Civil WarStalinVíctor Raúl Haya de la Torre

Repertorio Americano Tomo XXXIX SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 1942 Sábado 31 de Enero Año XXIII No. 930 No. Sumario. La oración de Gettysburg La oración de Gettysburg y Una carta El arte de hablar Dos cuentos infantiles Haya de la Torre, Fletcher y el Apra El seguro social obligatorio Un llamamiento al pueblo alemán Características de la actual contienda Levadura de gloria Pablo Ynsfran Abraham Lincoln Lorenzo Vives Emmita Montenegro Héctor Medina Planas Modesto Huete Thomas Mann Rafael de Buen Graciany Miranda Archilla Roosevelt Brenes Mesén Respuesta al discurso de Stalin Emma Pérez Viaje sentimental por el País de los Libros Guillermo Jiménez Escolios a una apasionada revisión de Rodó (Concluye)
José Pereira Rodriguez Versos nuevos Salas Pérez El Diablo tiene un hijo Jiménez Alpizar Nueva vida de Hernández Cará luan Marinello.
viaje y La oración de Gettysburg El verdadero orador sería Edward Everett, el más renombrado representante de la cultura acaPor PABLO YNSFRAN démica del país. Everett reunía todas las cualidades necesarias para desempeñar con solemnidad (De La Prensa, Buenos Aires, XI 41. la misión que se le asignaba. Miembro de una rica familia de Nueva Inglaterra, anAbraham Lincoln enriqueció la galería clásica En realidad estaba hecho de la madera de tiguo secretario de Estado, antiguo senador, dide su lengua con dos gemas tan diminutas co los pensadores místicos. Su poderoso intelecto plomático hábil, el primero de los oradores clámo inestimables: la oración de Gettysburg y la y su extraordinario buen sentido sólo despertasicos de su tiempo, presidente de la Universidad carta a la viuda de Bixby. La primera no al ban animados por una fé. Esta dió fuego a su de Harvard, profesor de griego, poeta laureado; canza a exceder de 266 palabras, treinta cinco naturaleza indolente y prestó a sus palabras una a tantos y honrosos títulos y antecedentes sulíneas, en manuscrito del autor, y la segunda dignidad insuperable. Dice lord Bryce que los maba una hermosa ancianidad física, realzada apenas llega a catorce. En tan pocos renglones, discursos de Lincoln son partes de su vida. por la abundancia de sus cabellos blancos y sus trazados como temblorosa caligrafía, Lincoln con porque, en efecto, resuenan como actos de fé, ojos serenos y bondadosos.
densó toda la tersura, toda la claridad todo más que como piezas oratorias.
Tanta importancia atribuyó Everett a su disel pathos de su estilo y de su alma.
La elocuencia lincolniana culminó con la oracurso, que pidió el plazo de un mes y medio para Aunque su carrera fue esencialmente la de ción de Gettysburg, pronunciada el 19 de noprepararse. Cuando concluyó su trabajo (que lleun orador político, en sus discursos no hay ras viembre de 1863 en la ceremonia inaugural de naba cerca de dos páginas del formato de un tros de ampulosidad ni de histrionismo. Son dis un cementerio dedicado a los caídos en la batalla diario) envió anticipadamente una copia impresa cursos que impresionan más bien por su extre que se libró en aquel lugar contra las tropas del mismo al presidente Lincoln, quien al ver mada sobriedad retórica. Extraen su fuerza de confederadas del general Lee, en julio del mismo su extensión recordó una frase de Daniel Webssu dialéctica. Lincoln devolvió al razonamiento año.
ter: Los sólidos hombres de Boston no prouna elocuencia apagada desde los días de oro de Los organizadores de la ceremonia sólo se ha nuncian largas oraciones. Pero subrayó que no las gestas socráticas. Razonaba siempre, pero no bían limitado en un principio a invitar a Lin había riesgo de que se produjera ninguna supara convencer sino para conmover. Cultivaba coln a hacer acto de presencia. Pero posterior perposición de conceptos, pues lo que él (Lincoln)
una lógica de emoción y para ello ponía en sus mente decidieron consultarle acerca de si no pensaba decir en Gettysburg era corto, corto, silogismos cierta estética de evangelio. Esgrimía aceptaría también la misión de pronunciar algu corto.
un instrumento mental, pero buscaba el corazón, nas palabras consagratorias del lugar, como jefe Lincoln trazo en Washington el primer borrano la mente, de su auditorio.
del poder ejecutivo.
dor de su discurso, pero no se mostró satisfecho de esta tentativa inicial. Dijo que sus ocupaciones no le daban tiempo para madurar algo THE GETTYSBURG ADDRESS.
mejor. No queda indicio, sin embargo, de que Four score and seven years ago hur fathers brought forth on this contra deshiciera lo hecho, y parece seguro, por el contrario, que llevó consigo aquel borrador en el new nation, conceived in libertad dedicated to the proposition data tren que le condujo a Gettysburg en la víspera are created equal. Now we engaged in a great civil war, tot de la ceremonia. Durante el trayecto, en ocathat nation, or any nation so otten and so dedicated, can long ende sión en que conversaba en un coche con un gruare met on a great battle aar. We have come to dedicate po de acompañantes ante los cuales había solof that field as a final res hose who here gave the tado algunos de sus inevitables cuentos Bation might vantó de repente y declaró: Caballeros, esto es muy agradable, pero la gente espera que yo les diga algo mañana y debo pensar en el asunto.
TON se retiró hacia un departamento privado.
agabo El tren presidencial llegó a Gettysburg el 18 de noviembre al oscurecer. Lincoln se alojó en la casa del juez Wills, donde ya se encontraba Clean Everett. las 10 de la noche subió a su habitación y se sentó a escribir. Poco más o menos a las 11, llamó al dueño de casa y le expresó nat rom.
devo su deseo de ver al secretario de Estado, Seward, que era huésped de una casa vecina. El juez Wills se ofreció a ir en su busca, pero Lincoln Threedom verment of the manifestó que iría él mismo. Tomó los papeles shall not perish que tenia delante y salió a la calle.
Regresó poco después de medianoche. No se sabe si Seward introdujo alguna modificación Abraham Lincoln está diciendo su memorable discurso de Gettysburg.
importante en el borrador de Lincoln, pero todo se leAs sis e tor)
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