus libros, partícula para ennoblecerse a macha martillo suel novelista modenés tenía entre ellas una po po siempre darle realce a su personalidad. Galanpularidad rara vez alcanzada por escritores de ese te con las mujeres y munífico con los amigos, quigénero, debido a la originalidad de sus temas y so, además, quitarle al amor lo triste que esa paa su estilo; condiciones que debieron influir para sión tiene: tal el deseo de superarse.
que almas enfermas de amor lo leyeran ávida Su afición por la novela nació de sus lecturas, mente, como lo prueban las enormes cifras a que de observaciones de sus viajes. pesar de ascienden las ediciones de sus libros. De «La que su individualismo, el que lo llevó hasta converno se debe amar» se publicaron 200. 000 ejem tirse en protagonista de algunas de sus obras, y plares; de (Mimi Bluette, flor de mi jardin. abusar de las paradojas, y de la hipérbole, por la 160. 000, de «La vida comienza mañana. fluidez de su diálogo habría podido destacarse 155. 000. Esto para no citar sino tres de las va como autor dramático, puesto que a sus dotes de rias novelas que escribió, y correspondientes a psicólogo y pensador, unía el don de saber molos años de 1908 a 1915, lo que hace suponer ver sus imaginarios personajes, como se maneque después de esta última fecha, esas cifras ha jan los muñecos de un guignol.
yan ido en progresión.
Ultimamente se había establecido en Milán, No obstante cubrir la helénica desnudez que en donde tomó en alquiler, para él solo, la mitad de sus obras se transparenta con los áureos velos de uno de los más suntuosos hoteles, y allí, con su su estilo, no faltaron críticos apasionados que lo biblioteca, rodeado de cuadros artísticos, de artildaran de pornográfico, sin tomar en cuenta mas, de fastuosos tapices, y con su fiel perro lo que de artista había en él, como si su cien Dagor, se extinguió el novelista europeo más cia psicológica hubiese sido la determinante de discutido en esta última centuria, después de halas críticas que le han hecho a sus obras, llega ber vivido intensamente. La vida, que tan próron a confundirlo con los mercaderes de li diga fué con él, dotándolo a la vez de una figubros que han explotado los temas de amor, dis ra distinguidísima, para no verlo decrépito, lo frazando la trama de sus novelas con pobres ro mató a los 49 años de edad. Al dormirse para no pajes de ciencia, como para dar la sensación de despertar, contemplando a su can, debió musitar originalidad, y de equilibrio, del que nos hacen el pensamiento del filósofo haciéndolo de él: dudar.
Entre más trate a los hombres, más quise a mi Verona, más que novelista, fué poeta. Su es perco.
píritu romántico y caballeresco no era de esta PEDRO JULIO MENDOZA BRUCE El Havre con mariscos, y naves y muchachas de azul marino.
Con viviendas en los botes y marineros que exprimen Sus acordeones.
Sobre los techos puntiagudos flota un navío de niebla reza un ángel de humo, del hum a la hora en que cantan las campanas la gloria de los caballos percherones y la cocina normanda.
es