Repertorio Americano EDITOR: GARCÍA MONGB.
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SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA El suelo nativo es la única propiedad plena del hombre, tesoro común que a todos iguala y enriquece, por lo que para dicha de la persona y calma pública, no se ha de ceder ni fiar a otro, ni hipotecar jamás. José Martí.
Giro bancario sobre Nueva York De la Vida y de la Muerte Por LORENZO VIVES (En el Rep. Amer. VI De la divinidad Hay ideas generales que nacen con nosotros. Aislad a un recién nacido; haced que los que lo cuiden callen todo cuanto a Dios se refiere; pero ponedle de continuo, en presencia de la naturaleza, y, no lo dudéis, una vez grande os preguntará acerca del Autor de todo.
En la felicidad, en el dolor; solos, acompañados; jóvenes, ancianos, lo sentimos si sabemos contemplar las maravillas del mundo: no hallaréis nunca un astrónomo incrédulo.
Quien sabe ensimismarse con los misterios de la vida, tiene necesidad de recogerse en El Como Ser trascendente, es la fuente el océano a un mismo tiempo.
No lo consideréis como algo individual aislado del Cosmos, sino unido a él, dándole vida, para que el Conjunto nos manifieste su existencia.
La infinitud de mundos, su enorme volumen, las distancias a que están de nosotros. nos afirman en el convencimiento de la inmortalidad personal y en la existencia de Dios.
Lo que pasa es que, para hacernoslo comprender, han querido hacerlo a nuestra imagen, con nuestros defectos, con nuestras pasiones. El Dios impersonal, infinito en cuanto a tiempo, espacio y atributos, escapa a nuestra pobre inteligencia. Definirlo, es propio de vanidosos ignorantes; negarlo, de orgullos individualistas; sentirlo, de hombres de corazón y sentimiento.
El no puede estar en ningunos de los opuestos: ni es malo ni es bueno; no es justo ni injusto: es el Inefable. Está fuera del tiempo y el espacio; del bien y del mal. El bien y el mal dependen de nuestra voluntad: no hay más que un estado que llamamos vida. ella nos lanzan para que obremos, Hay cualidades que exigen un sumo grado, que converge en El. El bien, la justicia, la belleza. Si hay belleza en la tierra, ha de haberla, de un modo absoluto, en Dios, así como bondad, sabiduría, justicia, pureza. Pero, recordémoslo: estas cualidades son pobres conceptos nuestros. Qué es el tiempo. la bondad. la belleza. la justicia? Apreciaciones que fuera de nosotros no tienen valor. Por ventura, la Divinidad. ha de estar sometida a ellas?
Sabiendo sentirlo, no nos hundimos ni en el placer ni en el dolor.
Sabemos sufrir serenamente y gozar con comedimiento: comprende mos que somos causa y efecto de nosotros mismos. Y, que no se escandalicen los que no entienden!
Ante la necedad de los hombres, nos aislamos y nos refugiamos en El. Cuanto más solos estamos, más lo sentimos cerca. No habéis oído nunca la voz del silencio? es que hay que saber buscarlo. No se halla ni en el bullicio callejero, ni en la vida frívola y superficial, ni en la hipócrita convivencia; sino en nuestro corazón, sumergidos en el silencio de nuestra cámara o contemplando lo sublime en la Naturaleza.
Podría ser que nos perdiéramos por complicarlo todo. lo mejor una ley sencillísima relaciona los efectos con sus causas: lo que vale, es dar con ella. Yo creo que más se acercan los humildes que los vanidosos.
Nuestra misma pequeñez tendría que conducirnos a reconocer su Grandeza. La vida de los astros se cuenta por millones de años; sus distancias por millones de millones de kilómetros; su número es incontable, y nosotros. qué duramos aquí? Pero, a pesar de nuestra pequeñez, nuestra vida tiene una finalidad. Dichoso quien la comprende y la lleva a la realización.
Sí, es cierto, hay muchos hombres malos; pero. no hay categorías hasta en los mismos ángeles?
El camino seguido en esta vida se llama evolución, y en él hay etapas. No todos nos hallamos en la misma. Hay quien está mas arriba; quien más abajo. Lo que importa es subir sin atropellarnos; que no por caminar más aprisa llegaremos antes. No envidieinos a los de más allá, ni despreciemos a los de más acá: mejor es emular a los primeros y ayudar a los segundos. Si tal hacemos, se nos rēcompensará. Pero son muchos los que atropellan, y éstos no llegarán, o lo harán Carde. Procuremos caminar calladamente, humildemente: pero con dignidad. En el camino de Dios, no hay ni trompetas ni tambores: el ruido nos aparta de su presencia.
Si no sentís sed de El, no lo busquéis: no lo hallaríais. réis con El, si lo anhelais, y no muy lejos de vosotros, si sois puros y humildes. Probad; pero recogeos; elevad vuestro pensamiento; mirad lo veréis, y, en su presencia, la emoción os humedecerá los ojos.
Hacienda San Lorenzo. Marzo del 42.
Entrevista con el ex Presidente don Ricardo Jiménez (En el Rep. Amer. Con una tarjeta especial de Don Joaquín García Monge, Director de Repertorio Americano, tuvimos la oportunidad de visitar al esclarecido ciudadano Don Ricardo Jiménez. Nos recibió con la afabilidad y cultura que le son características; y después de las obligadas frases de cumplimiento y rúbrica, abordamos el tema de nuestra entrevista Señor: hemos tenido la ocasión de conversar con un distinguido elemento social costarricense, sobre la personalidad histórica del General Morazán; y la síntesis de las opiniones recibidas podemos expresarla así: 10 Morazán fué un déspota, 20 Fué un mediocre, 39 Fué un intruso en Costa Rica, y 49 En relación con su fusilamiento, no podemos desaprobar lo que hicieron nuestros abuelos.
Hechas a Ud. las mismas preguntas a que corresponden estas respuestas. cuáles serían sus contestaciones. Pues claro está: Que Morazán no fué un déspota, ya que más bien vino a darnos libertad. Era la personalidad más distinguida de Centro América; y no podía ser un intruso, porque a más de haber sido Presidente de la República, por dos veces, fué llamado para derrocar a Carrillo.
En lo de que no podemos desaprobar lo que hicieron nuestros abuelos, si aceptáramos esa tesis como buena, deberíamos andar hoy con taparrabo. Don Ricardo. No sería posible que Ud. escribiera sobre los puntos de nuestra entrevista: algo en particular me ha dicho Don Joaquín, de un ofrecimiento.
Con mucho gusto lo haré; pero me dejarán Uds. el tiempo suficiente, porque actualmente estoy muy ocupado; tengo que ordenar muchas cosas; además, Uds. saben cómo me atacan, y cuando vean que escribo sobre Morazán, no van a decir que lo hago por simpatías a él, sino por odio a Carrillo.
Hasta aquí nuestra visita; y nos despedimos, altamente complacidos de la recepción que nos hiciera patricio tan meritorio.
HÉCTOR MEDINA PLANAS Beba cervera SELECTA De malta y lúpulo. cd Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica