252 REPERTORIO AMERICANO Clorocid La idea fué desechada, los campesinos que barrera con troncos de árboles, cerca de la desrían dar caza y coger integro al bicho.
embocadura del zanjón. El reptil se paseaba Al cuarto día, urgida por el hambre salió con lentitud hasta que comenzó la lucha. Fué la serpiente a jugarse el todo por el todo. feroz: pedradas y pinchazos no bastaban para así fué. Al pie del tronco movió la cabeza, rendir al animal. El tiempo y el fuego dieron sin arriesgar el resto del cuerpo y vio que por el triunfo a los hombres quienes, a las de todos los lados, montículos de fogata hacían la tarde, después de seis horas de lucha conduun círculo rojo, cuyo color corría en las mis cían en vilo un reptil de quince metros de larmas aguas.
go y dos de sus compañeros con las costillas Con toda solemnidad se deslizó por el rotas.
zanjón.
Con el trofeo del reptil, terminó como por De pronto, había ganado la partida. El cau encanto, el misterio de El Encanto.
ce del zanjón le serviría de trinchera. Si se va al mar. Con toda la rapidez ALEJANDRO MANCO CAMPOS de la desesperación y la astucia de la venganza, varios hombres se decidieron a levantar una Lima, Perú. julio de 1942.
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Una o dos tabletas en un litro de agua la dejan estéril a la media hora de contacto.
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Apartado 1351 San José, Costa Rica La poesía de Alejandro Peralta (En el Rep. Amer. Envío del autor. el Inca era un duro y buen camarada Tawantinsuyo.
La encomienda la mita superstites; el gamonal que vive viaja, con el sudor de los indios que trabajan como esclavos en sus haciendas; no reconoce otra ley que la ley del látigo y la cárcel: Fusil en mano el mayordomo arruma la cosecha Para que se pudran se hundió en la cárcel a los hijos de la Tierra El patrón se ha ido a Europa quedan sus in dios y sus haciendas Pero esta raza rebelde que ha humillado ya en lejanos tiempos, la soberbia de los monarcas del Imperio del Sol y de las huestes aguerridas del Cusco, respira de vez en cuando: Cuando apareció Ande, el primer libro de no por lo general, es en veces interrumpido poemas de Alejandro Peralta, en momentos en por riachuelos turbulentos que forman oasis que en América los poetas contorcionaban sus más o menos extensos. Las cadenas de los Anversos al compás de las nuevas escuelas de post des se dibujan en los confines con perfiles boguerra, su poesia fué recibida por unos como rrosos, formando una sinfonía de violetas una afirmación de las escuelas vanguardistas, azules. En esta región, habitan los aimaras, por otros como una imitación occidental adap antiguos kollas. Raza de guerreros y gente intada inteligentemente a nuestro medio, pero dómita. Frente al paisaje pintoresco alrededor muy pocos se dieron cuenta que en Peralta del lago, gris en lo que llamaríamos la estehabía un auténtico poeta. Un verdadero poeta pa kollavina, el indio ha forjado su vivienda, americano. Hay alguien seguramente quien huraño y desconfiado siempre ante el gamonal pueda encontrar analogias entre la metáfora blanco rezago del conquistador español. Las de Peralta y la de Apollinaire por ejemplo, casuchas de barro y paja unas veces bordean pero eso no es, sino curiosidad de bibliófilo. empinados barrancos, como nidos de cóndores El verso, la metáfora, le creación en Peralta suspendidos en agudos picachos, otras parecen es completamente personal, es tan personal, trepar las faldas de los cerros como en busca tan individualizada que confirma lo que algún de altitud y generalmente como una tropilla exégeta de Pablo Neruda decía, que el verda de ovejillas ateridas se entremezclan en alguna dero poeta forja su lenguaje como un instru abra del paisaje. Es el aillu aimara.
mento para construir el verso. Peralta ha Pero la poesía de Peralta no se caracteriza forjado su lenguaje.
solamente por la expresión telúrica y la creaHallo una similitud entre Pablo Neruda ción personal; hay un factor más importante.
Alejandro Peralta. En ambos se impone la en mi concepto, es la angustia social. Petónica telúrica, en ambos el lenguaje es per ralta, ya lo dije, no es un lírico puro no sonalísimo: sólo que mientras Neruda orilla sólo porque lo diga él, es un mombre que la lírica pura, Peralta se adentra lírico en la corresponde a su época, y como tal, su lírica emoción social.
se ha hecho protesta, se ha hecho emoción soPara comprender la poesía de Peralta es ne cial. Nadie mejor que él para haber comprencesario ubicarse en el escenario de su inspiración. Así la metáfora resulta no solamente fiLa cara del indio Pako gura retórica, sino expresión. En el kollao esPesa como an peñón sobre la pampa.
pecialmente se requiere esta ubicación. 1)
El kollao o puna peruana, es una extensi El trabajo comunitario, la supervivencia del sima meseta, a 000 metros sobre el nivel del aillu, célula social del inkanato, la broncinea mar. El legendario lago Titikaka se halla rebeldia de estos hombres encaramados como csta meseta, rodeado por veces de cerros ele águilas en los picachos de los Andes, fuertes, vadísimos cubiertos de nieves perpetuas por nervudos, hace prorrumpir al poeta: veces de extensos pajonales o pampas peladas Peñascos y tempestades at man la vida kolla que semejan estepas. El paisaje árido y huraSe sabe fuertes y feroces en la sangre Los abuelos dejaron recuerdos de piedra (1) EL kollao. Editorial. 1934. Lima, Perú.
Lo primero trabajar desde el Inca dido que, Por el lado de los nevados ha amanecido la indiada prendida de los cerros Un huracán de pututos truenan sobre las haciendas. kollao)
El indio proletarizado, deshielo de los Andes en los centros urbanos, no se sabe si añora idiotizado la cabaña abandonada o rumia su protesta de oprimido: En la panadería el brazo fornido la boca triste Pedro Humpiri es domingo tienes flamante camisa de tocuyo el sombrero te muerde la ceja ardida indios de los surcos truncados alegria idiota de sumo de coca están mascando el hierro viejo del yugo Brazos filudos agitan el horno mañana debe salir temprano el pan Pedro Humpiri afuera pata de bestia en el barro a cargar el sol sobre los lomos. pedro humpiri)
En la pampa ilimitada se confunde en la tarde, la silueta del karabotas, ginete en su minúsculo jamelgo, domador de paisajes y mujeres: La pampa y el karabotas de pie No debes cerrar los ojos karabotas en el surco en el breñal el sol afila tus galgas como el abigeato es casi siempre su oficio, terror de las haciendas, señor de los cerros y las pampas, no sería nada extraño que cayera en la redada: en ਹਰ URE TUR COMPRE SUS MUEBLES EN LA Muebleria EL HOGAR. Situada 200 vrs. al Este de la Iglesia del Carmen.
Apartado 1384 Teléfono 3339 Wenkacho el hambriento Crna Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica