AntifascismFascismHitlerNazism

REPERTORIO AMERICANO 283 era imposible su participación, pues que cuando se cometió hacía tiempos se hallaba ya en la prisión.
150 años de cárcel! La vida entera.
Entre tanto, su esposa, Olga Benarió Pres.
tes, en un campo de concentración en Alemania. En ese campo de concentración nació la hija del Caballero de la Esperanza, Anita Prestes, a la que una campaña internacional logró sacar de Alemania. La niña se encuentra en Méjico con su abuelita, la madre de Prestes, desterrada también de su patria.
Mientras Prestes estuvo en libertad, lucho por mejorar las condiciones del pueblo brasileño y fué de los primeros combatientes que tuve en América el fascismo; y fué una de las primeras víctimas del nazismo en nuestro continente. Su esposa alemana, ie fué arrebatada por la garra de Hitler para internarla en un campo de concentración.
Pero este hombre que tiene una condena de 50 años de presidio, que ha sido torturado, que le han aventado de su lado a su ma dre, a su esposa y a sus hermanos, que no conoce a su hijita, nc clama en estos momentos contra el Gobierno que lo ha maltratado. Su voz no se levanta para acusar a sus enemigos, para increparlos por su crueldad, sino que se levanta para pedir a sus compatriotas que se unan para luchar contra el enemigo de la humanidad, contra el nazismo. Su visión de rewolucionario aunténtico, va más allá de su propia sombra, va miles de leguas más allá de su justo rencor. Su yo no cuenta, cuando está en juego el destino de la humanidad.
Nuestro Partido y las organizaciones trabajadoras de Costa Rica pusieron su grano de arena para conseguir la libertad del gran antifascista yanqui, Earl Browder. Ahora nuestro Partido y las organizaciones de trabajadores y todos los sectores conscientes y honrados, deben ayudar también para conseguir la libertad de este otro gran antifascista brasileño que se llama Luis Carlos Prestes.
suenen en él y que, en él, con un unísimo des.
pertar, ellas é! salgan juntos del sueño. Isola Gómez se abrió al canto. Gajo de sonidos, su libro vino a caer en mis manos, y luego. cuando Toeil recule un siécle aux provinces de ame. como el poema de St. Perse muchas veces sus poemas me lanzaron al recoruido del sueño. en ese país del sueño, sin fronteras y sin contornos exactos he oído que me dice una antigua voz de bacante: Gozar que el aire viene envuelto entre las nubes.
en(Es un recorte. Envío de la autora) siguiendo su feliz itinerario, el canto cuentra un remanso de aguas claras. Isola Gómez se torna en la ninfa del pozo. Egeria de una quietud y paz inefables.
Ya en ese pozo quería clavar al risco mi yedra remojando el agua dulce que congelala la piedra.
Pero llegan momentos de plenitud. Es decir, después del ansia, la euforia, la alegría de sentir la vida expandiéndose en nosotros. No podría esto servir de estribillo para un coral aionisíaco. Isola grita: Sentir juntos, la esen. ia que extendida habla a voces.
En otro poema (Tierra adentro. su can.
to tiene acentos panteistas y eugenésicos, de pagana comunión con la naturaleza, cuando, tras cscalar la grama con su cuerpo de Afrodita exclama: Prosa humorística (En el Rep. Amor. Dos hombres Quizás no eran ni amigos. Sentados a la pas, en un camión, vieron pasar una muchacho.
Uno dijo. Fijate qué linda! Exactamente lo que me hace falta para ser feliz. El otro la mi.
ró, pensó un momento, y exclamó: mí lo único que me hace faita es un mecate paru ahorcarme.
cha, dijo la mayor con cierto desprecio, no hables tonterías. No te das cuenta de que la gente va a pensar que estás muy mal casada y que seguramente tu marido te apalea todos les dias. Dos mujeres En la casa de una modista conversaban dos mujeres. El tema, poco armonioso, amenazaba con extinguirse debido a la disparidad de opiniones. Sabes, decía la cuarentona, que para ser casada te hace falta un poco más de peso?
Tienes que engordar. Te lo aconseja alguien que sabe bastante de la vida. Odio la obesidad, respondió la más joven, porque me hace sentirme matrona venerable, y eso me molesta más de lo que te puedes imaginar. Pero muchaUn niño La Navidad estaba próxima. La gente presirosa, recorría las tiendas para hacer sus compras. juanito, muchacho de ocho años, miaba y remi ala el gran surtido je muñecas en un aimacen. Ai notar que nadie prestaba cui.
dado a su presencia, escondió una, bastanie grande, debajo del brazo, cubriéndola con sx saco. Silbando y con aire distraido se dirigia a la puertų para salir, cuando sintió que le quitaban su tesoro, jalándolo por los pies. Qué imbécil soy, dijo: Se me olvidaron las patas.
Desatado el cabello.
contra la hierba seca crujirá vastamente, Por su influer. cia en mi, tierna, como sedosa arena, rodare juntamente.
Al descubrir aspectos de una inquietante espera.
resbalaremos jurios sobre la tierra nueva!
VERA YAMUNI Su experiencia poética sugiere repentinos in.
mersiones subconscientes en el mundo fenoménico. Así, en Fondo de un portal, expresa con cierto esoterismo: Costa Rica, agosto de 1942.
Tentativa de interpretación de Isola Gómez en su libro Sonido (De la Revista Nuevos Horizontes. Managua, VI 42. Siendo naturaleza el rastro que se esconde, y traga de los musgos todo el color del cobre.
Rainer Maria Rilke, poeta en los tres estados de la conciencia, decía que había que sufrir, amar soñar mucho durante un largo periodo vital para escribir un solo verso, una sola línea que fuera poesía de verdad. Unica.
mente así se logra arrebatar, como Prometeo.
un poco de fuego al sol de la Eterna Belleza.
Así, viviéndolos en mi subconsciente, en apariencia de dormidos, he podido arrancar algu.
nos secretos a los poemas de Isola Gómez, desde 1940.
Ha sido ella misma quien me ha llevado de la mano, entre sueño y sueño, a través de las cóncavas resonancias de su libro Sonido (Editorial Cultura, México, Porque abrir sus páginas es lo mismo que emprender un viaje en la música, precisamente de camara, interior, que casi juraría como la revelación del ser de Isola. Es por esto que su forma poética neoclásiga no encaja tanto en ia materia literaria como en la modalidad musical. en esta forma parece que Isola Gómez se recrea, creándose de nuevo con sus anhelos, ansiedades, apetencias, recuerdos y conquistas espirituales. Fabrica, digámoslo así, su mun.
do intimo, eólico y al mismo tiempo cósmico, que transforma sus voliciones en agentes de los ecos del Universo.
Sonido constituye, fuera de toda disquisición de carácter literario, una valiosa experiencia er búsqueda de sí mismo. En la contemplación de la naturaleza, en el amor, en el dolor y en el éxtasis, el Yo realiza una comunión telúrica y espiritual teñida todavía por el deseo; pero que se evade, a ratos, hacia los planos de esa serenidad sin tiempo y sin espacio, óptimo fruto de todas las filosofías. En este sentido, se presiente que Isola Gómez ha tenido, igual que Rilke, la intuición de esperar que subiera, de las profundas raíces del ser, su sinfonía. Desde el primer poema nos dice: El corazónó da orilla entre la forma, altar profuso, donde alerta espera.
Llevada por ese afán de descubridora, Isola Jlega a esculpir dos figuras que se rolacionan entre sí. Su propia figura física, vibrante de emociones vitales, y una alegoría radioactiva de la materia, manifestada con el simbolo cosmogónico del fuego.
Toda mi tinica entonces.
sobre mi relieve vivo; ella incorpora cerizus de una nusa incineradu: Sé tú el profano en las aras.
precursoras del sentido. luego: Hay luminares hondos en el arco de la propia. materiaen círculo de luces opalinas, que ondulan como ruedan las estrellas! en otra estrofa: Durante el ciclo de los años puedo dejer escrito lo que hendió el sonido Cuando su alma estaba lista, porque, como dice Maritain, el poeta no puede expresarse en una obra sino a condición de que las cosas re.
En Sonido quizá otros encontrarán matices más de acuerdo con ciertos ritmos poéticos en boga, dignos de su preferencia. Poemas, por ejemplo, como La chiquillada, Caminos solos.
y Mi grito, corresponden a emociones perfec Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica