ImperialismKropotkin

REPERTORIO AMERICANO 57 cuchar. Su vida es dobld; la que en apariencia entrega a sus obligaciones de gobernante y cortesano y la otra. La verdadera, consagrada a la contemplación escudriñadora de la Naturaleza, y a los goces y tormentos del pensar y de la poesía. Aunque rodeado de admiradores él está solo. Si fuese dado ahondar en las profundidades insondables de su espíritu, habría de verse que tiene un único y fiel amigo: Fausto. Con él dialoga sin cesar, en la esperanza de dominar la angustia de la condición humana, y saltar sobre sus inexorables fronteras, que marcan el alto al ansia trágica de verdad, y nos dicen lo vano de nuestras ambiciones de dominio. La gloria, que acariciara con tenues resplandores su juventud, se convierte en el sol de su anciaridad. Los hombres más eminentes le rinden homenaje. De todas partes acuden peregrinos apasionados para contemplarle con desbordada admiración. Aún hay gigantes sobre la tierra! Godthe sufre resignado las nubes de incienso con que pretenden envolverle, como si fuese la estatua de un dios antiguo. Necesita aire puro. Entonces huye con su fiel criado, atraviesa el río, se interna en las frondas, trepa con pies ligeros por una colina, y al llegar a lo alto, recuerda: Ueber Gipfei ist Ruh.
Sobre las cumbres está el reposo. En todas las hojas apenas se siente un aliento; los pequeños pájaros callan el bosque. Espera un poco.
Pronto tú también descansarás. en una mañana de primavera de 1832, Goethe al sentir que las tinieblas le rozan pide más luz. Murió en olor de santidad estética con el Universo. No es un santuario Weimar?
Aún no termina la jornada. Vamos a atravesar inmensas llanuras de brumosos paisajes, hasta llegar a una aldea, cercana a Moscú.
En nuestro camino nos asaltan recuerdos. lván Turgueneff nos advierte que la palabra más rusa es latina; nihil, nada, y todo en humo se convierte. Dostoyewsky, da fe de que lo más precioso y puro de nuestro linaje se encuenGoethe tra en los criminales, los locos, los idiotas.
Hundidos en el fango lanzan gritos desgarradores que se clavan como saetas y nos llenan de horror. Kropotkin, un príncipe, apesadumbrado por las iniquidades sociales y los estragos de la ignorancia, nos dicta la ruta para la conquista del pan y de la libertad. tan bondadosa es su conciencia y sincero el amor, que olvidando su saber de naturalista, en el retablo de vida percibe de manera idílica la ayuda mutua, la solidaridad, en vez de guerra despiadada y cruel. Gorki nos revela la infinita poesía de los vagabundos y mendigos, y la justicia de sus instintos rebeldes. Los bosques de hayas y tilos van clareando; por fin, con la mirada y el corazón, abarcamos Yasnaia Poliana.
Admirable y grandioso escenario; pequeño para la lucha de conciencia de Tolstoi. Allí vive en perpetua agonía el gran escritor. Desde los tiempos de Homero, la épica no ha producido nada semejante a La Guerra y la Puz. En ella no intervienen los dioses arbitrarios y caprichosos, como los héroes a quienes favorecen o castigan; es el misterio dramático del destino quien encadena o liberta a los mortales en su desenfrenada carrera, sin metas que alcanzar. Luego, siente remordimientos demasiado humanos, que palpitan ea Ana Karenin. Hasta el mismo amor, de que tan devoto fuera, es hontanar de impurezas pitante de la conciencia. Grandioso y noble que arrastran al crimen. Le ha bastado escu error que sacudd las almas sensibles de su char una sonata para piano y violín; la músi época, heridas por jactancias científicas, al preca de Beethoven en temblores sublimes, le tender eyplicar todos los enigmas del Univerfuerza a negar la vida en su perenne y delei so, salvo los del hombre mismo.
tosa raíz. De sus recuerdos de adolescente y Yasnaia Poliana van en peregrinación, de experiencia de hombre, en las trincheras de todas partes del mundo, admiradores del escriSebastopol, brotan dos preguntas. Qué es el tor fieles del apóstol. Suantos le contemBien. Qué es el Mal? Frente a esto, todo lo plan, con religiosa admiración se dicen: Aún demás carece de sentido, El artista incurre en hay gigantes en la tierra! el gigante en un herejías al sostener que el arte corrompe, la día de otoño de 1910, al sentirse morir huye ciencia añade dolor, y la civilización anima en busca de soledad; en el apeadero de liza. El eco de las palabras de Juan Jacobo, Astepovo se entrega a su Dios, manando pieturban la paz miserable de las aldeas rusas; dad por los hombres. Yasnaia Poliana es un la tranquilidad de la naturaleza contrasta con santuario. Las tempestades de su patria lo reslas inquietudes sordas y dolorosas de los cam petan con amor. Después, la furia alemana lo pesinos.
incendia y arrasa.
Busquemos la salvación. Al alcance de nues Ahora, para rescatarlo, los heroicos soldatra mano está: en un pequeño libro, el Evan dos rusos, en su avance triunfal, que mueve a gelio. Sin dogmas ni ritos, la humanidad de admiración y despierta gratitud, en todos los Jesus hermanada con las enseñanzas de Buda hombres libres, tuvieron que olvidar las docmarcan el rumbo. el mal, ahí está vivo. trinas del maestro. Al mal no se le vence con ¿Cómo vencerle? Sin luchar con él. Hay que los brazos cruzados, y la mejilla ofrecida a la sufrirlo con resignación y humildad, con el injuria del agresor. Ante esta lección en su pensamiento puesto en Dios, que rechaza todos propio hogar, la sombra de Tolstoi debió eslos cultos, y tiene por templo el misterio pal tremecerse. Aún hay bárbaros sobre la tierra!
1114 Lin Yutang exalta el pensamiento humanizado Por LUIS EMILIO SOTO (De Argentina Libre. Buenos Aires, 30. mayo, 1940)
Europa, que nosotros acostumbramos llamar el Viejo Mundo, se convierte de pronto en la joven península de Asia desde el punto de vista de la China y de sus orígenes inmemoriales.
Este cambio de perspectiva histórica supone por fuerza un trueque en la valoración de la vida europea, de su moral, de toda su cultura.
Pesa sobre el alma china una tradición milenaria, un pasado que rebasa la cronologia documental y llega hasta nosotros a través de la leyenda y la literatura, ambas expuestas a un sinnúmero de alteraciones. Las guerras de invasión, las luchas intestinas, las tiranías crueles devastaron siglo tras siglo a ese pueblo, tanto que está casi agotada su capacidad de asombro. Europa nada nuevo puede enseñarle a China en materia de acción y pasión de barbarie, si se exceptúan las muestras, hoy errolladoras y variadas, de vandalismo tecnificado.
Nadie con más terrible autoridad que el chino puede enrostrarle al europeo que no ha inventado la pólvora, por muchos que sean sus humos. No es, acaso, la Gran Muralla, la remota precursora de la línea Maginot. No es un antecedente la propia China, vasto imperio ensanchado a favor de conquistas seculares, y ahora convertido en presa del imperialismo nipón?
El testimonio de Lin Yutang, autor de La importancia de vivir, reviste un interés univerLin Yutang Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica