EDITOR: GARCÍA MONGE.
CORREOS: LETRA TELEFONO 3754 1Repertorio Americano EXTERIOR: UN TOMO: 00 DOS TOMOS: 00 oro cm.
En Costa Rica: Sancrición mensual 00 SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA El suelo nativo es la única propiedad plena del hombre, tesoro común que a todos iguala y enriquece, por lo que para dicha de la persona y calma pública, no se ha de ceder ni fiar a otro, ni bipotecar jamás. José Martí.
Giro bancario sobre Nueva York En la ciudad del futuro (Envío de la autora)
Para el Dr. Calderón Guardia.
el gran Presidente de Costa Rica.
éxito en los distintos centros. Yo lo acompaño y disfruto con él de su gloria y de todos los homenajes. Las visitas a las distintas Universidades son parte primordial del programa, y para mí es un regalo de la Vida cuando cada manana somos recibidos en una nueva Universidad.
Es el Educador de un país latino, es el Mensajero de la Cultura que es recibido con admiración y regocijo. Suavemente ecmos conducidos, atravesando amplios corredores y jardines donde grupos de estudiantes se pasean bajo los árboles, se nos va exponiendo con excepcional solicitud: la organización completa, los nuevos sistemas, los nuevos Estudios espléndidamente acondicionados. Mi esposo habla en castellano y esto despierta un mayor interés, por un anhelo que surge ya. con poderosa fuerza de acercamiento al espíritu latino, que será el que hable por la raza nueva.
Washington con sus Universidades, su centenar de bibliotecas, sus seiscientos jardines y su Rotonda de verdosos mármoles de Tennessee es ya la ciudad del Futuro de donde saldrá el grito de Esperanza para el Mundo.
AMALIA De SOTELA San José, Costa Rica, julio de 1942.
La actitud de. Viene de la pág. 232. Escuchando a Gandhi Son las flores del cerezo; son los troncos oscuros; son aguas corrientes, en suave ondulación: es el Potómac esplendente de luz a las siete de la noche. El sol está todavía alto y el día tarda en terminarse; hemos pasado al otro lado de los puentes, los parques del Potómac se extienden más allá. En uno de los kioscos floridos las tazas de té nos llevan la cordialidad a los labios; es una tarde con Leticia y Luis Fernández, nuestro excelente Ministro en Washington; los aviones pasan con ruido zumbador muy cerca de nosotros. yo me vuelvo siguiéndolos con la vista en su oscilar de plata, para verlos aterrizar allá, donde brillan a lo lejos, con la luz de la tarde, los ventanales del Aero Puerto. Los árboles del cerezo han alfombrado de pétalos el suelo. La tarde va declinando todos nos detenemos a recibir la caricia del aire y a contemplar por unos minutos las embarcaciones que cruzan; la brisa mueve las flores del traje de Leticia y el velo de mi sombrero se agita como un adiós. Seguimos hacia el carro que ha quedado más allá, sobre el césped verde y jugoso.
Las aguas azules del Potomac se van alejande nosotros y el auto corre buscando la avenida Massachussetts que pasa por las frondas del círculo Dupont. La silueta familiar de la majestuosa cúpula del Capitolio ya ha quedado atrás, como meciéndose entre un mar de marmoreos edificios envuelta en una débil niebla; también han pasado, al rodar del carro, El Palacio de la Cruz Roja, el de Las Hijas de la Revolución de América y el de La Unión Panamericana; también el grandioso e imponente Monumento en Memoria a Lincoln, reflejando serenamente su blanquísima silueta en las aguas del estanque. En el interior de la gigantesca nave, la estatua del gran emancipador parece todavía recordarnos su oración de Gettysburg haciéndonos sentir que todos los hombres somos hermanos, que todos nacen iguales.
La arquitectura de Washington nos recuerda a cada paso el estilo clásico heleno; columnas dóricas del Parthenón en el Memoria a Lincoln corinthias de inmarcesible acento en La Corte Suprema, y estilo jónico puro de clásicas volutas en la Casa Blanca, donde se plasma el porvenir del Mundo iporque el hombre más grande de la época, un iluminado elegido por ocultos designios, prepara el porvenir feliz de la nueva raza desde su gabinete de la Casa Blanca. Washington, trama prodigiosa que resolverá el porvenir del Mundo. Washington, Ciudad del futuro donde el negro y el blanco son hermanos, porque la obra regeneradora de Lincoln florece todavía y porque una mujer, la Primera Dama de la gran Nación, no se cansa de recomendar que el negro sea visto con amor!
Washington que en su imponderable Galería Mellon guarda el tesoro de los lienzos de Pablo Veronés, dará el grito de esperanza para el Mundo.
Mi esposo tiene un cargo de honor del Departamento de Estado, ha sido invitado a dar una serie de conferencias sobre Literatura Hispanoamericana; conferencias que han sido un He visto y oído a Gandhi una vez, en Paris, en 1931. Gandhi venía de Londres, donde había participado en la Conferencia de la Mesa Redonda. Se le había pedido que explicara en público su doctrina de la no cooperación y de la resistencia pasiva, y había aceptado. La conferencia se realizó en Luna Park, un anfiteatro inmenso. Para entrar tuvimos que hacer cola en la vereda durante una larga media hora.
Había gran gentio. Yo sentía más curiosidad que entusiasmo por ese espectáculo. Después de admirar frenéticamente a Gandhi (a quien conocí a través del libro de Romain Rolland. mi fervor se había enfriado considerablemente por haber leido discursos y declaraciones suyas en que me pareció descubrir un hombre bastante limitado y de un fanatismo estéril.
Mi estado de ánimo, pues, no era propicio para dejarme arrebatar y el aspecto de Gandhi, cuando apareció, poco se prestaba para modificarlo. Enclenque, calvo, feo, vestido con una especie de túnica de lino blanco, no hay en el Mahatma ni sombra de atractivo físico.
La naturaleza, tan generosa con Tagore y Krishnamurti, se lo ha rehusado todo. Pero en cuanto Gandhi se pone a hablar, ya no se plantea la cuestión de la belleza o la fealdad físicas. Este hombre de apariencia insignificante invade el salón entero, nos invade. Esperamos cada una de sus palabras. Y, no obstante, habla sin elocuencia, sin énfasis, sin gestos, sin alzar la voz, sin grandes frases sin nada de lo que habitualmente constituye el éxito teatral de los oradores políticos y no politicos. Lo que explicaba aquel día no era nuevo para quienes conocíamos su doctrina. sin embargo se conmovía uno profundamente. El tono de sinceridad, la fuerza y dulzura de ese hombre son irresistibles. Algo emana de él que obra como un bálsamo. Sentimos que sus palabras son esa verdad para la cual está dispuesto a morir. Para la cual estaríamos quizá tentados de morir si lo escucháramos a menudo. Por la cual llegaríamos a ser fuertes nosotros mismos, pues el ejemplo es una transfusión de sangre. Es ése un hombre que, cueste lo que cueste, vive lo que piensa y para quien el pensamiento no es un juego, una juglería brillante, sin relaciones con la acción. Durante semanas, después de esa función del Luna Park, vivi en una gozosa certidumbre nueva, o, mejor dicho, renovada: la fe absoluta de la energía espiritual la creencia de que ninguna otra fuerza puede doblegarla ni vencerla. Ni siquiera la de las bombas japonesas, piense lo que piense Fernando Ortiz Echagüe y muchos otros. Pero no basta ser inteligente para comprenderlo. Ni comprenderlo ¡ay! para ser capaz de vivir siempre a ese diapasón. Pues estar dispuesto a vivir así es, sencillamente, estar dispuesto en cada instante a morir, y a morir en estado de gracia VICTORIA OCAMPO.
AHORRAR es condición sine qua non de una vida disciplinada DISCIPLINA es la más firme base del buen érito LA SECCION DE AHORROS DEL Banco Anglo Costarricense (el más antiguo del país)
está a la orden para que Ud.
realice este sano propósito: AHORRAR Con JUAN LUIS CAMPOS en México, Apartado de Correos 10428, consigue Ud. una suscrición a este Semanario Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica