Joaquín García Monge

REPERTORIO AMERICANO 147 Editorial SENECA 50 50 50 rra por 00 Varsovia 35 México, México Obras en venta: El problema social de la leEspaña, aparte de mi este cápra, por el Dr. Julio Beliz, por César Vallejo jarano 3. 50 Memoria del olvido PoeLa mujer, el amor y la vida, sías) por Emilio Prados por el Dr. Torre Blanco 50 Nabi. Poema) por José Enfermedades venéreas, por el Carner Dr. Juli oBejarano 50 Espejo de alevosias (InglateDisparadero español (el alma en España)
en un hilo) por José BerDzelepy gamín 00 Niebla de cuernos (Entreacto Poesias líricas de Gil Vicenen Europa. por José Hete. Selección y notas de rrera Petere Dámaso Alonso) 50 Paseo de mentiras, por Juan Concordia y discordia, por de la Cabada Juan Luis Vives, Traducción de Laureano SánFray Luis de Granada: Machez Gallego encuaderravilla del Mundo. Selecnado en cartoné)
14. 00 ción y Prólogo de Pedro Salinas Piedras Blancas (Experiencia de la Muerte) Por Pablo Karl Vossler: Literatura espaL. Landsberg 00 ñola del Siglo de Oro Con el Adr. del Rep. Amer. Calcule el dólar a 50 50 50 75 Obligado a salir del oficio, o quizás por condición natural en él, nada hay, que vea el ojo, escuche el oído, ooúrrale a su persona, por menudo o sin trascendencia que sea, que no resulte en tópico al periodista para algo original, o instructivo, o fisgón, o pulloso, en la columna de la mañana. La luz eléctrica no alumbra la calle lo bastante, ha tropezado por ahí: bien, una disertación de tomo sobre la luz: la luz artifcial, la natural la del entendimiento. Se encuentra con un rótulo: le suscita mil ideas graciosas, y vémoslo mariposa ática revolar, decidor pendenciero, o filósofo, discurriendo sobre los rótulos de la ciudad.
Porque así es Proaño: fecundo, derrochador de ingenio y de saber, en cervantina copa, que su talladura, ni el licor que ella reboza, ha de apreciar el pueblo. Tanto dón, tánta erudición, tánto señorío literario, para darle una gacetilla dignificada. como es de labrada y adornadı su gacetilla, su crónica, según hemos visto, es alta, peripuesta, aguda, y su periodismo para gloria suya desata la cólera de García Moreno le vale la expulsión de una república centroamericana, y es conocedora abundante su pluma, cuando escribe Correcciones de algunos defectos de lenguaje. que las pone como complemento de las Apuntaciones Críticas de Cuervo. Esta obra, asimismo, se mantiene inédita, en un periodiquín de la época.
Derrochador de ingenio. Precisa insistir en ello. de gracia, de ironía, de sutileza, cuánto y al fin inútilmente en buena parte de su labor periodística, que no deja uno de dolerse, de rebelarse, al pensar en lo que talento cultivado como el suyo hubiese podido hacer en circunstancias más propicias, y no viviendo como él vivió, siempre a salto de mata, urgido por la mesa y lacerado por el destierro: que es de pocos proteger su caudal con el acero del ánimo.
Quién sabe si Proaño rió, más de una vez, para comer, y en lugar de llorar.
Sea ello como fuese, Federico Proaño resulta uno de los diaristas más dotados de América, por lo festivo, lo agudo, lo castizo, lo docto de su pluma, y con ser lo actual el objeto de su sátira y de su mofa, cuanto escribió fresco hoy. Ello no ocurre, verbigracia, con la obra de ese género de aquel otro insigne humorista y vapuleador ecuatoriano, Manuel Calle.
Se recreó Proaño y recreó a los demás, pinchando al inflado, disecando al hipócrita, instruyendo al ignorante, zurreando al pícaro, dándole mazo al malvado, poniéndole en cueros al santurrón y al atrevido. Cumplió con el precepto clásico: corregir deleitando.
Martí, que lo admiró y lo quiso, cuando supo su muerte por el poeta cubano José Joaquín Palma, en carta triste que le dirigiera, dándole la noticia, dijo de él: Para los enemigos del albedrío del hombre, y de su franco empleo en América, no tenía más que uña y diente. su pluma fina y fuerte, esbozaba de un rasgo, iluminaba de un revuelo, clavaba de un picotazo, se abría, como en dos alas, ante las majestades del hombre y de la Naturaleza. No hubo mucha pluma, por lo castiza e intencionada, por lo liberal y fecunda, por lo magistral y fresca, por lo aguda y revoloteadora, como la de Federico Proaño.
Joven todavía Proaño, Montalvo lo llama esotro castellano que así rasguea tan garbosamente la lengua de Cervantes. y a su Times calificale de graciosa miniatura.
Del costarricense Ferraz, su fiel amigo y compañero de prensa en San José, nos hemos encontrado esta página viva, patética, escrita a su muerte. Yo no podría jamás expresar bien el caries ño que tenía a Proaño: era una especie de respeto mezclado de lástima.
El primer sentimiento me lo inspiraba el verle escribir una serie de cosas graciosas e interesantes: ante mi tintero. el testamento del Otro Diario. y esto sobre cualquier cosa y a cada rato y sin esfuerzo alguno. Mérito grande que pocos escritores tienen. Mi lástima no la puedo explicar: Proaño, valiendo tanto y siendo tan capaz, andaba errante, expatriado y expulsado siempre. Los grandes politicos no le sabían tolerar sino como amigo; como enemigo le tenían horror: sus pullas eran aceradas y entraban siempre hasta el corazón o hasta el centro donde vive la vergüenza; herían de muerte o sacaban la sangre al rostro Infortunado Proaño, con ser tan grande, andar todavía casi desconocido entre sus compatriotas y, lo que es más, en la república de las letras de América. No ha cesado en la tumba su exilio injusto y tribuloso. Continúa errante y expatriado. como le viera Ferraz hace más de medio siglo. Errantes sus escritos por media América, expatriado del libro su intelecto de Maestro: que donde quiera que caiga el cuerpo bien se está, más si arropa el suyo, como dijimos ya, la tierra antigua, misteriosa dorada del Quetzal. Que eso no hagan: repatriar sus huesos. Luna maya sobre la tumba, debe ser cosa bella.
Pero sus escritos, eso, eso sí. Aquel selecto y nobilísimo espíritu que en Costa Rica se llama Joaquín García Monge y es en América vigía y tan necesario como la sal, doliose de la condición de Proaño, como si viviera; apreció su mérito y le dedicó, en 1939, notas justicieras en su Repertorio. Trató con esa ofrenda, sobre un desentierro que hacía, de interesar a los ecuatorianos, a fin de que lo repatriasen al voluinen. Tres años han pasado de ello, y tan generosa iniciativa alla fue a dar en campana neumática.
Tócame la honra y buena fortuna de recogerla, como ecuatoriano caído en esta latitud de la orquídea, de la sobremesa aromosa y del buche pintado, y, sobre todo, de la libertad, cosas que en esta Costa Rica amó Proaño. revivirla, para solicitar del Gobierno de Quito y de los escritores nacionales la repatriación espiritual de este ilustre perseguido, uno de los que con su pluma dió al Ecuador más gloria fama desde el destierro. le dará, en generoso brote junto con fama y gloria sobre todo enseñanzas, al incorporarse a la patria su obra de hombre libre y de maestro.
Que halle oído este nuevo empeño. Que no le coma esa horrible carcoma de la indiferencia intelectual!
San José, Costa Rica, mayo de 1942. ല JUC UDURC I usted necesita un libro que no tengamos se lo pediremos inmediatamente. Estamos en conexión direc ta con los mejores distribuidores y editoriales del mundo.
IBRERIA EMMANN SAN JOSE COSTA RICA DOPOC INI DOC Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica