REPERTORIO AMERICANO 73 que sólo Escritor ensimismado Conversación con Jarnés Jarnés vive en México desde junio del año 1939. Viviría lo mismo en la Argentina o en El Por EDUARDO DE ONTAÑÓN Ecuador; es un caso notable de escritor metafi. En el Rep. Amer. Del libro Viajes y aventuras de los escritores de España, de próxima aparición. sico. posiblemente escribiría igual. Ese jovial lirismo Fijémonos en que viviendo es, justamente, lo hizo maestro de la juventud, no que necesita demasiado del ambiente. Yo le he visto el tiempo de verbo más empleado por el español en plena guerra de España, bajo las inquietudes clásico.
y los bombardeos, escribiendo imperturbable su Los escritores en México buena prosa, que a él mismo hace sonreír de satisfacción. Lo mismo en el barco que nos tra(Pero no nos alarmemos porque un escritorjo, el Sinaia, siempre de curioso recuerdo. Cada que debe estar cobre las cosas, y lo está lo emmañana, entre el bracear y el suponer y el proplee, siquiera sea circunstancialmente. Ojo al yectar de nuestros compatriotas, subía al comediálogo, que está empezando. dor de oficiales con sus cuadernos y su sonrisa. por qué para seguir viviendo. Es que bajo el brazo, y alli linea tras línea se esse preocupa usted demasiado por la vida?
taba jugando con sus amables meditaciones hasta Es que no tengo otro remedio. La primera mediodía. Se trata entonces de lo que llamatemporada, mientras me ofrecían trabajo Regino ria la gente un escritor frío? No; sencillamente Hernández Llergo en su revista Hoy y algunos al revés: de un escritor apasionado, enamorado periódicos, subsistí gracias a que acudió a la esde su literatura, y por lo tanto, ensimismado tación un buen amigo para ofrecerme su casa.
como todo amante.
Después, la entonces Casa de España me piAlguna vez, en estos ratos de charla amisdiá un libro; Xavier Villaurrudia, otro para tosa, que es cuando se suele ser más sincero. Nueva Cultura. la Editorial Séneca otro que me ha dicho: se perdió en la imprenta. No siento esa nostalgia sentimental de Es ¿No ha tenido otros medios?
paña. Claro, puede ser porque nunca me ha tra Ninguno. La estación estaba tan vacía de tado bien, y yo al fin no la debo nada. Desde anigos como lo estuvo el puerto, al niño, no he hecho alli más que sufrir.
dos mexicanos Héctor Pérez Martínez y FerPero eso mismo ya es una nostalgia sentinando Benítez salieron. Entonces me di cuenmental. Aunque la verdad rara en él, que no ta de lo frágiles que son ciertos lazos fratersuele usarla en su vida ni menos en su obra.
Benjamin Jarnés nales entre escritores Después de una hecatombe, las gentes sue¿Abstracción o timidez?
len agudizar su egoísmo. Siempre fue así.
Otro, en un bar: Vivía en Madrid una vida alejada y particu No, pero es que éstos se habían adelantado Escribo mis artículcs para La Vanguardia lar. Como única expresión de solidaridad intea prepararme igual que a los demás una enlectual llamémoslo de manera tan rara iba al de Barcelona, pero nada más por ahora. No trada menos penosa en México. Formaron su me queda tiempo. junta y, dejándonos en Francia suavemente viejo Ateneo, del que le hicieron presidente de la sección de literatura. Al Ateneo de Azaña, que Con su oficina militar siguió la ruta de todas depositados en un campo de concentración, se las dependencias oficiales de la República: una trasladaron a América con el denodado propósito también era tímido, también ensimismado, también tenía un amor de abstraído Provincia tranqulia para que el trabajo cundie de organizar nuestra recepción. Por ellos, hubiépor la prosa.
Cuando se le encontraba casualmente, había después Barcelona. En este tiempo, el trabajora; creo que fué Ciudad Real; luego Valencia, ramos quedado entregados a la caridad pública.
que saludarle con mucho manoteo, como al amiy el espíritu, a lo que se ve siempre dispuestoEl hombre mecánico go llegado de la provincia: le permitieron volver a su literatura. Qué tal, hombre. Qué hizo usted en to Bueno. Pasemos hoja y hablemos de cosas do este tiempo?
Viviendo más gratas. Vamos a ver. qué hizo usted Jarnés contestaba siempre con igual campechadurante la guerra de España?
nería aragonesa.
Ahora, pasada ya la tremenda pesadilla, he Léase este primer párrafo de mi novela ina Pues ahi he estado, trabajando. ver querido dialogar con él sobre esta aventura suya y cabada La casa de los pájaros, y ahí tiene relacuando nos bebemos un vaso de vino!
de todos los escritores de España, sedentarios de tada mi impresión. no es beber; ni a lo Baudelaire ni a lo (Que viene a ser la que anticipamos por nuesWilde siquiera. Ni con pasión, ni con exquisisuyo y, sin embargo, danzando actualmente por tra cuenta. Hela aquí, a la letra. los países más insospechados.
tez. Más bien a lo Erasmo, con erudito placer Desde el comienzo de la guerra, todos mis Jarnés vino a México en ese juego del destino.
movimientos exteriores eran de tal modo mecaEn todos los detalles de su vida está siempre Vive, desde que llegó, de sus colaboraciones. En nicos, indiferentes, que salir o entrar, ir y veuna fonda instalada en un viejo palacio porfiria nir, comer y ayunar, saludar o no de esta o de rondándole la timidez; hasta en esto. Pero con frecuencia se confunde con el ensimismamiento, no, como un hotel de provincia. El balcón de aquella manera, todo, en fin, se producía en mi Dos buenos elementos, al fin, para un escritor.
su cuarto da a una calle central, estrecha, todo sin pasar por dentro de mí. Los brazos, las pierLa vida interior es la del pensamiento. en el día llena de claxones y sirenas de tranvía. Por el balcón se cuelan los letreros de enfrente, un nas, los labios, los ojos, los oídos, aún el mismo cuanto a los tímidos, sabido es que de ellos es estómago, seguían ritmos completamos ajenos a el reino del espíritu.
poco simbólicos. La muestra gigantesca de un dentista le enseña los dientes. Un comercio de mi propio ritmo. De tal moto que me sorprendia a mi mismo verme sonreír a rostros desconoLlegada de la guerra artículos para damas y caballeros le clava un cidos, saludar, beber estrepitosamente en los bares, poético letrero: Angelus. Una zapatería trata pronunciar, repetir frases consabidas, hacer inesPor la Sierra, que es por donde le venían a de recordarle miserias pecuniarias con un letrero perados gestos al compás de los otros. Qué Madrid las calamidades atmosféricas, le vino una El Crédito. Aunque el que es todavía no lo quedaba de mí mismo? Entonces, ni siquiera me más catastrófica en el verano del año 36: la dije? hombre esencialmente enjolgorizado, camlo preguntaba. Algunas semanas transcurrieron guerra. Después se dirá lo que se quiera, pero bia una letra lo llama El Cerdito, mostránsin que pudiera salir de mi doloroso estupor.
la verdad es que en aquel momento, todo el doselo a todos los visitantes. Era la guerra!
que no tenía el alma enconada se dispuso sim Aunque yo bien lo sé. le pregunto de bueplemente a ser útil.
nas a primeras para hacerle hablar: Otra vez el ensimismamiento Jarnés, que era ya oficial de oficinas mi. que hace usted usted aquí?
litares, se le intensificó el trabajo. Al pie de la Contesta sin titubeo, con una franqueza de. su labor? Recuerdo que, entonces, me mesa su cañón se dispuso a la firme tarea. aragonés rotundo: hablaba usted de raras estadísticas.
Un día, en el metro. me dijo. Todo lo que es preciso para seguir vivien. Fui ese ente anónimo y puntual de que la. Allí estoy haciendo estadísticas de todas las do, desde el cuento policíaco hasta la crónica guerra necesita para ejecutar esto o aquello. Hice gallinas de España!
de un concierto. No puedo escoger.
cuanto debía hacer, en mi puesto burocrático de casero. Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica