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296 REPERTORIO AMERICANO los an.
Rodó es nuestro ochocentistas, que para fortuna nuestra ya están cerradas en América, encontramos a los radicales Habla el Ministro de Educación de Colombia que eran empujados a viva fuerza hacia la negación religiosa y que en la paz de sus hogares doblaban humildemente la cabeza pidiendo mi(Recorte. Envío de Aguilar Machado.
sericordia divina, enfrentados con carlistas de De El Tiempo. Bogotá, agosto, 1942. ocasión, que placenteros sensuales agarraban el estandarte de Cristo para amenazar con él y conMuy solemne y distinguida resultó la ceremonia el principio de convivencia humana que distin sumar en su nombre las más crudamente humaque se efectuó ayer (lunes de agosto de 1942)
al continente americano para ejemplo del gue a las 11 y media de la mañana con motivo de nas, las más impúdicamente alborozadas venganla inauguración del busto del ilustre pensador, fi mundo y esperanza de las naciones. La frase pro zas de sus odios personales.
lósofo y literato uruguayo José Enrique Rodó. fética de Bolívar, cuando dijo La libertad de De aquella historia quedaban vestigios demaBusto que fue obsequiado al Jefe del Estado por América es la esperanza del universo. vino así siado visibles cuando Rodó inició su prédica de el acaudalado y entusiasta amigo de nuestra patria a adquirir una significación perfecta, y es hoy tolerancia y convivencia. El mismo, acercándose don Alejandro Gallinal, y que quedó emplazado en el cruzamiento de la Avenida Caracas con la el punto de claridad, el nudo de luz hacia donde a la sombra de Renán, no comulgaba en la Iglecalle 37.
la dirigen los hombres su mirada en medio de la sia que afirma la divinidad de Jesucristo. En el angustia y zozobra que nos cercan y aprietan alma Uruguay había muchas gentes de corte radical Excelentísimo señor Presidente de la repúy corazón.
que querían hacer ostentación de antirreligiosidad, blica, señor ministro del Uruguay, señores miemDe este nuevo espíritu fue maestro incom y la Comisión de Caridad y Beneficencia Pública bros del cuerpo diplomáticos, señoras, señores: parable el hijo del Uruguay, cuya gloria hoy sancionó la expulsión de los crucifijos de los hoscelebramos. Quizá ningún otro hispanoamericano pitales. La junta supuso que Rodó como liberal, Hace dos días consagró la república un bronce ha dicho en muchos años palabras tan aladas, aplaudiría un acto semejante. Mal fundada espea Carlos Restrepo. Hoy venimos a tributar el cuyo mágico y musical revoloteo se haya escu ranza. Cuando uno de los autores del desplante mismo homenaje a José Enrique Rodo. La hora chado con tan fervorosa alegría en nuestros pue pidió al maestro su opinión, Rodó escribió aquedel recuerdo en la inmortalidad viene así a jun Elos. Cuando, invocando el genio de Ariel, abrió as cartas magistrales que luego se han publitar estos dos nombres, cuyas vidas paralelas se su cátedra para la juventud en el libro más cado bajo el título de Liberalismo y Jacobinismo conjugaron muchas veces en el espíritu de los popular que conocimos los universitarios de en y que son una lección tan oportuna como elocolombianos, y fueron para nosotros, en un ins conces, su mano de maestro fijó en unas pocas ouente del nuevo espíritu americano. Una cotante decisivo de nuestra historia, fuentes de páginas lo que en confuso anhelar iba siendo el misión de caridad que expulsa del seno de las un mismo noble y generoso estímulo, que le im principio de una recreación de nuestra vida. Qué casas de caridad la imagen del Creador de la primió sello inconfundible a los primeros com bien flotaban, cerrando el paisaje atormentado caridad del que la trajo al mundo como sentipases de una vida de fecundas rectificaciones y que dejamos atrás, aquellas palabras suyas, en miento y como doctrina no ofrece, para quien nuevos propósitos.
que invocaba a Ariel, genio del ære que es el desapasionadamente lo mire, espectáculo menos Rodó y Restrepo aparecen en nuestra escena entusiasmo generoso, el móvil alto y desinte desconcertado, ni menos extraño. agregó: La política e intelectual en el preciso instante en que resado en la acción, la espiritualidad de la cul caridad es creación, verbo, irradiación del fundadebe hacerse la liquidación del siglo xix. Del pro tura, la vivacidad y la gracia de la inteligencia, dor del cristianismo. El sentimiento que levanta pio modo como en América el siglo XIX puede el término ideal a que asciende la selección hu hospicios para los enfermos, asilos para los medecirse que empezó en 1810, el xx abre la flor mana.
nesterosos, refugios para los huérfanos de sus años en 1910. Hacia esta fecha, que entre Si algo reclamaban las juventudes de América cianos, y los levanta a nombre del amor que idennosotros fue exacta, un nuevo plan de vida le era una carta de paz como la que extendió la tifica al protector y al socorrido, sin condición de fue insinuado e impuesto a la república. Las lu pluma de Redó, no para dormir en ocio placen inferioridad para ninguno, es por lo menos denchas apasionadas, románticas, sangrientas, que tero, sino para levantar repúblicas activas, forta tro de la civilización y la psicologia histórica de hasta entonces formaron en cada país de Amé lezas de libertad y democracia, a las cuales pu los pueblos occidentales absolutamente insepar. ca dos partidos igualmente radicales, fueron el diera aplicarse la pasión de superarse, que es table del nombre y el ejemplo del reformador a preludio caótico que suele presidir siempre a la esencia de la vida americana. Al propio tiempo, quien hoy se niega lo que sus mismos proscrioformación de una conciencia nacional. De ese la actitud de Rodó, que desde entonces ha sido tores no negarían tal vez a ningún otro de os pasado no debemos abominar, porque sirvió para la de América, era una actitud elegante, que grandes servidores de la humanidad: el derecho medir la sinceridad de las convicciones, de una lo mismo se distanciaba del fanatismo carlista, ce vivi perdurablemente en imagen en las parte, y la esterilidad de los principios irreduc que del fanatismo anticlerical. Cómo vemos des instituciones que son su obra, en las piedras asentibles y absolutos de la otra. través de la de entonces lo rústico y falaz de esa política, que tadas para dar albergue a su espíritu, en el campolémica contradictoria y brava que tiño de sangre quiso precipitar a los pueblos en una lucha reli po de acción donde se continúa desenvuelve las horas juveniles de nuestras repúblicas, se giosa, en la cual podría decirse que sólo se olvido Su iniciativa y su enseñanza.
impuso este nuevo espíritu liberal y tolerante en una cosa: la religión de Cristo. Cuando volve Quizás no sea posible ya darnos cuenta exacta que hoy se desenvuelve nuestra vida, y que es mos los ojos hacia ese tema de las polémicas de lo que palabras semejantes significaban apenas hace treinta y cinco años. Tan lejos nos encontrar. oz ya de una época que sólo a veces recuerdan ahora algunos hombres extravagantes, ausentes de la realidad en que vivimos. El radical que excusa a Cristo del hospital, lo mismo que el carlista que no tolera que su adversario se ampare bajo la sombra protectora de su doctrina cristiana, son ejemplares de sectarismo que apenas sirven para el estudio a lo vivo de épocas históricas. Pero Rodó estaba actuando en el filo de los dos siglos. él llegaba el rumor de la contienda no bien extinguida y ante sus ojos limpios se abría la claridad del mundo por verir. Apasionado por las juventudes, con una noble inspiración que le movía a situar la lucha intelectual y la acción de las nuevas generaciones en Janos de más fecundas posibilidades, enderezaba el mundo americano con su mano segura y la gallarda limpidez de su prosa ejemplar.
El busto que hoy se inaugura en Bogotá, y Junto al busto de Rodó, la ceremonia inaugural que es generoso regalo a Bogotá del ciudadano uruguayo Alejandro Gallinal, quedará aquí como En la fila delantera, de izquierda a derecha: Aguilar Machado, en su propia tierra. Aquí lo rodeamos de tanto Embajador de Costa Rica; Cornelio Hispano; detrás, Sanín Cano; afecto y cariño como puede hallarlo en MonteGonzalo Zaldumbide; en el centro: El Ministro de Uruguay; y los video. No pudo hacerle a Colombia mejor regalo Embajadores de Venezuela, del Perú y de Cuba. Concluye en a pág. 302. BRIXENSIS Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica