José Carlos Mariátegui

248 REPERTORIO AMERICANO José Carlos Mariátegui ante la génesis y la misión de Amauta y Animado por su entereza, Josériátegui vivía en su entusiasmo, en Amduta, por otra parte, no tiene La protesta, primero por abuso, enCarlos Mariátegui supo darle un a ese generoso y animador entusiasmo necesidad de uo programa; tiene ne seguida por desuso, está hoy en el liento verdaderamente profético a las que tanto respeto le atrajo; existía cesidad tan sólo de un destino, de Perú desacreditada. Escondia en afirmaciones en que apuntaba su in ese movimiento, pero en su principio, un objetu.
el fondo, certa insolvencia ideotuición del por chir. Pero no adqui así como existe el fruto en las posilogica que necesitaba, como la inrian este aliento a través de una ma bilidades germinativas de la semilla.
José Carlos Mariátegui considerasolvenca artística del teatro malo, nifestación de suficiencia personal, esto se comprende, cuando el ba que tal objeto debía limitarse a disimularse con la bravata, la insino a través de su gran confianza mismo Mariátegui confiesa que su triga y el latiguillo. Donde antes en el porvenir histórico de la causa esfuerzo no tiende a imponer un criplantear, esclarecer y conocer los se ponía declamación, hay que poque defendía. Así supo demostrarlo, terio, sino a contribuir a su formaproblemas peruanos, desde puntos ner ahora pensamiento. Después de cuando exteriorizó su creencia de que ción.
de vista doctrinarios científicos. todo, es una ganancia. La palabra el historicismo de su conducta estuvo Anauta apareció para producir ese se contentaba con un servicio anecestrechamente vinculado al desarrollo movimiento, e impulsarlo por vías histórico de dicha causa.
dótico, requiere ahora calidad hisconstructivas. Coordinó la vaga in.
Los programas le parecían absolutamente inútiles tórica. Ganaremos en ideas gérmeY, Alcance profético tuvieron sus pasin embargo, esta quietud de los espíritus renovadores ba proponiéndose un objeto que sunes, en ideas valores, lo que perlabras, en la presentación de Amau que en el Perú estaban dispersos, pues damos en artículos de fondo y en ta, cuando decía: era ostensible que ponía y teerplazaba a los más vasfrases lapidarias.
tos programas. Pero se resistia a formuiarlo como tal, porque tenía en Habrí que ser muy poco perspor encima de lo que los diferenpicaz para ne darse cuenta de que cia, todos estos espíritus ponen lo cuenta el descrédito en que los había hecho caer su frecuente incumpliY, con harta razón, diría: al Perú le nace en este momento que los aproxima y mancomuna: miento, porque deseaba hacer partiuna revista histórica, su voluntad de crear un Perú nueAmauta no es una diversión, ni cipes de su formulación a todos avo dentro de un mundo nuevo.
un juego de intelectuales puros: quellos a quienes lograra interesar su profesa una idea histórica, conY siete meses después explicaba labor, y porque más le atraía el conBuscando la meta más que el fiesa una fé activa multitudieste anuncio preñado de fé, con una tenido que el rótulo camino. Tosé Carlos Mariátegui quinaria, obedece a un movimiento franca referencia a la fuerza deterso eliminar los elementos de Amanta iba a ser una tribuna hossocial contemporáneos.
opominante de las necesidades históricas: sición en re él y aquellos espíritus pitalaria para todo aquel que aporrenovadores que habrían de acompa tara un elemento a la discusión. Iba Amauta no era una revista de agiTenemos confianza en nuestra ñarlo en su labor, porque confiaba a plantear los problemas: no a resol tación transitoria: era una revista obra. no por lo iluminado, o tau en que el trabajo los solidarizaría mu verlos. Pero la discusión y el plantea de defin. ción ideológica. Asumía su matúrgico o personal de su inspituamente; y por eso no se aventuró miento se desenvolverían dentro de destino o. altura y sinceridad, paración. sino por su carácter de a formularle un programa a la vida una disciplina polémica, en la cual se ra superar la ligereza de la especuinterpretación y coordinación de un de su revista, pues consideraba que superasen la agitación declamatoria de lación literaria que hasta entonces sentimiento colectivo y de un ideal el programa debía suceder a la dislas protestas y el desengañado lamento predominara entre nosotros. Como histórico cusión.
del ochocientos.
decía José Carlos Mariátegui, Amauta es un comienzo y no un fin. Consideraba, por lo tanto, que la porque llegó para inaugurar y orgatrascendencia de su esfuerzo estaba nizar un debate, no para clausurarlo.
supeditada al desarrollo de ese ideal historico al cual servía; y lo recalEntiendase bien: para inaugurar caba, para eludir el elogio desmesuy organizar un debate, no para claurado y atemperar la admiración que surarlo. Para organizar un debate merecidamente se le tributo desde la sobre los problemas contemporáneos aparición de Amauta.
de la sociedad, para iniciar una reJosé Carlos Mariátegui decía que valuación de los juicios convencioAmauta representaba un movimiennales y los concepto, inánimes que to, un espíritu. Decía que dos años pesaban sobre nuestra cultura. Clara de haber aparecido o sea, en 1924, y enfáticamente lo había recalcado. habría sido una el precio José Carlos Mariátegui, personal. pero que era ya la voz cuando explicala que de un movimierto y de una generación. Quería evitar que se difundieEi título no traduce sino nuestra ra la creencia de que Amauta se debía adhesión a la Raza, no refleja sino a su esfuerzo prsonal y, con la vista nuestro homenaje al incaismo. Pero dirigida hacia sus propósitos, olvidaba específicamente la palabra amauta la fuerza centralizadora de sus propios alientos. Pero, después de su mueradquiere con esta revista una nueva acepción. La vamos a crear otra te, la redacción de Amauta admite vez.
hıdaigamente que casi solo Mariátegui inicia la puHoy no es posible negar que el símbolo faé dotado de una nueva y blicación de su revista, animado de una voluntad firme y de un plan luminosa existencia. El espíritu del estrictamente constructivo.
sabio amauta, que durante el imperio incaico aplicaba su erudición y su vasta experiencia en el consejo de su moY aún admite más, pues narca, se reencarnó en el político honesto apasionado que supo escrutar Amauta surge cuando la obra de el horizonte histórico. El espíritu del preparación del ambiente comienantiguo amauta se reencarnó en esza. En torno a Mariátegui se agrute hombre auroral, que atesoró sabipan algunos elementos atraídos, más duría videncia para hacer sabia y por su cordialidad que por sus ideas.
vidente ia conducta del hombre nueJosé María Eguren Voz un tanto My vo.
ALBERTO TAURO sea, que ese movimiento en nombre del cual hablaba José Carlos Ma Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica