106 REPERTORIO AMERICANO S: ILIARE De la vida en la costa éstas últimas, desalentado, para trazar algu PONDCLE 已回 cuac nos renglones más. lo menos en las salvajes riberas del Dausted necesita un libro que no tengamos se lo pedigua, el bramido de sus corrientes, arrastrándose a los pies de mi choza, iluminada en meremos inmediatamente. Estamos en conexión direcdio de las tinieblas del desierto, me avisaba que él velaba conmigo!
ta con los mejores distribuidores y editoriales del mundo Estas palabras enternecedoras prueban que Isaacs en las páginas de su novela, había vertido todo el sentimiento de un amor tempraIBRERIA no. En su poema Ten Piedad de Mi parece EMMANN advertirse que se trata de un amor, de una ilusión perdida, de un vago ensueño que tantos hemos llorado. No resisto al deseo de trasSAN JOSE COSTA RICA cribir aquí el tan conocido poema, hermano espiritual de la novela y de la página Leyen un do a Maria: poeta desde la soledad de su choza del Dagua.
Señor! Si en sus miradas encendiste impulsos guerreros, que se vió envuelto en la Cruza las pampas, salva las cumbres que me este fuego inmortal que me devota, metralla de los odios políticos, sintió también separan del Valle natal. Cuán bello debe es la amargura de la hostilidad mezquina de geny en su boca fragante y seductora tar ahora entoldado por las gasas azules de tes mediocres!
sonrisas de tus ángeles pusiste; la noche!
Dejemos en paz a Isaacs y su obra. Su gloSi de tez de azucena la vestiste Ciérnete sobre mis montañas; vaga otra ria es nuestra gloria. Por encima de cuantas y negros bucles; si su voz canora, vez bajo esos bosques que me niegan sus som necedades se han dicho, ha sido él un auténtide los sueños de mi alma arrulladora, bras. co representativo de nuestra raza y de nuesni a las palmeras de tus selvas diste Qué sublime invocación ésta del poeta! Vietro pueblo!
Perdona el gran dolor mi agonía ne ella a los labios de úno; sale del fondo del ENRIQUE NARANJO y déjame buscar también olvido corazón. este hombre tan sentimental, con Boston, noviembre 30 de 1941.
en la tinieblas de la tumba fría.
Olvidarla en la tierra no he podido. Cómo esperar podré si ya no es mía. Cómo vivir, Señor. si la he perdido?
Todo este proceso sentimental parece bien (Folklore guanacasteco)
claro.
Isaacs cantó sus primeras emociones y can(En el Rep. Amer. tó el imponderable paisaje nativo. Es pues un La parte más occidental de la Península de zapatitos dorados. Todos los vecinos se reupoeta nacional; un positivo poeta caucano. Se Nicoya, después de Sta. Elena, es la punta nieron y durante una semana buscaron al pashan empeñado en judaizar a Isaacs y no puellamada Morro Hermoso. Es una rama de la tor dicho, pero no hallaron rastro alguno de de haber un temperamento más definitivamencordillera de Sardinal que se interna en las te colombiano! Fué hombre ardoroso, como su paradero, mas como se sabe que hay duenaguas serenas del Pacífico y forma una cos des, no cabe duda de que ellos se lo llevaron hijo del trópico. Tomó parte en las luchas arta escarpada que el flujo y reflujo de las olas y de que ahí permanece aún, pues los que esmadas de Colombia y en las luchas polítiva desmoronando y convirtiendo en suave tán encantados no mueren.
cas, con el amor y valentía de un hombre de movediza arena fina. Este cerro es importan. En otra oportunidad sucedió que por las raza española. En lo sentimental, hemos prote porque de él se habla mucho en las vecin vecindades del cerro vivía una señora ya enbado en otro trabajo que se publicó hace años dades: tiene minas de manganeso, según lo trada en años, quien tenía una hija casada en una edición dominical de El Tiempo, su delatan sus rocas orilleras que han dado are y que vivia a unos dos kilómetros de ella.
ascendencia napolitana (Scarpetta Roo. asna color de carbón y a ello se debe el nombre Contiguo a la casa de la viejita había un maicendencia común a otras inteligencias prestande la Playa del carbón. que se extiende al zal en elote ya, y corría una quebrada. La tes de Colombia. En él, pues, se dieron la maSur; ricos cedros, pochotes, maderos, COCO señora se había traído un nietecito de dos años no influencias raciales muy diversas y como bola, guachipelin, brasil, etc. crecen en sus para que la acompañara.
él muchos otros poetas caucanos que no tenían Faldas; además, los venados, zahínos, monos Una mañana en que la abuela había manada de hebreos, han cantado el paisaje na de varias clases, el puma, el tigre, varias cla drugado más de lo corriente, sucedió que al tivo!
ses de aves marinas y de tierra firme pue venir las claras del día oyó un ruidal en la Ahora también, otro escritor destructor, lan blan el boscaje.
milpa, algo así como si una partida de cabaza la idea de que María simboliza a la mucha Los habitantes humanos de la costa saben llos corriendo desbocados troncharan las macha hebrea y no a las pudibundas y castas muy bien, que cuando va a haber temporal, tas. Como era tiempo santo tuvo temor, pero muchachas del Cauca de aquellos días! Al fin se oye un ruido especial en las rehoyas del luego de haberse santiguado varias veces, conada va a quedarnos del poeta y su obra. cerro, algo así como si estuviese en ebullición rrió hacia la milpa atojando los perros, ijule!
todos que siempre hemos visto allá en el Cau el agua de una descomunal caldera. Es peli jule! ijule! cual no sería su sorpresa al ca, una María en cada novia de los primeros groso en este caso aventurarse por sus fal. llegar y no encontrar daño alguno? Ni una años!
das en busca de caza, porque de un momen mata quebrada, ni ruido, ni nada. Hasta que Vuela tú, entristecida alma mía, dice el to a otro, ya lo saben, se desata la lluvia y se le erizó el pelo a la pobre señora, y con la la tormenta.
misma dio la vuelta llamando los perros. tú!
Las gentes comentan así mismo que, en itú. tú! para darse valor. Entró al aposento tiempo santo. es decir, en la Cuaresma, para ver si se había despertado el niño y.
En San Juan de Puerto Rico peligroso aventurarse por esos lugares. Se cuen Santo Cristo de Esquipulas. exclamó, dóntan sucesos extraordinarios, de los que no se de estará mi criatura. Busca, busca y busconsigue Ud. la suscripción a conocen ni fechas ni nombres y que van tras ca por todos los rincones de la casita y nada.
este semanario con: mitiéndose de generación en generación con su Como loca tomó el camino de la otra casa y sabor peculiar de vida costera.
por suerte se topó al yerno o sea al papá del VICENTE Co. Muchos se han perdido en ese cerro; niño, que venía a dejarle unas almejas, Box 241 quedan encantados. Una vez sucedió que ha pedazo de jurel y huevos de tortuga, para su biendo ido un muchacho de doce años a pasto comidita en los días grandes. Semana Sanvacas por los ojochales en cosecha, ta. La viejita le contó la desaparición del niEn Caracas, la consigue con: le salieron unos chiquitos vestidos de rojo to ño y, él, muy serio replicó: ese muchacho cando pito (dulzaina. le dieron uno al mucha hay que buscarlo cerro arriba, estamos en Doña CELIA DE MADURO cho y se lo llevaron a sus wiviendas en las tiempo santo y los duendes andan sueltos.
rehoyas, quedándose ahí para siempre encan En efecto, trepó por unos peñascos, cruzó partado 481.
tado por los duendes, que son los que se pre zarzas y bejucales y en eso oyó, cerro arriba, sentan en forma de niños vestidos de rojo con el llanto de un niño como alejándose; entones se un rear unas Este documento es propiedad de la Biblioteca electrónica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica