200 REPERTORIO AMERICANO se EPITHYMBION Retrato del Fausto aimara pira a pulmón pleno el aire helado de la cordillera, mientras Fue noble, triste y grande. De Revista de Indias. Bogotá, marzo, 1942. el recio pecho se dilata como la Habitó un sueño línea elástica de las cumbres.
como habitar el Ande.
Hombre sin dueño, iFuerza misteriosa del Ande!
fue Hermes y Apolo! Frescura virginal del mito! DesVolverá un día, grande pués de la constelación lírica que y siempre sólo!
forman La Prometehida, NueTAMAYO vos Rubáyát Scherzos y Scopas, prosigue el palpitar galáxico Suele verse un hombre bajo Versos, iempre versos. Acay fornido por las calles de La so la trágica desolación del altiPaz. El cuerpo hercúleo, monoplano, que sólo el montañés lítico, aparenta pesantez, acaso arquitectura con presencias y porque la cabeza gravita en vigencias interiores; talvez los exceso sobre los anchosh mbris; Apus, dioses ancestrales del pero al echarse a caminar el suelo; la tierra misma, eterna y cuerpo se agilita, cobra un ritmo antiquísima como en el tiempo elástico y marcial, Se piensa en primero, engendran, en el alma aimaro fáustica, el paso cauteloso y rápido del la tetralogía puma; o en la prisa silenciosa del estupenda; cuatro maravillosas indio, devorando distancias sin tragedias líricas: La Aquileida, fatiga. Cruza las calles solitario, Aquiles y Briseida, Los Argovestido de negro, las manos ennautas y una cuarta que aún guantadas y un bastoncillo de carece de nominación junco que contrasta con la soAquí también, en el escenario lidez corporal. Bajo el sombrero, elemental y potente de la sierra, la cabeza genial parece olfatear crecen las páginas de un Estuel aire; es el motor primero, fidio comparado del Sánscrito y sica y espiritualmente. Quién del Aimara, Siguiendo la etimoes este hombre que avanza con logía del Diccionario Aimara del un sentido interno de la marP. Bertonio, compuesto en 1612, cha? El paso rápido le sirve para Tamayo explica, mediante in esquivar saludos; el gesto des.
vestigaciones filológicas, etimodeñoso aleja importunos. Por lógicas y eufónicas, la profunda qué tamaña arrogancia? Dijeraafinidad conceptual y de sentiun príncipe indú: grande do que existe entre la India mimajestad en el porte; ascuas en lenaria y el Ande primitivo.
Franz Tamayo el mirar. Mas el ritmo ágil de Por estas páginas religión, filola marcha rompe la tesitura orien.
sofía, lingüistica y estética se tal; este hombre no camina, de dan la mano, bordeando las docvora cuadras. Todo él montado quiere para sí: iAmo mi liber dad en eterno devenir de la lu trinas esotéricas. Rayará el lisobre una red intrincada de tad!
cha consigo mismo.
bro en aquellas abstracciones músculos vibrantes y nervios antes que el importuno Otoño. Caen las hojas. Un coloreadas de la vejez goethiatensos y finísimos, irradia una salga de su sorpresa, Tamayo piadoso olvido aletarga los rena; o, como en Shakespeare, el energía salvaje. Avanza en un se aleja velozmente.
cuerdos. Gloria. Honras. Am artista enterrará su vara la silencio bravío, impresionante, Tres hipótesis explican ais biciones. Bah! Más vale edu mayor profundidad en la plenique dice todo sin palabras. El lamiento: la soledad congénita car los hijos, sumergirse en los tud de la fuerza creadora? El poblador marcha con la fiereza de los grandes creadores: la hu libros, trepar al altiplano y ve tiempo descorrerá el velo de la que la tierra persiste. Asi de rañía aisladora del aimara; el lar por las cosechas.
teritativa formidable. Un arco bió movilizarse el andícola, resentimiento contra el mundo. Bajo el viento punero el alde luz sobre los dos polos de cuando el Arde florecía en im. En qué proporción se conjugan ma se reconcentra, se oye mejor.
altura del pensamiento humano: perios y señoreaba un continen los tres factores? Si la amarga Es el retorno a la tierra, al clausAnde y Ganges atisbados, unite. Paso de triunfador, no de experiencia social torna adusto, tro bárbaro y primitivo del Anmismados bajo una sola zarpa.
vencido.
receloso, al hombre, el atavismo de. Nieve. Sol radiante. Luz Vigilando la cosecha en antiVoz sin eco, mano sin aside étnico y el temperamento emo cruda, inverosímil, que ciega mo contacto con el agro, la naro, Franz Tamayo cruza silen tivo conspiran a extremar la los ojos y deslumbra el espíritu.
turaleza vigoriza al hombre, recioso por las calles de La Paz. soledad Las grandes montañas se arrojuvenece al poeta. Con método Traspone los umbrales de la El sudamericano ha dicho un dillan sobre el duro altiplano.
y pausas de reposo, todo andaancianidad, sin que nada acuse, sagaz observador es esencial Los campos se dilatan. Sopla ría bien. Pero los familiares, exteriormente, senectud. Olvi merte taciturno; tanto más ta con furia la ventisca, mientras aterrados, se quejan al médico dado el hombre, caído el politi citurno cuanto más profundo. los indios se entregan a la faena de casa: don Franz Tamayo reco, el artista no ha nacido to Tamayo confirma el juicio. Un agrícola con su técnica rudimen gresa casi siempre enfermo del davía a la comprensión de su ethos racial y telúrico preside su taria y bumilde. El altiplano campo; enfermo del alma, que pueblo. Desde su derrumbe po aislamiento. Mas quien quiera tiene rigores de padre severo y es peor que enfermar del cuerpo.
lítico trata sólo dos, tres amigos; calar hondo la psicología tama ternuras de nodriza; a una tarHa trabajado dos, tres, cuatro desde la muerte del hijo, acaso yana, debe conceder al tempe de borrascosa sigue el alba sedías con resistencia pasmosa y a nadie.
El pez negro, prisio ramento hipersensible y orgullo rena, henchida de gérmenes se olvido de alimento y sueño, hasnero en el acuario del mundo, so del artista el primer rango; cretos. Por este escenario ele ta que la cruenta vigilia del esdora el agua con trágicos refle la incomunicabilidad aimara mental, pasiones e impresiones píritu rompe la resistencia corjos.
el segundo; y sólo el tercer se aguzan cual puñales buídos. poral Acude, entonces, a un seDe pronto se acerca un im punto a la decepción mundana, El hombre en su pequeñez, es vero régimen, sigue las prescripportuno: el enclaustramiento desdeñoso cautivado por la magia de la ciones de su médico, se unge en Señor.
que precede y epiloga sus crisis tierra, imantada por el flujo de fricciones de aceite, hace ejer Señor.
espirituales. Orden justo, orden aires y metales enrarecidos. Fi cicios moderados; y acepta la Don Franz. Yo quería lógico, si se considera que Ta. sicos y biólogos. allá en Euro prohibición de hacer música y escribir sobre Usted. Ignoro mayo es, en escala descendente, pa dicen que a dos mil metros escribir versos.
Diez, quince sus libros. Nada sé de su vi un grande artista, un grande la vida humana es casi imposi días de «cura metódica. y cuanda.
representativo de su raza y un ble. Más los kollas viven ya mido se siente fuerte. otra vez la Enérgico e insinuativo, el so gran resentido. Para una me lenios a cuatro mil metros verdura la fuga al duro trabajo.
litario rechaza el pedido: tafísica del carácter, el solitario, ticales. Su sangre, cruzada con Así, entre violentas crisis espi iDéjeme en paz, señor mío! antes que consecuencia de la el ario, alimenta un mestizaje rituales que destruyen el equiYo soy un pobre viejo que nada pugna con el medio, es causali joven, mitad europeo, que res(Concluye en la pág. 208)
a a Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica