Civil War

18 REPERTORIO AMERICANO induce a suponer que desde aquel momento el Everet, el venerable orador oficial, quien al día ron ganados por el presidente Lincoln. Volved a trabajo estaba listo siguiente de la ceremonia escribió a Lincoln: Me leer el discurso, y os servirá como el más acaUna inmensa muchedumbre se reunió al día complacería poder lisənjearme con el pensamiento bado modelo.
siguiente para presenciar la ceremonia. Algunos de que en dos horas me aproximé a la idea cen El tiempo no ha hecho sino confirmar estos cronistas calculan que no bajaba de 50. 000 per tral de la ocasión como usted lo hizo en dos mi juicios del primer momento. Lord Bryce, en la sonas. El presidente Lincoln llegó hasta el lu nutos. La respuesta del presidente Lincoln fué introducción a los Speeches and Letters of Abragar a caballo, en compañía de su comitiva. Iba un dechado de sincera llapeza: Ayer, en nuestros ham Lincoln (volumen 206 de Everyman Livestido de levita negra, y llevaba su famosa galera respectivos papeles, no se le podría haber excu brary) no cree que los discursos de Lincoln puede copa, alta como una torre.
sado a usted el pronunciar un discurso breve, dan servir como ejercicios de declamación en La ceremonia comenzó con una invocación re ni a mí uno largo. Me siento complacido en sa las escuelas o deban ser entregados a los estuligiosa del reverendo Stockton. Luego siguió el ber que, a su juicio, lo poco que dije no fué en diantes a título de modelos de composición. El discurso de Everett, número principal del prograteramente un fracaso.
eminente crítico se excede un poco en su severima. Everett habló por espacio de dos horas. Em El Detroit Advertiser and Tribune elogió el dad, pero en últims análisis no deja de recopezó con una alusión al magnífico panorama que discurso de Everett, pero haciendo la salvedad de nocer que en los discursos de Lincoln no hay se extendía frente al auditorio, con las crestas quien desee penetrar en el verdadero espíritu del ornamentos superfluos. nada charro, nada azules de los Alleghanies como fondo, donde se día y apreciar el espontáneo rasgo conmovedor ocioso. y sobre todo, cuando llega a la orahabía librado la batalla cinco meses antes. Se re que anima al hombre sincero y de mente sencilla, ción de Gettysburg, no puede menos de rendirfirió al ritual funerario de los griegos con sus debe pasar de los majestuosos períodos del ora se ante la sobria y diáfana armonía del estilo.
guerreros muertos. Pasó revista a los orígenes de dor oficial (Everett) al breve discurso del pre Dice lord Charnwood, uno de los más autoriguerra civil que desgarraba al país y trazó un sidente. El Providence journal comentó: No zados biógrafos ingleses de Lincoln, que la oracuadro del encuentro de Gettysburg. Terminó sabemos dónde encontrar un discurso más ad ción de Gettysburg durará lo que dure el idiovaticinando que en la historia de los Estados Uni mirable que el breve pronunciado por el presima inglés. Pero tal vez deba añadirse que durados no habría página más brillante que el relato dente después de Mr. Everett. Podría la más rá lo que dure la noción de la dignidad en los de aquel hecho de armas.
esmerada y espléndida pieza oratoria superar la vínculos humanos. Aunque enunciada en su idioSeguidamente, un club de Baltimore entono belleza, la emoción y la fuerza inspiradora de las ma original tiene matices maravillosos que nununa alusiva a la ceremonia. Mientras se ejecu palabras del presidente? El Springfield Republi ca podrán trascender de las fronteras de aquél, taba este número, Lincoln se preparó para lle can reconoció: El discurso es hondo en el senti la oración de Gettysburg repercutirá siempre, en nar su parte. Se colocó las gafas, sacó un manus miento, compacto en el pensamiento y en la ex todas las lenguas, con la resonancia del voto más crito de uno de sus bolsillos interiores y le dió presión, y elegante y de buen gusto en cada pa elocuente que se haya formulado por el imperio una rápida ojeada. Después se lo volvió a guar labra. Los honores retóricos de la ceremonia fue de la justicia como norma esencial de gobierno.
dar.
Terminado el coro, Ward Hill Lemon anunció: El presidente de los Estados Unidos. Lincoln se puso de pie, extrajo el manuscrito que había examinado unos minutos antes y con voz Las palabras de Lincoln en Gettysburg, el 19 de noviembre de 1863 firme leyó su contenido. El gobernador Andrew, de Massachusetts, copió las palabras del presiHace ochenta y siete años nuestros padres fundaron en este continente una nueva dente en una libreta, y así llegóse a comprobar nación, concebida en la libertad y consagrada al principio de que todos los hombres nacen que el orador, durante la lectura, había intercaiguales.
lado algunas palabras que no figuraban en el texto original Nos encontramos ahora comprometidos en una gran guerra civil que probará si esa El discurso duró cinco minutos. Concluyó cuande el auditorio creía haber escuchado apenas la nación, o toda otra concebida y consagrada como ella, puede perdurar. Nos hemos reunida en un vasto campo de batalla de esa guerra. Hemos venido a dedicar una parte de él como introducción. Un fotógrafo se dispuso últim morada de los que aquí dieron sus vidas en aras de la existencia de esa nación.
una instantánea, pero antes de que enfocara, el orador volvió a sentarse.
Nada más justo y apropiado que hagamos esto. Pero, en sentido más amplio, nosotros Hubo aplausos, pero evidentemente de obligado cumplimiento. La concurrencia no se perno podemos dedicar, no podemos consagrar, no podemos santificar este suelo. Muy por cató ni remotamente de que las palabras que encima de nuestras menguadas fuerzas para añadir o quitar, lo consagraron ya los valientes acababa de oír resonarían después como una de varones, vivos y muertos, que aqui lucharon. El mundo notará poco y no recordará por mucho tiempo lo que aquí digamos, pero nunca olvidará lo que ellcs hicieron. los vivos las hazañas más brillantes de la dicción humana puesta al servicio de la más justa de las causas.
nos incumbe más bien consagrarnos a la obra inconclusa tan notablemente impulsada por los que aqui combatieron. nosotros nos incumbe consagrarnos a la magna tarea que El propio Lincoln declaró a Lemon (el anun nos queda por delante; que recibamos de estos muertos en honra, mayor devoción por la ciador) el mismo día, que su discurso había sido causa a la cual ellos se entregaron con máxima devoción; que aquí resolvamos solemne un fracaso rotundo y que la gente estaba desenmente que no prodigaron sus vidas en vano; que esta nación, bajo el amparo de Dios, gañada. La ofuscación política, por su parte, se vuelva a ver la luz en un renacimiento de libertad; y que el gobierno del pueblo, por el empeñó en presentar la soberbia pieza como uno pueblo y para el pueblo, nunca perezca en la tierra.
de los peores engendros del mal gusto presidencial. El Chicago Times dijo que todos los norteamericanos debían enrcjecer de vergüenza al leer las palabras necias y chatas del hombre tenido La carta de Lincoln a Mrs. Bixby, el 21 de noviembre de 1864 ante los extranjeros por presidente de los Estados Unidos. palabras que eran una ofensiva demosEstimada señora: Me han mostrado en los legajos del Departamento de Guerra tración de vulgaridad y sandez. Un diario de una declaración del Ayudante General de Massachusetts en que consta que es usted maRichmond declaró que con su discurso Lincoln dre de cinco hijos muertos gloriosamente en el campo de batalla. Comprendo lo débil e había actuado como ur payaso. El Patriot and Union de Harrisburg esperaba que en hoinfructuosa que debe ser toda palabra de mi parte enderezada a distraerla de su pesamenaje al crédito de la nación se echaría un velo dumbre por tan abrumadora pérdida. Pero no quiero dejar de ofrecerle el consuelo que puede hallarse en la gratitud de la República, por cuya salvación ellos murieron. Ruego sobre el discurso y que nadie lo volvería a repetir o acordarse de él. Hasta el corresponsal a nuestro Padre celestial que mitigue la angustia de su duelo y le deje solamente la medel Times de Londres informó a sus lectores que moria venerada de los amados muertos, y el solemne orgullo, que usted debe alentar, de haber ofrendado tan costoso sacrificio en el altar de la libertad. Muy sincera y resla ceremonia de Gettysburg quedó en ridículo por algunas de las humbradas del pobre prepetuosamente suyo ABRAHAM LINCOLN.
sidente Lincoln. En una de las paredes del Brasenose College, de la Pero estas flechas envenenadas de la mezquinUniversidad de Oxford, Inglaterra, está transcrita la carta antecedente como un modelo del más puro inglés. dad se estrellarían en vano contra el noble metal de la oración de Gettysburg. Uno de los primeros en apreciar su valor altísimo fué Edward a tomar Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica