REPERTORIO AMERICANO 281 Clemente Orozco en el Palacio de Justicia (Es un recorte. Envío del autor. México, 1941. Ara José Clemente Orozco En la remota república de los Estados Uni.
dos donde todo lo mexicano es considerado at:toctono, aborigen, racial, oſ hablar con elogio de los frescos de Orozco en el Palacio de Justicia, y también de la pendencia que se había originado por su excesividad. Temí que Orozco no hubiera exagerado su último estilo y se hubiera desviado del puro arte, haciéndose apocalíptico y, lo que hubiera sido peor, intelectual.
Al llegar fuí a ver los frescos y quedé asombrado. Tanto, que aun no he salido del estupor que me causaron. lo que sigue sorpren.
diéndome y casi me atemoriza a hablar de ellos, así en público, es que se haya producido una tal obra de arte en un país que por cierto no está aletargado, que está vivo, despierto, que no tiene la piel dura para la belleza y que no ha causado más conmoción que el mitote que desencadenaron los que creye.
ron impertinentes los asuntos. Por qué mares navegan los intelectuales de México. En qué se ocupan pintores y artistas. En qué piensan y de qué se gozan los licenciados científicos? Aquí en su México de hoy se ha realizado algo que ocurre raramente en el mundo y no parecen ellos haterse dado cuenta de que es un prodigio. Qué diríais, mexicanos, si uno de estos días apareciera un santo en el Zócalo y alli sin pedirles nada, empezara a hacer milagros; curara ciegos y levantara lisiados. Qué haríais si uno de vosotros inventara el método de volar sin motor o una máquina de trasmutar metales. Pues algo así ha sucedido. Unas paredes que eran blancas, se han llenado de imágenes incandescentes, cuya vitalidad supera a la del mundo real; sin imágenes eternas, no pinturas de aquellas que el viento sopla y ya no están. Aunque se borraran, aquellas imágenes continuarían viviendo; tienen la calidad de lo absoluto, que no tenemos nosotros; ni yo escribiendo, ni vosotros leyendo. Son bellas. Del tipo de belleza niexicana, volcánica, dinámica, explosiva, apasionada Claro que son aborígenes, autóctonas y raciales; pero no como los cachivaches para turistas, sino conio el espíritu de esta tierra que está en las nubes.
en las montañas, en los árboles y en las gentes. En qué pensaís, mexicanos míos, en que os ocupáis. Qué más revolución que dar al mundo un gran artista y que éste os pinte algo como lo que está en el Palacio de Justicia?
Los frescos de Orozco en el Palacio de Jus.
ticia son el remate de toda su obra. La gigantesca alma adolorida del gran pintor mexicano, ha tenido que estar incubando por largos años su último estilo. Desde los frescos de la Preparatoria, que son el balbuceo de su ge.
nio, hasta los de ahora, treinta años de apl.
cación, meditación elaboración, sin entretenerse en frivolidades de ninguna clase. Un dia estaba yo mirando a Orozco pintar su monumental fresco de Pomona College, cuando se detuvo a mi lado un estudiante lampiño. Os gusta? le pregunté. No le puedo contestar me dijo el jovencito, sólo sé que quisiera hacer mi cosa, se la que fuera que me tocara hacer en la vida, con la devoción que este hombre pinia su pared. he aquí el resultado de esa devoción: los frescos del Palacio de Justicia. Los de la Preparatoria fueron obra juvenil, entusiasta; el fresco de Pomona, obra ya madura, meditada y excelente es el momento clásico de la producción de Orozco. Los frescos del Palacio de Justicia son obra definitiva, trascendental, superándose a sí mismo. La técnica es de una agi.
lidad audacia incomprensibles. Las pincela.
das parecen zarpazos de tigre azteca. Un cri.
tico pedante me objetaba diciendo: Es el fa presto el corre y pasa de un pintor mediocre. Pero Goya pintaba así en sus últimos años. le repliqué. así, presto. Con golpes salpicaduras están pintados los frescos de San Antonio de la Florida. Así pintó Velázquez en sus últimas obras: el espíritu saturado, cargado de visiones no puede entretenerse en diluirlas; rebosan, saltan, se empujan unas a otras, el pintor es su víctinia, tiene que dejar la pin.
celada estremeciéndose, sin difumarla, porque la imagen le agobia, pidiendo que se la haga presente. He hablado de milagros e inventos pero sabed, que es más difícil para una raza producir un artista un verdadero artista el hombre creadoi que un taumaturgo o un inventor No lo creáis, mexicanos, cuando os digan que podréis producir otro Orozco escuelas o sin escuelas no lo creáis os pasaréis siglos hasta que aparezca otro Orozu.
Aprovechadlo, pues, y respetadlo coins se merece. Tendríais que ver los miles de frescos que se han pintado en los Estados Unidos con los recursos que ha facilitado el gobierno, par comprender que aquí ha ocurrido un milagro cuando se pintaron los frescos del Palacio de Justicia.
Antes de acabar, quiero hablar de lo que ha causado el nitote, o sean los asuntos. Como si los asuntos tuvieran nada que ver con la belleza! El arte es creación, invención, realización de formas: el arte produce un universo nuevo, independiente del mundo físico, universo que nos maravilla per su originalidad. esto lo consigue sólo el elemento que llan: mos belleza. Si una obra de arte nos sacude porque revela algo vivo que no existía antes en el mundo y este algo vivo es orgánico, coherente, activo en una palabra, no es un mons.
truo la salud que posee es originada por 10 que llamamos belleza Todo lo que se diga de más acerca de la belleza, que es resultado. armonía de líneas, proporción de formas, equi.
librio de masas es pura bambolla de profeso.
res de estética. Belleza es caracter nuevo. Original, no por copia, ni por cálculo.
Dicho esto, no hace falta añadir que lo úc.
co importante en una obra de arte es que venga belleza y tal como la hemos definido, nadie negara que existe en la obra de Orozco el ei Palacio de Justicia. Pero además, Orozco es un gran pensador piensa sin él darse cuenta.
Pude apreciarlo cuando pintaba el fresco de Pomona: decia preniosamente, tropezando por carecer de terminos apropiados, frases que tralducidas en lenguaje escolástico, encerraban todo un sistema de filosofia. Esto se percibe cn les i:escos dei Palacio de Justicia: la de la pared del fondo es una síntesis de todo quic es, ha sido y será México. Que venga un fiJósofo o un pensador para decirlo más claro!
El jaguar mexicano brinca la bandera defen.
diéndola hay que defenderla como un jaguar. Debajo están las riquezas del subsuelo. No se menciona la agricultura. Estamos y estaremos en el reinado del frijol y el nixtamal el reptil larguirucho se escurre por dentro el costillaje descarnado. Qué más podéis añadir! Así pintando hacia fisolofía Ticiano. Hay más filosofía en su Bacanal que en los escritos de Bacon y Giordano Bruno. La filosofía de Leonardo no está en sus cartapacios de pensamientos. sino en la Gioconda y la Virgen de las Rocas.
Los frescos laterales de Orozco y en el reileno de la escalera del Palacio de Justicia, con su tono gris admirable, reflejan la obsesión de la justicia, la gran justicia que aquí y en todos lados acaba por imponerse. Creéis que no hay mordiscos en la tierra del gringo y del gachupin? También allí se muerde, sólo que los mordiscos son inayores. Aqui se expone el mal y allí se esconde. Aquí cabe la pcsibilidad de que alguien tenga la vanidad de ser incorruptible, iy de que lo sean sus hermanos! Aqui se confiesa el pecado en el lu.
gar santo, en pleno Palacio de Justicia. Aquí se espera, con sinceridad, en que los malos y majaderos serán fulminados. La humana justicia duerme borracha ya le han robado las balanzas, pero cae un chaparrón de fuego y los prevaricadores van a sucumbir sin llevarse los expedientes.
Hubo abades y no de los peores que hi.
cieron pintar en las paredes de sus conventos frescos con todos los desórdenes monásticos, glotonería, rijosidad, pecado nefando. Esperaban que aquellas pinturas provocarían arrepen.
timiento. Quién sabe! Acaso al atravesar delante de los frescos de Orozco, algún magis.
trado o actuario se verá allí como en el espejor decidirá meiorarse definitivamente. Si fuera así, Orozco, además de artista y filósofo hubiera sido reformador. Repito quién sabe! Pero lc que si sé, es que las generaciones a venir admirarán a los que desde ei pedes.
tal del poder han autorizado aquellas pinturas y no sólo los admirarán como hombres de buen gusto, sino también como liberales y fi.
lósofos.
Jose PIJOAN.
con ro Dr. García Carrillo Electrocardiogramas Metabolismo Basal Corazón. Aparato Circulatorio CONSULTORIO: 100 vs. al Oesto de la Botica Francesa Teléfonos: 4328 y 3754 Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica