102 REPERTORIO AMERICANO mente, cuando observa que el lazo de la san. Merti abominaba de aquellos españoles de la Es pontáneo y merecido a las cualidades martianísigre. el jus sanguini de los internacionalistas. in paña intransigente; y era bien justificable tal aver mas de la inteligencia y de la conciencia de Ud.
cluso entre padres e hijos, es un mero accidente sión, producto lógico y naturalísimo de sus expe Sin mis deberes diarios me lo consintiesen, si no lleva la eficacia de la fusión de sentimien riencias, de sus estudios, de su ardoroso patrio no temiera dar extensión desmesurada a estas imtos y de la unidad de aspiraciones.
tismo.
presiones, le diría mucho más en elogio cumplido Pero esta refundición semi panteística del es Para comprender, pues, el apostolado de Martí, de su obra y sobre determinados capítulos. Gran píritu de Ud. con el alma de Cuba, no se revela para conocer y juzgar a fondo la grandeza múl capítulo, por ejemplo, la estampa de la Matan sólo en fervor martiano latiente, sino, a la tiple de su personalidad extraordinaria, es indisdre de Martí. Ese estudio relativo al Padre, inversa, en los severos pero serenos juicios de Ud. pensable sentir y pensar de acuerdo con la psicolo están concebidos y resueltos con visión y evocacontra lo más incompatible con los sentimientos gía de aquel carácter genial y humanísimo a la ción insuperables. lo mismo diría de los capiy los ideales cubanos: o sea contra el españolis vez, maravilloso por sus ideas y por sus actos. tulos en que resume Ud. cada una de las facetas mo recalcitrante. Calzadas con la firma de algún Por ello, la crítica rigurosa, seca, con pretensiones ideológicas y literarias del Maestro.
prócer cubano de las épocas históricas revolu seudocientíficas de mera imparcialidad, no basta Muy oportuno, ajustado y optimista, en fin, su cionarias o simplemente autonomistas, esos concep ni es aplicable para el estudio y la evocación de Epílogo. En esas dos páginas hace Ud. algo más tos de Ud. podrían parecer acusaciones despecha Marti. La figura y el apostolado de éste, neceque resumir esencialmente las doctrinas de Martí: das de la rebeldía criolla. Suscritas por mí, por sitan de biógrafos no sólo inteligentes y duchos en Proclama Ud. al unísono, sus propias y ejemplaejemplo, podrían ser tachadas de injurias a la labores literarias, sino dotados especialmente de res aspiraciones, su confianza profunda en que, Whispanidad. Pero firmadas por Ud. español sin fervor emotivo, de apasionamiento noble, de iden a pesar de todos los obstáculos, la bondad, la exclusivismos, cobran todo el valor de verdades tificación cordial por los ideales, los principios y confraternidad y el progreso humanos, son, por inconcusas, aplicables no sólo a la España de los los sentimientos genuinos que florecieron en la fortuna, ineluctables. Con satisfacción íntima de mi mpos de Martí, sino a la España de antier, de personalidad y en la vida del gran cubano.
parte, aliento en igual optimismo espiritual. Me ayer y del presente; la España empecinadamente Seguramente buen número de estudiosos de felicito, pues, de honrarme con tan excelente y retrógrada, la de los clásicos gobernantes que ja Cuba consiguieron hablar, siguen hablando ha fraterna compañía.
más escarmientan ni se enmiendan, según ya dijo blarán de Martí, poseídos de ese entusiasmo fér Le abraza, su afectísimo Estevez Romero.
vido por gran parte de los ideales, los principios CONANGLA FONTANILLES ¿Y contra cual España, sino contra ésta, se enу los sentimientos característicos del Apóstol. Nacendió Martí? Porque él no combatió al pueblo o die como Ud. en cambio, sin haber nacido en este más propiamente dicho, a los pueblos de la Es país, ha dado pruebas tan cabales, hasta ahora, Noticia de libros paña geográfica; sino en rebeldia ardorosa, contra de poseer y de practicar aquella identificación susia España de los políticos groseros, de los ge tantiva con el espíritu de Martí. Por mucho que nerales conspiradores, del clero intrigante y em esta afirmación mía pueda doler a su modestia. Indice y registro de los que nos envían los yo brutecedor, y de las demás clases reaccionarias. quiero estamparla como un reconocimiento bien es autores, centros de cultura y casas editoras. Max Jiménez Juicio de uno de los críticos mayores de pintura de los Con motivo de la Exposición de Max Jiménez en la Zborowski Gallery de Nueva York, febrero de 1942. Traducción y envío de Modesto Huete, Alajuela, Costa Rica. modo que Tenemos aqui un pintor que a nadie le debe nada como no sea a si propio y a su país. Sí, eso es, a su país. Porque el viejo axioma de que el arte no tiene patria está muerto. Es la tierra la que forma al hombre, del mismo le da su sabor a la uva, al aire su fragancia, la belleza a la mujer. Pero aún más, es la tierra la que estructura el alma del artista, para siempre sujeta a las leyendas que prendieron su lumbre en los primeros días.
Discurrió la niñez de Max Jiménez entre los bosques de los gigantes dioses Toltecas, y la presencia de los dioses siempre deja sus huellas en el corazón y en el alma de los hombres. todavía mucho más en los predestinados que desde la adolescencia han hecho de sus sueños realidades o revivido sus recuerdos en la piedra y el lienzo.
Todo esto explica por qué Max Jiménez agranda sus figuras hasta darles proporciones estupendamente salvajes, bárbaras, lo cual no empece que más de una de estas imágenes al través de los siglos responda a la visión de Miguel Angel Estos personajes de Jiménez, que rehuso llamar monstruosidades no son producto de la inventiva sino de la inspiración. Una monstruosidad sugiere siempre una deformidad: las figuras de Max Jiménez son euritmicas, equilibradas y ostentan serena majestad! su rededor, el paisaje, no menos precioso que las imágenes mismas, las completa. ver, anotemos los libros y folletos que nos han llegado últimamente; son muchos, interesantes, útiles; agradecemos tanto su envio.
Envío de la Legación de Guatemala en Costa Rica: El Núm. del Año I, Epoca 2da. del Boletín de Museos y Bibliotecas, de que es Director Rafael Arévalo Martínez, Los Núms. y del Tomo IV, Epoca III de la Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de Guatemala.
Flora Médicoguatemalteca, Apuntes para la materia médica de la Rep. de Guatemala, por José María Roque. Ilustraciones de Marcelina Vásquez y Prudencio Dávila. Tomo Guatemala, Julio de 1941.
Pequeño Diccionario de Voces Guatemaltecas, Guatemala, Novbre, de 1941, ordenadas etimológicamente por Jorge Luis Arriola.
En edición muy elegante, Pablo Neruda: Un Canto para Bolivar. Imprenta Universitaria. México, 1941. Cortesía del autor. Samuel Quiñones: Temas y Letras. En la Biblioteca de Autores Puertorriqueños. San Juan de Puerto Rico. 1941.
Son 15 ensayos literarios. Atención del autor. Antonio Iraizos: Libros y Autores. La Habana. Cuba.
Lo señalamos. Son 34 certeros trabajos. Obsequio del autor. Desde luego Jiménez ha sido escultor! Como se percibe de la solida plenitud del volumen de la masa. Esta escultura, que he contemplado, a su vez invoca a los dioses y nos recuerda la admirable y miseriosa escultura de la Isla Pascual.
Ninguna concesión al detalle. Antes bien, un estilo que tan sólo a él y a los dioses pertenece. con todo, cuánta delicadeza, cuánta novedad en el colorido de su patria! Qué amplitud de horizontes, qué cielos tormentosos, tan impresionantes como exentos de emocionalismo dramático.
Un crítico miope dejó que se le escapara la palabra folklore.
Qué lejos de ser folkloriana la obra de Max Jiménez, que tiende hacia lo universal.
Ha hecho a la humanidad más grande. al contemplarla, en vez de sentirnos aplastados por ella, nos sentimos más grandes.
En una de las lindas ediciones de la Imprenta La Verónica, de Manuel Altolaguirre, La Habana, diciembre de 1941: Jorge Manach, Juan Marinello y Antonio Barreras: Recordación de Alfonso Hernández Catá Michel GEORGES MICHEL Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica