Lenin

242 REPERTORIO AMERICANO su ya a de los grandes y tumultuosos ríos, sión entre todos los del mundo ani una obra maestra en cualquer idio nunca se acostó sin el ccavencipero que corre leguas y leguas, mal. Tenía Hudson una gran segu ma y en cualquier parte del mun miento de que no amanecería viabriendo surco.
ridad de la existencia de otros sen do.
vo. Quizá su amor intenso a la Su personalidad se exalta en su tidos fuera de los cinco de noción Afortunadamente para los lec vida, a la que rindió culto en su dualidad de escritor y de natura vulgar, dándole gran importancia tores de fino gusto literario, las expresión más bella, como lo es lista. Yo presiento en él al filóso al que él llamaba el sentido de obras de Hudson están traducidas la Naturaleza, sostuvo el ritmo de fo que huye de manifestarse como la cosa en si. Guardaba en casi en su totalidad al castellano. su corazón hasta los ochenta y un tal.
Su libro Allá lejos y hace memoria, el canto de unos cien pá. Algunas, como Allá lejos y hace años.
tiempo está saturado, desde su jaros, sonidos que podia reprodu tiempo. está admirablemente tra. En el parque más hermoso de primeras páginas, de una sabidu cir sin confundirlos entre sí, lo ducida, y es un imperativo cultu Londres se le ha erigido un moría muy modesta, que no quisiera que da idea de su prodigiosa me ral conocerlas.
numento a este genio de las pamlucir atavíos llamativos. Sus геас mori. a Guillermo Enrique Hudson vi pas. Perpetúa a Rima, la heroina ciones mentales y espirituales, a Ezequiel Martínez Estrada, hon vió en Inglaterra de los trenta de Mansiones Verdes, y es obra de los seis años de edad, daban ra de las letras argentinas, es el tres a los ochenta y un años, en uno de los más grandes e incomasomos de su inclinación filosófica. escritor que ha estudiado más de que murió. Desde los dieciséis su prendidos escultores de nuestro Hay páginas hermosísimas en esa cerca, con amor de hermano, la fría la angustia de saberse senten tiempo, Eipstein.
obra, que comprende buena parte labor literaria y científica de Gui ciado a morir en cualquier momende sus años en la pampa, espe llermo Enrique Hudson. La ha pro to de un ataque cardiaco, y duGris.
cialmente las que se refieren a la fundizado en todas sus dimensio raate esos sesenta y cinco años, Bs. As. Argentina, agosto de 1941.
madre, que fué para él la única nes, y por eso sus juicios nos mepersona comprensiva y fomentado recen fe como para propagarlos. Dira de su inclinación contemplativa ce Martínez Estrada, al situar de la Naturaleza; tenía por ella Hudson en el panorama literario de El Político una devoción que se siente palpi la hora presente, que es el más tar aquí y allá en las páginas de grande de los escritores nacidos en Ensayo su diario. Es tan interesante y tan el país, y uno de los más grandes (En el Rep. Amer. Véanse las partes a VII en los tres números anteriores. inspiradora esta obra, que se la de los escritores contemporáneos.
hizo traducir al japonés, y es hoy También los escritores ingleses VII libro de lectura obligatorio para de valor consagrado le consideran los niños de la escuela del Ja como el más grande escritor inglés, De los campesinos de Nugello, al norte de Florencia, asilados pón.
y se le reconoce como uno de los en la ciudad del rojo lirio, surgió la estirpe de comerciantes, y lueArgentino fué, pues, Hudson, en mejores de la literatura universal go, de banqueros que fueron los Medicis. De ellos Cosme siente, un ciento por ciento, y a pesar de Para Tagore, Hudson era el inejor piensa y obra como principe. De la reyecía sólo os falta el nomque escribiera todos sus libros en prosista del mundo, testimonio que bre le escribía Eneas Silvio Piccolomini, que fué el Papa Pío inglés, ya que la única palabra que coincide con el de Galsworthy, II. Fué político en grande. odiado hubiera pasado a la Historia, si usó en ellos, en castellano, fué el quien afirmaba que era el más fa no hubiese amado las Letras y a los hombres que las poseían y las título de uno de sus libros, que le moso escritor de nuestra época. representaba. no las amó y protegió menos Lorenzo el Magnídió fama universal: El Ombú. Es Ezequiel Martínez Estrada celefico. Los grandes de verdad amaron el esplendor de las Letras y de considerado como el más argenti bra, con una sinceridad que le halas Artes, y por eso, envueltos sus nombres sobreviven en la histono de los escritores que son, y ce mucho honor, que Hudson huria con aquel mismo esplendor.
es más, está ya desliudado del biera escrito su obra en inglés, y Al político de nuestro tiempo rara vez interesan las Letras o las campo de la discusión, el hecho de en otra tierra. De su apreciación Artes. Hace uso de ellas, como de la imprenta o del automóvil, cuanque como escritor regional, está sobre los admirables libros del gran do les son útiles a sus fines. Ellas son lo que decora y aureola. En en el mismo plano de su conteni gaucho inglés, dicha en el Conel fondo de su pensamiento, sólo conserva devoción por los artisporáneo, el autor del Martin Fie greso de Escritores, celebrado retas, de cuya obra conoció alguna cosa en su adolescencia y primera jurro, y entre las obras representacientemente en Tucumán (en los ú) ventud.
tivas modernas, el mismo Don timos días de julio) tomamos el siCon ese magro acervo transitan por la calle real de su profeSegundo Sombra no tiene el al guiente juicio: sión política. Ni estudian, ni admiran abiertamente a los que han sur.
quitarado sabor criollo de El Om Si traemos a nuestro idioma la gido entre sus contemporáneos, o en las generaciones más jóvenes.
bú, que con sus novelas Mansio obra de Hudson, veremos que lo Se pavonean declarando que no los leen, que no conocen sus obras.
nes Verdes (Green Mansions. que él ha hecho es salvar del desasY luego aspiran a gobernaar, porque no se dan cabal cuenta de que para mí la más hermosa sinfonia tre y de la pérdida esos materiales gobernar es hacer algo más que vigilar la Hacienda, manipulear la de esmeraldas y La Tierra Pur que aqui hubieran sucumbido deGobernación y poner gente de su confianza en las posiciones estraté.
púrea (The Purple Land. son do vorados por la realidad. En buena gicas de la defensa del Estado.
cumentos vivos y fervorosos de hora, pues, su marcha, llevándose Nada saben hacer por la cultura de los pueblos, fuera del pago de la Naturaleza y la vida americaen su libreta de apuntes y en esa las deudas políticas, que deben cancelarse creando la burocracia de uas.
otra libreta de apuntes que era su la cultura, como crean la burocracia de la salud, o la de las obras habia En Hudson primaba el poeta soorganismo entero, donde él públicas.
bre el naturalista, a pesar de que anotado con una escritura nítida e Al político no interesan los Congresos y Conferencias internase le considera como el más granindeleble, las mismas observaciocionales, por la naturaleza de los asuntos que en ellos deben debade de los naturalistas contempones, pero más vivas, que en su litirse y resolverse, sino porque a ellos asistirán tales amigos, a quieráneos. Con visión genial breta de apuntes. 1) más adecomnes es preciso aplacar, o seducir, o recompensar por el dinero emprendía todas las manifestaciones lante: Pero además, como si preprestado, o por los mediocres discursos de la campaña electoral.
de la Naturaleza, y se acercaba a sintiera que no íbamos a poder Al político no interesa proteger a los artistas, ni a los hombres ella en la misma actitud darle forma en un estilo de valor curiosa de ciencia y de letras, sino cuando éstos se le uncen a su carroza de que se acercaba a una biblioteca.
universal, trabajó esos materiales carnaval. Para él no tiener importancia las escuelas superiores, los Su contemplación del más diminu y los dejó perfectos y acabados, Museos, los Conservatorios, los monumentos arqueológicos, ni teatros sino to insecto o del pájaro más vistode modo que no tuviéramos populares, ni bibliotecas públicas. Unas y otras se suceden las Adso, así como de la florecilla hu ique traducir.
ministraciones sin que ninguna de ellas haya hecho algún esfuerzo milde del cardo, o del árbol de imExplica luego, acertadamente el de consideración por instituciones culturales. Construyen escuelas señor Martínez Estrada, que las ponente copa, eran motivos que le por el deleite de edificar, no por su contenido espiritual.
arrebataban y le ponían en comupocas obras que hay traducidas de Puede pasarse el político los treinta, o los cincuenta años de nicación con el alma agreste. Fi Hudson, apenas las conocen los essu vida política, sin que un afán propiamente cultural le haya mocritores de habla castellana: El no observador que ponía, hecha un vido a procurar un edificio, un salón, una biblioteca en donde las acnuestra haz, toda su sensibilidad en lector que ansioso busca tividades de la cultura nacional pueda hallar refugio, un laboratomirada o en sus oídos cuando ob literatura, no sabe que ahí la tie.
rio para los estudiosos de las ciencias, un premio anual para la meservaba alguna manifestación de ne, no solamente como se la da jor obra de ciencia o de arte, para el mejor operario en arcilla, me infela Naturaleza. Hay, diseminadas mos nosotros, en una obra tal o madera, o cuero o paño.
rior en todas sus obras, las más sutiles y con una sensibilidad y un Para la mentalidad del político nada de esto posee algún valor razonamiento afirmaciones, entre ellas la de aprendices, sino muy práctico, al modo que lo tiene la protección industrial, la compra de curiosa de que la langosta perde (1) Confiamos en que la versión taquiterrenos para cualquier fin utilitario, o sin utilidad, con tal que con produce el sonido de mayor expre grafica sea fiel.
ello se pueda pagar otra deuda política. Porque esto es lo primorsu