1Repertorio Elmericano.
Tomo XXXIX SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 1942 Sábado de Julio Año XXIII No. 941 No. 13 Sumario: Revaluación de Almafuerte Teoría de Almafuerte La guerra simple y la Guerra Profunda Auri sacra fames Meditación ante la Virgen de las Orquídeas Simbad Adolfo Mitre Jorge Luis Borges Waldo Frank Victor Lorz Yrola Gómez Retrato del Fausto aimara Fernando Díez de Medina Augusto Halmar.
Marta Brunet Problemas Americanos, por el Dr. Eduardo Alvarez Alejandro Alvarez Suite del oleum lini Laporte Soto Simbad Hispano América Raúl Zamora Brenes Cuando hace cinco lustros el 28 Un poeta y su posteridad píritu de la época. Era un sencillo de febrero de 1917 se apagó la vida maestro de escuela rural, cuarenton de don Pedro Palacios, el país Revaloración de Almafuerte e iietrado, cuando La Nación putuvo la sensación de haber perdido blicó en 1893 su primer poema. Por (De La Nación, Bs. Aires, 22 de febrero de 1942)
a un gran poeta. El pueblo sufrió título llevaba un interrogante, por como un desgarramiento vital el tránfirma la afirmación jactanciosa del sito de quien habíase erigido en su seudónimo, y las esmeradas estrofas apóstol, y voces estremecidas de conrevelaban, sin duda, una sensibiligoja y de orgullo entonaron su loa dad lírica auténtica y un pulcro senen términos de admiración suprema.
tido del arte: Hablóse del genio y de Dante y de Shakespeare. y, entre tanto y Comezón de vivir, de ser siempre, tanto ditirambo un concepto apareció de escalar de una vez la montaña.
con insistencia de motivo conduc¿Quién os puso en la sar. gre. Qué tor de exaltación tan inusitada: la objeto posteridad, aureolándolo de gloria, tendrán los deseos, tendrá la esperanza?
resarcería al bardo de la ingratitud Cuando vivan la vida sin muerte, de sus contemporáneos y rendiría así póstuma justicia a su espíritu excepperfectas y eternas y lib: es las rozas, cional.
įvolverán otra vez a la sombra Esa ingratitud era, en realidad, un como antes malditas, como antes esclavas. tanto relativa, pues el poeta gozó en vida de una popularidad como proEs lo mejor a nuestro entender bablemente no conoció otro escritor que Tedro Palacios haya escriargentino; la casa en que habitaba to, y en el bullente y generoso Mahabíale sido ofrendada por sus admidrid finisecular Emilio Castelar leyó radores y, para no ser menos que la el poema y lo reprodujo en El Gloprovincia de Buenos Aires, la Nabo, llamando a su autor el gran ción acababa de otorgarle una segunpoeta anónimo de la lengua casteda pensión vitalicia. La Cámara de llana. En aquellos días felices, en Diputados votóla por aclamación, tras los cuales los acontecimientos que un torneo o tetorio único en nuestra perturbaban a la humanidad eran el historia parlamentaria. Discurso huestreno de una drama de Ibsen o la bo de un joven adalid político en el Pedro Palacios aparición de la última novela de Zocual llamose al bardo: hombre he(Almafuerte)
lá, imponíase que el insólito elogio cho sacerdote, sacerdote hecho dios, al compatriota ignorado, formulado dios hecho armonía, armonía mepor una de las más luminosas inteciendo las almas como una tempestad negaban, y a los pocos años de su revés del aserto tiene aún si se quiere ligencias de Europa, conmoviera al la cabeza negra de los montes. muerte crítico tan ponderado como valia más catal. En el vigésimo quin pueblo argentino, Pedro Palacios palabras que, entde otras muchas, Julio Noé lo excluye de su Anto to aniversario de su muerte cabe, continuaba enseñando el abecedario fueron pronunciadas en medio de un logía de la poesía argentina contem pues, determinar, escrupulosamente en una escuelita del campo entrecondigno frenesí de aplausos. poránea. Por el contrario, la novísi los méritos por los cuales esa figura triano, mas para la expectación paLa posteridad, en cambio, no de ma Antologia poética argentina de nuestro pasado literario puede triótica era ya el elegido del destino, mostró mayor celo en cumplir la de Jorge Luis Borges, Silvina Ocamproyectarse hacia un futuro sin fin. hasta su obscuro magisterio le asigmisión reparadora que tan entusias po y Adolfo Bioy Casares ábrese con Desde un punto de vista histórico, naba en el país de Sarmiento el tamente le fue asignada, y el nombre poemas de nuestro bardo, de quien su personalidad montará siempre co nimbo de un personaje de Tolstoi, de Pedro Palacios, y hasta su so dice el primero en el prólogo de la me expresión postrera de una moda ungido para más con el alma profénoro seudónimo, han ido cayendo obra: cscritor olvidado con injusti lidad colectiva que consubstanciaba tica la misión nacional de un Guepaulatinamente en el olvido. Vedad cia, hombre que hubiera sido en ple la vocación lírica con la predestina rra Juncueiro o un Carducci.
es que su casa de la ciudad de La na barbarie el fundador de una re ción apostólica. De tal suerte Pedro De tai suerte el hombre convirtióPlata la sido convertida en museo y ligión, en plena civilización un Butler Palacios prolongó en nuestro país se en mito y el mito comenzó a que la munificencia del Estado pro o un Nietzsche. Encuéntrase hoy la concepción trascendente del vate, torturar al hombre. Así como para veerá la próxima edición de sus obras Pedro Palacios, por lo tanto, en y ello deparó a su personalidad hu Cocteau Victor Hugo était un fou compietas, pero a la consagración el punto crítico en que el inesperado mana su prestigio legendario, pero qui se croyait Victor Hugo. Pedro oficial de su memoria habría prefe tributo de respeto de un linaje de a la vez adulteró su talento poético Palacios se creyó Almafuerte en rido sin duda el cantor de la chus escritores, más inclinado a la diluci con la propensión estentorea. Sintióse todo ei significado heroico del voma la persister. cia de su espíritu en dación prolija que al encomio, puede filósofo y profeta quien sólo poeta cablo y en toda la sugestión místca la emoción popular, que sólo esto salvarlo en el presente para lo por era, y su obra aparece contaminada de su fama. Fué ése probablemente podia contar para el vociferador ai venir por el anheloso equívoco.
le motivo de su perdición artística, rado contra las glorias académicas. En arte, pervivir un cuarto de si En el proceso de autosugestión pues en este caso el mito distaba alEn vida los más estrictos estetas lo glo es asegurarse la perennidad, y el bró principalmente, por cierto, el es go de la realidad, pero la inmensa у Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica