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34 REPERTORIO AMERICANO era democracia. queriendo decirse con eso, inconscientemente, que no realizaba aquellas condiciones ideales y místicas de la democracia.
Los primeros abandonan y condenan en general la democracia. Los segundos condenan o abandonan las democracias reales, concretas, o tal de ellas.
Las dos clases de desencantados, cuyo trabajo coincide en sus efectos, forman, en ciertos países, hoy, la mayoría, la casi totalidad de los hombres. esto distorsiona y desequilibra en lo político el momento actual del mundo.
Ahora bien: eso no hubiera ocurrido y ello hace reflexionar sobre el valor, sobre la importancia de la razón, eso no hubiera ocurrido si la democracia hubiera sido realmente bien fundada (porque entonces esto es lo esenciallos hombres hubieran estado preparados y defendidos. Por eso, viendo prepararse todo ese mal, hace tantos años que yo en mi clase de Filosofía del Derecho enfocaba sobre la previsión de esos males e intentaba hacer lo que yo llamé la recimentación de las nociones fundamentales de democracia y derechos individuales.
En mayor o menor grado 00 sé qué mérito atribuirme, pero si alguno encontré en los jóvenes un eco de que me enorgullezco. Bien fundada he dicho: bien fundada. cómo. cuál es su fundamento verdadero. La democracia tiene, en esquema, dos o si se quiere tres fundamentos.
Son fundamentos que tienen planos distintos. Uno, negativo, ya bien importante. otro, positivo, mucho más importante todavía, que comprende desde hechos reales hasta los más remotos ideales.
Presentemos primero lo que sobre este punto habría que enseñar, y se puede enseñar a niños. porque en un momento como el actual, en que todas las nociones están tan ccnfundidas, el que desee aclarar algo moral hará bien en empezar por pensar simple.
Lo que es elemental, y, repito, puede comprender cualquier niño, aunque haya tantos hombres que no lo comprendan: En primer lugar, gobierno tiene que conteler mal: ni teóricamente puede el hecho gobierno tener una justificación ideal. No puede haber soberanía en sentido místico, ni por la herencia, ni por la fuerza, ni por la mayoría, pues ninguna de estas bases daría idealmente derecho a unos hombres a mandar a los demás.
Ni prácticamente puede haber gobiernos ideales sin mal. sea cual sea su origen.
Entre tanto esto se puede seguir explicando con la misma sencillez entre tanto, tiene que haber gobierno, por dos razones principales: Primero porque, no siendo todos los hombres moralmente ideales, ni aun los más, se necesita autoridad para que la seguridad, lo derechos legítimos de los hombres sean respetados. Y, segundo, porque esto, aunque fueran ideales todos los hombres, y más no siéndolo hay intereses generales y servicios públi.
cos que no pueden ser atendidos ni dirigidos por acción individual.
Entonces, prácticamente, se muestra (por razón y por experiencia) que los defectos y males de un gobierno de ese gobierno que tiene que existir con su proporción de mal. que los defectos y males de un gobierno formado y renovado periódicamente por elección de mayoría, con ser muy grandes, son todavia mucho menores que los gobiernos absolutos de individiuos provenientes de la herencia o de la im posición de la fuerza, que son los únicos otros sistemas posibles ya que si lo que hubiera de instituirse fuera gobierno de élite absoluta, de mejores absolutos, no habría modo de determinarlos ni de hacer que fueran obedecidos.
Esto se muestra, no por consideraciones teóricas, sino por hechos (larguísimo trabajo de enumeración y de interpretación que sería esencial aquí, de permitirlo el tiempo disponible. tal es, bien simplificado, el primer elemento de justificación, el elemento negativo: la razón de menor mal.
Aunque negativo, es importantísimo, porque reduce a su valor las críticas (en verdad, las hace desaparecer como tales. Los hechos de incompetencia, los apetitos, la corrupción, etc. todo eso, en que se basa la crítica habitual de la democracia, ya lo sabemos: es con eso (por.
que lo otro es peor. La democracia es como la vida: cosa impura, sucia. Reaccionar contra la democracia o desencantarse de ella ponque se descubre, bajandose de algún satélite, que la democracia en geineral, o tal democracia, o tal aplicación de ella, está impurificada de incompetencia, de mediocridad, de corrupción, de apetitos o intereses ilegítimos, etc. sería como descubrir que la salud en general, o la de tal individuo, es cosa impura, sucia. Que, en el cuerpo de cualquier individuo sano. hay toda clase de microbios, gérmenes, toxinas, substancias que eliminar, y sacar de ahí quién sabe qué consecuencias de artificialización de la vida, tratamientos ficticios, encerrando, forzando, suprimiendo aire, alimentos; tratamientos que afectarían, esterilizarían y tenderían a suprimir la vida misma.
Bien: Ese solo aspecto negativo bastaría para prevenir contra el desencanto. En la mayor parte de los desencantados de la democracia con que yo trato y con que tratarán ustedes, el proceso no se hubiera producido si esto Se hubiera dominado de una manera práctica y clara. lo cual podría haber contribuído el que se lo hubiera ensenado así. Yo lo sé. Pero después, hay otro aspecto más hondo, otro fundamento aún más importante, mucho más importante. este es positivo. El bien de la Democracia, no es sólo negativo: No es sólo el bien de menor mal.
Es, positivamente, bien bienes hondos: Hasta el más hondo de todos: mantener la vida en el individuo, perfeccionarlo, excitando y exaltando continuamente a los individuos por los problemas que ellos son llamados a considerar, y, por su actuación cívica, a resolver: bien, o menos bien, lo que es secundario. los individuos, que son la célula viva, base de la vida en lo social, son por eso lo esencial de las sociedades, lo que más garante su vida; la base y reserva de su vida social y nacional, y la base de mejoramiento.
Todos los individuos en lo que pueda dar cada uno vivos y en excitación, interesados por todos los problemas, salga lo que salga.
Eso, subjetivamente y en sí.
Y, objetivamente, lo que de hceho sale: Hay tqu un hecho fundamental: hecho, y no teoría. es que la resultante de la actuación de esos hombres en tan gran proporción inferiores e inconscientes que eligen, y de esos mandatarios cuántas veces no superiores tampoco; que la resultante de toda esa vida impura, es que de ella sale casi siempre lo mejor o lo menos malo, en la vida social y política precisamente práctica. Cuando se habla de la democracia hay que pensar en predominancia y observar resultantes. Esto asimila su concepto al de las mo.
dennas teorías de la física: es caso de predominancia y estadística como en la teoría cinética de los gases. En el determinismo estadistico de tantas tendencias contrarias, en el ejercicio de la democracia, predomina, resulta, el bien, o el menor mal. Ese es hecho.
Lo que sale es mejor que los componentes. Hay neutralización de mal, con resultante en buen sentido. Por eso precisamente es cosa práctica y no teórica la demooracia.
Cuando las democracias funcionan normalmente, y por largo tiempo, que es cuando funcionan aseguradas, hasta se produce en ellas ese equilibrio, por cierto no siempre simpático, pero deseable, para evitar los sucidios del bien: ese equilibrio entre el elemento sanchesco y el elemento quijotesco. resulta esto es lo esencial. resulta contención de la violencia, externa e interna.
Pero aquí tengo que dejar, en esta conferencia, dos grandes vacíos: vacíos de la extensión de muchas, muchas conferencias. Uno, el examen e interpretación de los hechos, que muestran al que sabe observar los hechos e interpretar la experiencia ia inferioridad y el peligro fatal desde estos puntos de vista, de las organizaciones no democráticas. otro vacío: la respuesta especial a los argumentos antidemocráticos especiales. Que son cambiantes: se sustituyen unos a otros según las épocas y situaciones. Por ejemplo: el efecto falacioso que produce la organización (en el sentido en que la establezcan los gobiernos absolutos. pecto admirado por tantos que no ven hasta qué punto su logro importa disminución de posibilidades. Se ve todo lo que hay; pero no hay más de lo que se ve.
Y, sacrificadas, la capacidad de evolución; la capacidad de cambio; la capacidad de mejoramiento; la capacidad de adaptación a lo ines.
perado, a lo imprevisto, ante lo cual no responden las organizaciones rigidas, mientras que la capacidad que la individualidad mantiene hace dar a los mismos individuos, y a las Compañía General Editora, Apartado 8626. México, México con su asEn pasta Algunas de sus ediciones: Laura, por el Conde Alfred de ridos burlados 75 Vigny.
En rústica 75 Heine: Eļ rabino de Bacharach 50 75 Ricardo Palma: La monja de la llave Margarita Urueta: El mar la En rústica distταία. 00 75 50 Dr. Ruiz Castañeda: ProLa insuficiencia cardiaca. Por el Dr. Crisfilaxis específica del tito tián Cortés Lladó.
exantemático En rústica Pasta 00 00 Rústica 00 00 Con el Admor. del Rep. Amer.
Tirso de Molina: Los tres maCalcule el dólar a 00.
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