Violence

REPERTORIO AMERICANO 261 DRAWINGS of La vida y la cultura en la Argentina. Buenos Aires. 1939. Se reunen en este volumen los textos de los discursos y conferencias pronunciados en Roma y París con motivo de la Exposición del Libro Argentino. Organizadora de estos movimientos tan importantes y editora de estos libros, no menos aleccionadores: la Comisión Argentina de Cooperación Intelectual Su asiento: Chacabuco 465. Buenos Aires. República Argentina MAX JIMENEZ APRIL 6th to MAY 2nd, 1942 at ZBOROWSKI GALLERY Publicaciones del Ministerio de Previson Social: Ensayo biotipológico en los menores irregulares y abandonados. Por Jorge Escudero en colaboración de Carlota Félix de Garcés. Quito, Ecuador.
1941.
61 East 57th Street, New York En las publicaciones de la Secretaría de Educación Pública: La Escuela Mexicana y la solidaridad continental. México. 1941.
THIRTY THREE THREE DRAWINGS AND Afroquinina Envío del autor (Panamá. ONE SCULPTURE Cumbia y otros poemas panamericanistas. Por Int Jimmy Demetrio Korsi. Portada de Foujita. Caricatura de Beberide, París. 1925. 0:Cortesía de los autores: Arturo Montesinos Malo: Sendas dispersas. Envío del autor. Managua, Nicaragua, julio de 1942. Cuenca. 1941. Son cuentos. La mujer ya se había dormido. El mu na de fantasía y de cosas que se pueden Con el autor, firma ecuatoriana nueva: Aparchacho todavía daba vueltas entre dormido percibir claramente. Con los ojos cerrados tado Nº 262. Cuenca. Ecuador y despierto. El, en cambio, oía claramente podía escuchar todo, completamente todo el canto de los alcaravanes a quienes la no lo que antes era imperceptible, lo que no Joaquín Rubianes: El Caos del Mundo. Bue che apretaba el pescuezo. Los zancudos gi se puede oír a simple vista.
nos Aires. 1941.
raban y giraban con su lamento delgadito, Escuchaba como el jelepate va entre Con este epígrafe significativo dc Leibniz: Sólo cortado en hilos tenues por las tijeras las cañas del tapesco a digerir la sangre al espíritu que abrace todas las realidades, puede de los grillos. Zumbaban persistentes, se qne se ha tragado; la pulga acomodándose pedirse que lo una todo y que lo pacifique todo. acercaban a la oreja, se iban entre mur en los pelos del perro; a cucaracha volanmullos como quejándose.
do entre los tucos de tolrtilla; el comején Alberto Franco, Secretario del Departamento Al principio el escalofrío empezaba co comiéndose las varas del techo; el alacrán de Folklore del Instituto de Cooperación Uni mo una caricia, luego iba creciendo, le na buscando un poco de calor entre la paja.
versitaria. Montes de Oca 1015. Buenos Aires. cía en el costillar, se le pasaba al espinazo, Todo, todo podía escucharse.
Rep. Argentina. se subía hasta la nuca.
La mujer estaba embozada. El muchaLa leyenda. Bosquejo de un estudio folklórico. La fiebre entraba. Los pies y las manos cho al rincón, la mujer en medio y él a la Buenos Aires. 1940.
helados y las mandíbulas entrechocando sin orilla, acurrucado, viendo la sombra del querer. Luego los pocos vellos de su cuerpo perro proyectándose en el palenque y la Atención de la Editorial Soley y Valverde, se retorcían, se quemaban y los brazos y roja brasa del fogón. más roja. ahora San José, 1941: las piernas se le encogían y se le estiraban verde, creciendo, azulada como la mosca; Leyendas de Costa Rica. Compiladas por Viccon esas muecas que hace la gallina cuando color de lapa, color de pizote, color de tor Lizano Director del Colegio San Luis está en los últimos querqueres.
mosca cantárida.
Gonzaga de Cartago.
La fiebre le iba subiendo quebrantándole luego hundiéndose, hundiéndose, los músculos, golpeándole suavemente la ri sin escuchar nada más, con una voluptuoSe ha creado en Popayán, Colombia el Ins ñonada como para invitarle a que la mujer sidad chata, quieta, conforme, dejándose tituto de Estudios Cooperativos del Cauca. Co le sobara, le hiciera una recia caricia sobre llevar.
rreos: Apartado Nº 15. Detrás de este ade el espinazo.
Se acercó otra otra vez a la mujer. Halanto anda el gran español Fabra Rivas.
Ya empezaba a sentir ese hundimiento, cía rato la había soltado; la había acariEl Instituto ha creado una Biblioteca Ame esa sensación de ii se cayendo y cayendo en ciado largo rato. Ella temblo; la mujer así ricana de Economía, que señalamos a los lectores el fondo de sí mismo, abombársele la cabe era, siempre temblaba. Pero esta vez tempreocupados. El 1 de la serie ha salido za, hacérsele grande, y salirse de las pare bló más, se agito terriblemente, se le aprehace poco. Dice: des a juntarse con la noche. Si, asi. la tó como nunca, lo estrujó con violencia.
La Cooperación. Su porvenir está en las Améi del zancudo, esa aguda del Zancudo Después la solto. Ella se había quedado ricas. Por Fabra Rivas. Con un prólogo de que va enredándose y tejiendo.
dormida.
Bernardo Delom.
El muchacho dejó de dar vueltas; la mu Antes estaba caliente de calentura, Fabra Rivas ahora es Profesor de la Univer jer no se movía. Ahora claramente se iba pero después la dejó quieta y entonces fué sidad del Cauca.
elevando, se subía, pasaba por encim :arri cuando, después de juntársele, le fué creba, más arriba y luego bajando poco a poco ciendo la calentura.
De Octavio Morato Rodríguez, Catedrático con el canto del alcaraván en el llano, el Pero ahora ya estaba todo hecho. No aullido del coyote en el monte. bajaba sentía más deseos que hundirse, que hupen la Facultad de Ciencias Económicas de Monhasta dentro de un pozo profundo, hondo, dirse muellemente en un hoyo inmenso.
tevideo: ancho y se dejaba caer con placer, con cier Los zancudos le hacían el coro. Llovía un Belicismo versus Pacifisco. Prefacio. El Pacto to gusto de irse hundiendo, con recuerdos, poco afuera y quedaban unas gotas perde Munich. Las reclamaciones fascistas y la cuesconfusos y lejanos, revueltos. una vaca sistentes que daban un placer.
tión española. El fin de Checoeslovaquia. En la con cara de cadejo que lo perseguía, una. Qué hora sería? Quién sabe! Habría tragedia. Montevideo. 1940.
garrapata con cachos de toro, una chicha que salirse para saber. Para qué?
El epígrafe de la portada: La expansión del de coyol hirviendo en un palo monstruoso. El arado ya se estaba poniendo talvez, Tercer Reich se debió menos a su propia fuerza Había llegado ya a la finura de la fie Las dos de la mañana. Umm. se fué que a la indecisión de sus contrarios.
bre, a la lucidez de la calentura alta lle quedando suavemente. Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica