BakuninChekaLeninLeninismTrotsky

36 REPERTORIO AMERICANO América madre (En el Rep. Amer. Palabras para agradecer, a nombre de la Sra. Maria Teresa Márquez de Gabaldón, el homenaje de cariño que le rindiera un distinguido grupo de mujeres argentinas el dia 20 de octubre de 1940. Hermanos! Que se arrodillen los hombres sobre las doradas colinas del amanecer. Sobre las riberas de mares intranquilos, donde ahora van a dormirse las olas como ovejas recién bañadas. Sobre las pálidas llanuras, llenas del polvo de las cabalgatas épicas, dónde ahora van a florecer para siempre las amapolas entre los trigos maduros. Sobre las orillas de los grandes ríos, en cuyos remansos transparentes van a refrescar sus anchas alas multicoloras las banderas de todos los puertos! Que se arrodillen los hombres, encendedores de faros, sobre todos los promontorios de la tierra!
América Madre está dialogando consigo mis.
ma, mietitras apunta en el orto el astro de su Destino!
Amigos. Hermanos! Gracias por las madres de Amé.
rica! GABALDON MARQUEZ res Buenos Aires, octubre, 1940.
Guiones (En colaboración)
sus (La señora de Gabaldón es la esposa del Minis permitidme que vuele un instante por los cietro de Venezuela en Argentina, el ilustre demó. los de la teología, ciencia positiva y exacta!
cruta y político, General José Rafael Gabaldón.
Gabaldón Márquez, Secretario de la Legación, es Vosotros habéis pensado, quizás, alguna vez, uno de los más finos poetas y brillantes escritoen un diálogo entablado por las Tres Divinas de las últimas promociones venezolanas. Personas, alrededor de un tibio hogar, donde chisporrotean olorosos maderos del Libano celeste! Hablan animadamente Los Tres, acerca Queridos amigos: de los destinos humanos; dialogan, y sabemos, Es difícil hablar por otra persona, y más aún sin embargo, que son un solo Dios! Misterio si se trata de un hijo que debe expresar los ante cuyas puertas enmudece el pensamiento pensamientos y las emociones de una madre; y ciérranse los ojos anegados en la angélica no porque unos y otras le sean extraños, sino lumbre de la Fé! Pues, bien, hermanos, exisal contrario, porque los siente tan profundos, te también el misterio de la Unitaria Mutiplitan sinceros y tan suyos, que la misma emocidad de América Madre! como queremos ción lo conmueve y anonada. Hablar el hijo oirla dialogar, yo os invito, porque estamos en por la madre, es como si la luciérnaga de la un tiempo en que los dioses tienen frío, a que cálida noche tropical, errante sobre la tierra encendamos un gran fuego, aquí mismo, a las silenciosa, quisiese asumir el brillo inextingui. orillas del Plata, frente a la pampa inmensa!
ble y tranquilo de la estrella callada y altísi Traed maderos de la selva amazónica; traed ma. Encenderá su fanal microscópico sobre la ramajes del ombú, entre los cuales canta el obscura senda; agitará apasionadamente viento pampero misteriosas canciones; traed la alas frágiles y temblorosas; se posará leve leña de los pinares andinos, a cuya sombra mente sobre el pétalo dormido; y se perderá oyense aún, cono lamentos, las músicas de los para siempre en el olvido y en el polvo, después yaravíes; traed palmeras, guitarras que rasde un instante de fulguración diminuta. Mien gues, entre roncos tambores, la brisa del mar tras tanto, la estrella seguirá brillando allá de los Caribes! que acerquen un poco esa arriba, entre las otras estrellas madres, ésas divina llama del corazón de la mujer argentque todos vosotros habéis mirado siempre en na. Así podrán hablar nuestras Madres, sin vuestro cielo, guiando vuestros pasos en medio temor a esa racha de hielo, que sopla desde de la sombra profunda, embelleciendo vuestros aquel lúgubre hemisferio dónde se ha desataatardeceres, y saludando, a la par del canto de do la Muerte.
la alondra, la llegada de vuestras más bellas Ya las miro sentarse al borde de la hoguera mañanas. Porque esta fiesta, es una fiesta a la olorosa y tranquila. Mientras hablan, la una madre; fiesta nacida del corazón de unos mu peina el vellón de un cordero blanquísimo. Hila jeres hermosas y buenas, inspirada por ese insla otra el hilo de los sueños del algodón. La tinto de la mujer que la lleva hacia lo bello y morena eleva en sus brazos un infante mestigeneroso y que engrandece y sublima los más zo. Esta abre su seno a un huérfano del munpreciosos momentos de su vida!
do. Aquella se alisa las guedejas de oro. La Vosotros queréis agasajar, amigos, a una otra deja colgar sobre sus hombros la cabemadre venezolana, y habéis elegido a una llera, como una noche sin astros. Hablan las que por circunstancias especiales podría lla madres. Sus rostros se iluminan con el reflemarse la madre oficial de los venezolanos en jo de la lumbre apacible. Sus ojos, de una meesta tierra argentina. Pero. quién es, en el fon lancolía fúlgida y apasionada, se buscan entre do, esa madre? Cuál es la madre que hace ac las palabras y los signos. Sus manos se estreto de presencia entre nosotros, representada chan por sobre el calor y la llama de los matan hermosamente por ésta que contemplan con deros encendidos. Hablan las madres en la notanto cariño nuestros ojos filiales. No en va che sin crepúsculo. Hablan en la medianoche no, amigos, podemos decir que en estas divinas larguísima. Dialogan en la madrugada sin fin.
cosas del espíritu, no podría hallarse sinoni De repente, vuelven los ojos al Levante. Un mia nás perfecta que la de las palabras Ma áureo resplandor va rasgando la noche.
dre y Patria! Porque es Venezuela la que está Se incorporan las madres ante el alba que presente esta tarde entre vosotros, presa, por nace!
decirle así, en vuestros brazos filiales; y ele se levantan al cielo las manos que han gida por vosotros, inspirados por el Espiritu sostenido en el regazo tibio a los desamparaSanto de la Mujer argentina, para agasajaria, dos de la tierra. Se oyen las voces unisonas agasajando en ella a todas las madres de Amé. que han arrullado los sueños desfallecienrica!
tes del mundo. Brillan las intensas pupilas maY ya que he nombrado al Espiritu Santo, ternales con un fulgor purísimo. Es verdad que a Lenin le gustaban mucho los gatos pequeños? Usted sabe que Richelieu tenia siempre sobre la mesa una cesta llena de ellos. No sólo los gatos, Lenin amaba todo lo que era pequeño. Sobre todo, los niños. Quizá fuera porque no los tenía. Sentía verdadera adoración por los niños. En arte, sus gustos tendían hacia el pasado. Pero decía de los artistas. Hay que dejarlos hacer. André Malraux, en Claridad, Buenos Aires, octubre de 1940. Artículo: Encuentros con León Trotsky. Se narra el cuento de la buena madre china que pone una túnica a su niño cuando estornuda una vez, otra cuando estornuda dos veces y una tercera cuando estornuda tres veces. Ninguna madre occidental puede hacer lo mismo; se vería en gran aprieto al tercer estornudo.
Todo lo que podría hacer sería llamar al médico. Me inclino a creer que lo único que salva a la nación china de ser exterminada por la tuberculosis y la neumonia, es la túnica acol.
chada de algodón. Lin Yutang. La importancia de vivir. Buenos Aires. 1939. Trotsky está lejos de poseer la perfecta ausencia de principios, la flexibilidad y el disimulo que eran patrimonio de Lenin. Lenin se le decía: Mientes. y se le demostraba que mentia. Entonces él poníase furioso, se indignaba, acabando por responder: No comprendo como se puede engañar; yo no sabría hacerlo. Pero a la mañana siguiente tomaba la pluma: Todo el que cree escribia en la palabra de otro, es un idiota.
Esta última máxima de su maestro la más sincera Trotsky parece haberla olvidado. Cre.
yó demasiado en la palabra de Lenin. Se esforzó en hacer una politica de principios, lo que prueba que no ha comprendido la esencia del leninismo. Lenin era de una imprudencia increible dentro del dominio práctico. Boris Bajanov, en Claridad, Buenos Aires, octubre de 1940. Artículo: Retrato del animador de la revolución permanente. EDICIONES ERCILLA (Agustinas 1639. Casilla 2787. Santiago de Chile)
Las últimas ediciones: Kalidasa: 91 reconocimiento de SaRomán Goul: Los amos de la Cheka.
kuntala. Nuevamente vertido al castella Historia del Terror en la no por Cansinos Assens.
Víctor Bibl: Napoleon II.
Miguel Bakunin: Mi vida. Confesión. 1857. José Domingo Monge Rojas: RebelMaurice Muret: Grandeza de las arisdías líricas.
tocracias. Traducción de Hernán del SoGracián: Oráculo manual y Arte de lar.
prudencia.
Cuando eramos jóvenes recibimos en Espana la gran doctrina de Don Francisco Giner el espíritu es lo que cuenta no el contenido, no las ideas, sino el continente, el espíritu con que las ideas están animadas. Esto daba poca importancia a los regímenes políticos, a los credos religiosos, a los protocolos de la moral.