332 REPERTORIO AMERICANO Canto a Stalingrado Por PABLO NERUDA (En el Rep. Amer. En la noche el labriego duerme, despierta y hunde su mano en las tinieblas, preguntando a la autora: alba, sol de mañana, luz del dia que viene, dime si aún las manos más puras de los hombres defienden el castillo del honor, dime, aurora, si el acero en tu frente rompe su poderío, si el hombre está en su sitio, si el trueno está en su sitio, dime, dice el labriego, si no escucha la tierra cómo cae la sangre de los enrojecidos héroes, en la grandeza de la noche terrestre: dime si sobre el árbol todavía está el cielo: dime si aún la pólvora suena en Stalingrado.
Stalingrado, acuden a morder tus entrañas, Nueva York baila, Londres medita, y yo digo merde, porque mi corazón no puede más nuestros corazones no pueden más, no pueden en un mundo que deja morir solos a sus héroes. el marinero en medio del mar terrible mira buscando entre las húmedas constelaciones una, una, la roja estrella de la ciudad ardiente, y halla en su corazón esa estrella que quema, esa estrella de orgullo quieren tocar sus manos, esa estrella de llanto la construyen sus ojos. Los dejáis solos. Ya vendrán por vosotros. Los dejáis solos. Queréis que la vida huya a la tumba, y la sonrisa de los hombres sea borrada por la letrina y el calvario. Por qué no respondéis. Queréis más muertos en el frente del Este hasta que llenen totalmente el cielo vuestro?
Pero entonces no os va a quedar sino el infierno.
El mundo está cansándose de pequeñas hazañas en que en Madagascar los generales matan con heroísmo cincuenta y cinco moros.
Ciudad, estrella roja, dicen el mar y el hombre, ciudad, cierra tus rayos, cierra tus puertas duras, cierra, ciudad, tu ilustre laurel ensangrentado, y que la noche tiemble con el brillo sombrio, El mundo está cansándose de otoñales reuniones presididas aún por un paraguas, el español recuerda Madrid y dice: hermana, resiste, capital de la gloria, resiste: del suelo se alza toda la sangre derramada de España, y por España se levanta de nuevo, y el español pregunta junto al muro de los fusilamientos, si Stalingrado vive; y hay en la cárcel una cadena de ojos negros que horadan las paredes con tu nombre, y España se sacude con tu sangre y tus muertos, porque tú la tendiste, Stalingrado, el alma cuando España paría héroes como los tuyos.
Ciudad, Stalingrado, no podemos llegar a tus murallas, estamos lejos. Somos los mexicanos, somos los araucanos, somos los patagones, somos los guaraníes, somos los uruguayos, somos los chilenos, somos millones de hombres.
Ya tenemos por suerte deudos en la familia, pero aún no llegamos a defenderte, madre.
Ciudad, ciudad fuego, resiste hasta que un dia lleguemos, indios náufragos, a tocar tus murallas con un beso de hijos que esperaban llegar.
Stalingrado, aún no hay Segundo Frente, pero no caerás aunque el hierro y el fuego te muerdan dia y noche.
Ella conoce la soledad, España, como hoy, Stalingrado, tú conoces la tuya.
España desgarró la tierra con sus uñas cuando París estaba más bonita que nunca.
España desangraba su inmenso árbol de sangre cuando Londres peinaba, como nos cuenta Pedro Garfias, su césped y sus lagos de cisnes. Aunque mueras, no mueres!
Porque los hombres ya no tienen muerte y tienen que seguir luchando desde el sitio en que caen hasta que la victoria no esté sino en tus manos, aunque estén fatigadas y horadadas y muertas, porque otras manos rojas, cuando las vuestras caigan, sembrarán por el mundo los huesos de tus héroes para que tu semilla llene toda la tierra. Joaquín le van estos versos, salud. Pablo Neruda. Hoy ya conoces eso, recia virgen, hoy ya cc)2oces, Rusia, la soledad y el frío.
Cuando miles de obuses tu corazón destrozan, cuando los escorpiones con crimen y veneno, Alma hebraica en castellano de América (En el Rep. Amer. EL INSTANTE (Acogemos al joven poeta y Profesor hebreo Lgón Gruszko. Alecciona a jóvenes de la colonia israelita Costa Rica en San José y Cartago. Hace años vive con nosotros. Anhela darle expresión a su lírica en lengua castellana.
Hemos de ganarlo para nuestra cultura, nos interesa mucho el caso. Para él quedan abiertos los diversos caminos del Rep. Amer. Que el eco es un mundo y eternidad el segundo en sones de David canto.
El reino feliz que los sabios niegan cincelo en el mármol de este mi verso.
en Ahora que es quietud y oro la tarde, y la madurez en un bese junta la naranja llena y el césped verde, 120 recordaré que es fuyaz la dicha.
Ahora que el vino lle a mi cántaro, y en el campo el viento la mies ondula, anunciando el pan, con dulce murmullo, no pienso en el tiempo que es pasajero.
Ahora que oscuras manadas van, con ubres henchidas, por los caminos, esparciendo olores, a leche y hierbas, no evoco que todo es instante breve.
Ahora que es quietud y oro la tarde, ahora que el vino llena mi cantaro, ahora que mi lecho es puro y fiel, el momento alado en mi arpa eternizo.
AY, COMO AGOTA EL AMOR Ahora que en paz estoy con mi Dios, sin dudas ni quejas que me atormenten, y es cual campanita de plata el salmo, soy rey del minuto que es universo.
Vengo tendido de amor, con dientes rojos en el pecho.
Enrosca noche en el noño, olor a tierra en el cuello, la morena con dos soles, Ahora que mi lechos puro y fiel, y en sus venas ella una vida teje, sintiendo en mi sér arraigo profundo, soy eternidad y dueño del mundo.
De instantes fugaces soy el artífice: el breve segundo en ancla convierto; me refugio en átomo de lo eterno.
Como Josué soy, cuando frente al sol.
Hinchen mis carnes tus besos; surgirá un árbol en mis venas. Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica