Nazism

126 REPERTORIO AMERICANO TATUAJE Dios que oye el silencio. el tiempo. los guijarros. los hombres que ruedan a los vórtices!
No tiene reposo. Canta la naturaleza por placer estético, pero sin amarla, sin intención de entrega, menos de entrega vitalicia, como sucede con los poetas que cantan el suelo. Walt Whitman, siendo oceánico, convive en amor con los valles y los lagos de su América sajona. Escudero tiene una posición distinta en la naturaleza. Aunque en algunos poemas parece darse en oblación amorosa, en ninguno se aquerencia. La línea determinante de su estructura poética es el horror a la naturaleza y el miedo cósmico, que, al ser horror y miedo, conllevan atracción. Este espíriti se expresa en la primera parte de su poema Exodo y en Tatuaje, que, para mi, resume el valor esencial de la poesía de Escudero y alcanza su más sustantiva forma.
EXODO ¡Huir!
Con las alas tendidas.
Con la desgarradura en el costado.
Con la escarcha en los ojos. Huir!
Hacia los vórtices.
Hacia los remolinos de astros.
Hacia las vorágines de tiniebla.
Hacia la luz que prende la luz.
Hacia la fotosfera de Dios.
Hacia nosotros mismos.
Este Escorial que llevo adentro.
Angustia mía en piedra viva. 673 ventanas para estrangular a la sombra, 200 puertas: 200 bocas cuadrangulares sin dientes.
16 patios sitibundos. torres como navajas.
Herrumbre de los metales negros y de los muertos calcinados. sol, más sol, siempre más sol. Qué se hicieron mis gritos al morder estos muros. Qué mis luces perdidas. tatuajes de la noche verde en la tiniebla que galopaCohetes ebrios de mil años. En dónde estoy que ya no estoy en mi mismo. Qué enfiladura de oro centellca en este pleamar de mi vientre?
Grilletes de luciérnagas se anudan en mis manos.
Soy un San Sebastián con los venablos de los ecos.
Vértice y vórtice.
Columpio en el Maelstrom.
Arbol de resonancias universales con ramas de alaridos. Por qué los rios no se levantan como penachos. Por qué los muertos no caminan?
La única arquitectura de infinito es la tierra.
Cúpulas y ábsides de las cordilleras.
Columnares del viento.
Atrios de las estepas. ventanas del océano. el fin sin fin que está en nosotros, astillas cósmicas de miedo, insectos mínimos que apagamos los élitos, alondras ciegas en silencio.
Este Escorial que llevo adentro no es mio.
En la rada del tiempo hay un bosque de mástiles de acero.
Alas, olas, hélices.
Funiculares de trombas.
Montañas rusas de arcoiris para todos los éxodos.
Vamos con todos los muertos.
Es necesario no saber nada.
Cuando las alas de los murciélagos revolotean sobre nosotros paraguas contra la lluvia de estrellas Cuando las uñas de las manos han crecido siete centimetros hojas para matar a los niñosAtrás, atrás todo.
Aprendamos a dar coces, que todos los perfumes murieron en las axilas vagabundas.
Venga el tonel del amontillado para enterrarnos vivos.
Escorpiones en medio de una elipse de fuego.
Este Escorial que llevo adentro.
la ataca Con España siempre. De La Prensa Libre, San José de Costa Rica, 14 de abril de 1942. Me invita el Sr. Arriaga a que diga algo en el nuevo homenaje de los republicanos españoles de Costa Rica a su España eterna, en estos días del Abril memorable.
Con mucho gusto lo hago; donde cuando se honra quiera a España, yo sin vacilar me pongo en la primera fila. Me siento orgulloso de haber procedido siempre así. Qué no hacer, hoy más que nunca, por la España Republicana que admiramos y queremos, ahora la Peregrina, en América y en el mundo? España fue en Europa la primera víctima del nazismo agresivo y funesto. Del año 36 al 39 la defendimos sin sosiego, abogamos por ella en toda forma. Cuántos sordos, y cómplices malvados, en aquellos años trágicos, en España, en Europa y en nuestra América!
Muchos de los que ahora alardean de demócratas fueron entonces enemigos de España, tontos crédulos asustadizos y equivocados unos, pillos inteligentes otros, seguros de la ruta de sangre y fuego que seguirían los nazis en Europa y en el orbe. Ante la tragedia actual, desatada por los malhechores fascistas Europa y en todas partes, el recuerdo de lo que hizo España por salvar la libertad de los hombres es algo que honra y enorgullece a una raza. Lástima grande que los otros Poderes en Europa y en América, estúpidos, o traidores, o calculistas, no le ayudasen.
Si España hubiera sentado en raya al nasismo invasor, la suerte del mundo había sido otra. Por eso en estos días, no hay hombres oprimidos o ain libres, en ambos casos en orfandad o amantes de la libertad y de la justicia como bienes supremos, que no piensen con gratitud en la madre España, en lo que sufrió, en lo que hizo, en lo que no pudo hacer. allí está, como otras naciones de Europa, clavada en su crus de oprobio y sacrificio, en espera de su independencia para vivir con normas propias su vida de pueblo digno. Renovemos, pues, en estos dias de Abril, la fe en el triunfo de las armas buenas y justicieras que han de traer a los pueblos esclavisados por el nazismo, la libertad con que sueñan. GARCÍA MONGE.
Cuanto a su posición frente a la realidad, merece señalarla. diferencia de los demás poetas vanguardistas, que se burlan, que hacen mofa de la realidad, Escudero la ataca fieramente. Rara vez infantil. Hemos recordado ya la infantilidad como elemento en el arte de vanguardia. Acre en veces; antitético en la concepción romántica de la vida y las cosas, sus imágenes audaces, arbitrarias, han suscitado en círculos estéticos almibarados más de una violenta polémica literaria. En su poema Ciudad Antártica, por ejemplo, el vientre de una joven en cinta es un acordeón que aúlla. Pináculo sagrado era, en la plácida exuberancia de la Grecia antigua, para los estetas populares. Es decir con la metáfora la comparación y la imagen, como expresión interpretativa del espí.
ritu y el carácter de una época.
En el mes de septiembre de 1933, atlaido.
Escudero por Nueva York, se trazo en su itinerario, entre París y su patria, la ciudad fantástica, y ahí cayó. Sacudida su sensibilidad de poeta cósmico por la gran metropoli, una mañana, en su cuarto de hotel, suspendido sobre el vasto panorama de Manhattan, me recibió con este poema, Cuaderno de Nueva York en Llamas, que viene a propósito leerlo, ya por el motivo de la composición, familiar a los aquí reunidos, ya por la reiteración que hace de las cualidades del poeta. Apreciaréis en él otra vez el hallazgo de la imagen para reprodocir la visión objetiva, el vigor de la estructura poemática, el tono tenso y en torbellino de la canción, con una fuga final de conmoción social, nota nueva en la obra poética de Escudero.
Dice así: CUADERNO DE NUEVA YORK EN LLAMAS Yo traía una sed sin tiempo de ascuas geométricas en movimiento.
Todo mar es horizontal, como las mujeres que aman, como las hélices de los autogiros nómadas, como la muerte iarga.
Archipiélago de sonido en un bosque de barcos.
Naipe de radas entre los dedos marineros.
Manos arriba de los grúas ante las luces artillerds. Quién dijo que en Nueva York hay estrellas!
Esta es mi cordillera.
en tantas Costa Rica, abril del 42. Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica