Repertorio Americano EDITOR: GARCÍA MONGE.
CORREOS: LETRA TELEFONO 3754 En Costa Rica: Suscrición mensual 00 EXTERIOR: UN TOMO: 00 DOS TOMOS: 00 oro CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA El suelo nativo es la única propiedad plena del hombre, tesoro común que a todos iguala y enriquece, por lo que para dicha de la persona y calma pública, no se ha de ce der ni fiar a otro, ni bipotecar jamás. José Martí.
Giro bancario sobre Nueva York Homenaje a don Blas Prieto Blas Prieto, hombre y santo laico (En el Rep. Amer. Doña Margarita de Ramirez y don Blas Prieto En el hogar de don Enrique Ramírez, don Blas era visto como un padre.
El fallecimiento de don Blas Prieto Nos sonreímos al saber de aquel filósofo no creencia absoluta, pero avalorada por una que, en la mitad del día, salía con la Jinterna gran conducta y una vida limpia. Estoy haencendida a buscar un tombre. Flace nos mal. blando de una vida ejemplar: Blas Prieto.
El género no abunda. juzgar por lo que Ahora recuerdo la nécdota de Renán y Lisucede, la tarea de encontrar un hombre, parc tré. Litré era un librepensador que se pasó la ce tan ardua como la de ballar a Dios. Ya sé vida gritando: En mi muerte, ni iglesias ni que muchos gritan a diario haber encontrado curas.
a Dios. Lo que han hecho es, encontrar uno Pero llegó la hora, y dicen que flaqueo. Yo de tantos dioses o diosejos que andan por la lo dudo. Es que, la casta interesada, a todo calle, vestidos con los trapitos de diosear. Igual lo llama flaquear. Si a favor de una semidespasa con un hombre. Topamos con magnífi trucción mental y física causada por una lar.
cos animales muy bien vestidos: pero no son ga enfermedad, la esposa o la hija permiten hombres. El vestido (Jicen) hace al hombre. la entrada al hombre negro, hasta un estornu¡Falso! Ni siquiera el hábito hace al fraile. do del enfermo es interpretado como un si. Al hombre, como al fraile le hacen sus actos. entonces. Gloria al Señor! como dice Lacour. si sus actos los deshacen, ya no son ni hom Echarán agua salada sobie el cadaver se gribres ni frailes. Pero se imponen definiciones. tará en todos los tonos que el pensamiento Entiendo por un hombre, un ser humano libre no es más que una bravata.
amasado parejamente de cerebro, voluntad y Recordando Renán el caso de Litré y curánacción, desde abajo hasta arriba y desde arri dose en salud, escribió: Si me estuviera teser ba hasta abajo. Un bloque de convicciones y vada semejante suerte, protesto ya contra las de actos hecho de una sola pieza, como una debilidades que mi cerebro enfermo podría huestatua de bronce; en que, ni el creer esté más cerme decir o quizás firmar. Al Renan sano de alto que el obrar, ni el obrar vaya más allá, espíritu y de cuerpo, no al Renán semidestruio se ponga fuera del creer. Cuando creencia y do y mísera carne de agonizante, es a quien obra estén en perfecto equilibrio, un hombre hay que creer. Reniego de las blasfemias qu«
no hará juegos malabares, ni jugará al casuis en las congojas de la última hora pudieran mo con su propia conciencia, al llegar la ho hacerme pronunciar.
ta de la verdad. Es precisamente en ésta, cuan Tal fué el testamento de Renán, y debe ser do tiene que dar a sus convicciones el valor el de toda inteligencia honrada que no esté definitivo.
dispuesta a deshonrarse a sí misma con claudiEste justo equilibrio no es tan fáal como caciones indignas. Yo no lo copiaré, pues no parece. diario vemos seres borrosos, elásticos, me hace falta. Pero copiaré la conducta de ese curvilíneos, de conciencia movible; cue a la varón ejemplar que se llamó Blas Prieto, que hora tercia la tienen a la altura del corazón; sin exhibiciones ni jactancias, muris como hay a la hora sexta, a la altura del vientre; y bía vivido: como un santo civil, con la serea la hora nona, a la altura del sexo. No! El nidad la tranquilidad de una perfecta eu nivel moral del hombre debe estar siempre a tanasia.
la misma altura, sean cualesquiera los vientes No todos son capaces de llegar a las orillas que soplen. Yo no puedo concebir a un honi de la Estigia, como don Blas. Debe ir por bre, que, por delante Ge la iglesia se llame delante, una vida pura, inmolada a la verdad creyente, y que por detrás de la iglesia sea un y al bien, como condición previa.
pervertido. Tampoco concibo al liberal que la verdad, que no es la que nos enseñan llame al agua bendita a la hora de la muerte. las religiones.
El obrar, igual al creer. como en las fórmu Al bien, por el bien mismo, que no es la las matemáticas: el creer sin el obrar igual a moral a interés compuesto, de los sacerdotes.
cero. en lenguaje filosófico: una creencia VÍCTOR LORZ que es destruida por una conducta, carece de valor moral. Es preferible en todo caso, una (Costa Rica, ocrabre del 42. De Diario de Costa Rica, 23, setiembre, 1942. Hay un gesto en la vida del licenciado don Blas Prieto que hace por una biografia entera.
Uno de esos gestos que querríamos para cada uno de los costarricenses, con mayor urgencia en días como éstos, cuando vacilan las convicciones de los hombres y todo es sentido utilitario de la vida.
Era don Blas Prieto Magistrado de la Corte Suprema de Justicia cuando un golpe militar derribó al Gobierno y alzó la dictadura Al día siguiente, en una nota breve, literaria mente inexpresiva, como quien realiza un acto natural y simple, que podría realizarlo todos los días, el Magistrado Prieto le dijo al Tribunal de que formaba parte que, habiendo sido roto el orden constitucional, no podía ejercer a capacidad y dentro del cauce legal las funciones judiciales; se despojó de la investidura y prefirió a los honores, el honor. Desde aquel día nosotros, que habíamos sabido poco de su vida anterior, y que ya nos íbamos habituando al conformismo con que los costarricenses siguen detrás de la victoria, empezamos a cultivar el sentimiento de respeto que un varón tan noblemente severo en la conducta, habría de merecernos necesariamente a los jóvenes. No volvió al Tribunal, ni a la política, ni sufrió por tanto, las contaminaciones que lleva casi implícitas la época trepidante en que vivimos. Se recogió en el más limpio y austero de los retiros: abrazado por la tierra, cultivándola devotamente, lo encontraron los serenos días de la vejez. Ni siquiera se ocupó de ejercer por más tiempo su profesión de abogado. El abogado cs, fatalmente, un político en potencia, y él se había llevado de la política el rudo desengaño que se llevan de ella, generalmente, los hombres honrados. Na0Testimonio No siéndome actualmente indispensable para vivir, la pensión que ese Alto Cuerpo, bondadosamente se sirvió acordarme, vengo, muy agradecido, a renunciarla.
BLAS PRIETO San José.
BRIENCE Don Blas Prieto en la fotografía de la Cédula de Identidad Nº 000010, febrero 1de 1933. Pasa a la página anterior. Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica