REPERTORIO AMERICANO 139 TESTIMONIOS La ODECA y el territorio en litigio Señor Doztor don Hipólito Unanue. Viene de la pág. 135)
Mi querido amigo. El Territorio en Litigio puede y debe dinero. Pero el tiempo es un factor misconvertirse en territorio federal al llegar Taramona me ha dicho se había Ud.
mo para llegar a estos propósitos puesto a este estado de unión política. Pero mienafectado consequente al incidente de anque no es de inmediato que vamos a Iletras tanto la ODECA pudiera encargar gar a esta unión política y talvez la mates de ayer sobre el Ana; yo le concese de su administración contituyendo dedo a Ud. la razón de incomodarse de mi nera en que vamos unificándonos sea la terminado tipo de figura jurídica que más conveniente para llegar a este estaacaloramiento, pero no el que Ud. se mantuviera en vigencia tales obligacio do. Lo que necesitamos es salvar el pripersuada contra Ud No, mi amigo; me nes por un tiempo prudencial durante haría Ud. una injusticia: antes ahora y mer obstáculo entre Nicaragua y Honduel que se vería el desarrollo de este or ras de orden jurídico pues en el mundo cuando no tenga mas destino que el de ganismo. La posición geográfica es un un particular digo y diré, que el Viejo factor determinante en este planteamien resulta insólito no prevenir. Sólo los inen que la técnica ha llegado a tal grado Honradísimo Virtuosísimo Unanue, es to pues más utópico sería pretender do ereses creados podrían oponerse al amuno de los consuelos que he tenido en mi incómoda administración: guarde legar a la federación en una capital que biente de convicciones centroamericanas rotara entre todos los países que la inteesta confesión sincera y veraz, no porque que se respira. esta sugerencia quiere ser una forma de lealtad a tales postulaU. la necesite, sino para que su hijos gran. Nicaragua ha llegado con gran espíritu a solicitar la fusión del territorio. dos.
sepan el Honrado Padre a que pertene algo más puede hacer por el prestigio cían, y del que era, e sy será, y tendrá La ODECA robustecería su figura inde la idea centroamericana. excitar a Honor de serlo, ternacional propiamente dicha y contriHonduras renunciar ella misma a sus buiría eficazmente a la desaparición de Su mejor amigo.
legítimos derechos para ofrecerle a la José de San Martín especulaciones políticas internas de aniODECA la brillante oportunidad de co bos países que en muchos casos ha sido mulgar ante la fé de sus principios. La de consecuencias fatales para el resto de experiencia política de otros países nos Al Excelentísimo señor doctor don las repúblicas del istmo, servidas bajo demuestra que tal cesión de derechos pa el pretexto de dicho territorio y que por Hipólito Unanue, Presidente del Conseuna finalidad semejante, no jo de Gobierno.
Galta de cordura, de prudencia, y de sinutopía. me parece que quien más se ceridad centroamericana no nos ha perPotosí a 13 de Octubre de 1825.
opusiera a esta realización será quiza mitido presentarnos al mundo desde el Mi querido Presidente: porque menos seguro se siente de que centro de América como ciudadanos de sus derechos hayan sido legítimamente la república federal centroamericana.
He recibido anoche y hoy un inmen adquiridos y su proceder sea aún menos Hagamos un poco de honor en estas so correo de todas partes que apenas sincero. Tenemos hasta el nombre de fechas que consideramos todos gloriosas ne podido leer. De lo poco que he visto, Morazan para este distrito federal. a nuestra historia, nuestra raza y nuestodas las noticias parecen excelentes, La técnica lograría una completa platra cultura en estos años de Centro pues nada tenemos que temer de Euronificación de la capital: un saneamiento América.
pa. Por el próximo correo escribiré a Ustotal de la región y un desarrollo de sus Gabriel Urcuyo Gallegos ted largamente sobre lo que Ud. me di.
comunicaciones. Se necesita tiempo y ce en sus cartas, lo que ocurra de nueRivas, Nicaragua. 1956.
ra es una vo.
El ciervo en la nieve de Edna St. VINCENT MILLAY (En Rep. Amer. He visto todo lo que Ud, me comunica sobre la expedición a la Habana; en consecuencia, doy orden al General Salom para que inmediatamente que se rinda el Callao, remita al Istmo las tropas que le tengo ordenadas. Yo espero, mi qucrido Presidente, que Ud. en la parte que le corresponde, tomará tanto interés en esa expedición, como la que ha tomado en la que ha venido a Arica.
Yo estoy sumamente satisfecho con la sabia Administración de Ud. en el Colsejo de Gobierno. Así lo esperaba siempre. Continúe Ud. mi querido amigo, haciéndose superior y no desmaye un momento.
Salude a los Ministros. Dígales Ul.
que he recibido sus cartas; que no contesto porque el tiempo y el correo me apuran.
Soy de Ud. atento servidor y amigo de corazón, Bolivar Cielo blanco sobre los abetos de nieve agobiados, Al anochecer el ciervo con astas y su hembra. no los has mirado De pie en el manzanar? Los ví. Los ví.
partir arrancados, Colas levantadas, con largos saltos, hermosos y pausados, Sobre la pared de piedra hacia el abetal de nieve agobiado.
Ya yace tendido él aquí, lo blanco de sangre manchado. ¡Qué extraña la muerte, haciendo arrodillarse al ciervo, hundidas las astas en la nieve. Qué extraña, acaso alejada ya una milla, Bajo los espesos abetos que según pasan los momentos Cambian un poco su cargo dejando caer una pluma de nieve La vida, mirando atenta de los ojos de la cierva!
Traducción de Stuart M, Gross, Univ. de Maine Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica