354 REPERTORIO AMERICANO Los mil y un cuentos Pakhom el mujik. Hace falta mucha tierra para un hombre. Por LEÓN TOLSTOI (Del libro Cuentos escogidos de Tolstoi, edición de la Universidad Nacional de México. 1923. CARLOS MANUEL FERNANDEZ Cirujano Dentista SAN JOSE, COSTA RICA APARTADO 1252 TELEFONOS: 2552 Oficina 4201 Habitación La hermana mayor, esposa de un comerciante. Está bien! se decía jahora nos veremos Tenia ahorrados cien rublos, vendiendo el viene a la campiña a visitar a su hermana me las caras! Voy a darte mucha tierra y por la tiepotro, la mitad de las abejas, y colocando a su nor, casada con un mujik. Hace la primera el rra te cogeré.
hijo como mozo de labranza en una granja, pudo panegirico de la vida que su posición desahogada II reunir la mitad de la suma.
le permite; enumera las comodidades de que goPakhom tomó el dinero, escogió quince deciaza, el lujo de sus vestidos, los exquisitos manja Al lado del mujik vivía una barinia (1) quc tinas de tierra con un pequeño bosque, y fue a res que adornan su mesa y que regalan su pa poseía ciento veinte deciatinas (2) de tierra. Es casa de la barinia a cerrar el trato, dejando una ladar, y los paseos y teatros, en que solaza su taba en las mejores relaciones con los mujiks y no cierta cantidad como señal. Fué a la ciudad para vista y su espíritu.
hacía mal a nadie, cuando tomó por administra hacer la escritura de venta, y en ella hizo consMolesta por aquel brillante cuadro en que pa dor a un licenciado del ejército, que comenzó a tar que daba la mitad del importe al contado, rece descubrir ciertos dejos de malicia, encami abrumar a multas a los colonos.
y en cuanto al resto se comprometía a pagarlo nada, sin duda, a hacerle sentir la diferencia de pesar de todas las precauciones de Pakhom en dos años. Con esto Pakhom fué dueño de posición social que entre las dos existe, comienza ya era un caballo que se mete en un campo de aquella tierra.
la hermana menor a disminuir la importancia de avena, ya la vaca que penetra en el jardín, o los Para comprar semillas pidió dinero a su cula vida que puede darse la esposa de un comer terneros que entran en la pradera, y por todo nado; pero tan bien se dió la cosecha, que en ciante y a realzar la de una campesina.
ello multa al canto.
sólo un año pagó la deuda a la barinia y a su Yo dice no cambiaría mi posición por la Pakhom pagaba, juraba, y castigaba a los su pariente, y quedó como verdadero propietario.
tuya, porque si bien es cierto que no es brillante yos. Durante todo aquel verano tuvo que sufrir Al fin trabajaba en terrenos de su exclusiva pernuestra existencia, en cambio nos con descono muchas vejaciones del administrador, por lo cual tenencia, en sus entrañas clavaba la reja del aracidas las inquietudes que los asaltan. Vivís con vió con sumo gusto que volvía el tiempo de re do, y en ellos la diestra mano del sembrador más lujo; pero si unas veces ganáis, otras lo per coger el ganado, aunque lamentase el tenerlo que hacía caer la lluvia de grano que la fecunda déis todo de golpe, y el proverbio dice: La pér mantener; pero al menos ya no tenía miedo a las savia de la madre tierra había de devolver centudida es respeto de la ganancia, una hermanu ma multas estaba tranquilo.
plicada, y también de sus tierras procedían los yor. Ocurre que hoy eres rica mañana no tienes Durante el invierno circulo el rumor de que maderos la leña que, provido, su bosquecillo nada. Nuestra existencia es más segura. En casa la barinia vendía sus tierras y que el dvornik del le brindaba.
del mujik la subsistencia es mezquina, pero du camino real quería comprarlas.
Cuando Pakhom va a labrar su terruño, cuanradera. Nunca seremos ricos, pero siempre ten Esto impresionó dolorosamente a los mujiks. do mira cómo crece su trigo y cómo el verdor dremos que comer. Si la tierra vuelve a manos del dvornik se cubre sus prados, la alegría le transfigura y le Es verdad repuso la otra hermana; ipe decian. aún nos va a tratar peor que la barinia. parecen sus plantas diferentes de las que nacen ro a costa de vivir entre cerdos y terneros! Ni Los campesinos, representados por los jefes de en las ajenas fincas y sus flores más bellas que modales corteses, ni comodidades, a pesar del tra cada familia, fueron en masa a suplicar a la se las que brotan en los demás campos. En otro bajo de tu marido. Vivís entre basura moriréis ñora que no vendiese sus tierras al dvornik, sino tiempo, cuando aquello no era suyo, le parecía y la misma suerte aguarda a vuestros hia ellos, que estaban dispuestos a pagarlas más que nada tenía de extraordinario; pero ahora jos.
caras. Consintió la barinia y los mujiks se con cada día descubre nuevas cualidades en sus tie ¿Y qué? dijo la otra hermana el oficio certaron para que la compra la efectuase el mir.
lo requiere; mas por eso mismo nuestra vida es (3) Reuniéronse una, dos veces, y el asunto casi III estable cuando tenemos tierras. No tenemos que no se arreglaba porque el diablo los dividió y inclinarnos ante nadie y a nadie tememos. VosoAsí vivia Pakhom dichoso. Todo iba bien, les era imposible llegar a un acuerdo. Por últitros, en la ciudad, estáis expuestos a la tenta mo decidieron comprar cada uno su parte, en la cuando los mujiks comenzaron a entrarse los por ción. Hoy estáis bien; pero talvez mañana haga medida de sus recursos, y también accedió a trigos y los prados de Pakhom, y aun cuando él el dial lo que a tu marido le dé por los naipes, ello la barina.
les rogaba que no lo hiciesen, ellos continuaban por el vino o por las mujeres, y todo irá manga Pakhom supo que un su vecino había comprado sus intrusiones. Unas veces los pastores dejaban por hombro. Qué no puede ocurrir con cualveinte deciatinas y que la barinia le había cona las vacas entrar en los prados, otras eran los quiera de esas cosas?
cedido que pagase por años la mitad del precio caballos los que arrollaban los trigos, y Pakhom Pakhom, el marido, sentado sobre la estufa, de las tierras y esto excitó su envidia.
se contentaba con echarlos y les perdonaba, sin escuchaba la charla de las mujeres. Van a quedarse con toda la tierra se diquerer llevar el asunto ante la justicia. Lo que dice mi esposa exclamó es la fiel Acabó por enfadarse jo y yo sin nada.
fué en queja al tribuexpresión de la verdad. Ocupados en remover la Entonces consultó con su mujer.
nal de la comarca, aun cuando sabía los que tierra que nos mantiene, jamás pensamos, desde Todo el mundo compra le dijo y es premujiks no lo hacían por mala voluntad, sino niños, en futilidades. La única desgracia es tener ciso que nosotros compremos también una doceporque estaban estrechos.
pocas tierras; pero si yo tuviera toda la deque na de deciatinas, porque de otro modo no po Si los perdono siempre pensaba, acabarán seara, no tendría miedo ni al mismo diablo.
dríamos vivir; ese administrador nos ha arruinado por comerse cuanto poseo. Es preciso asustarlos Las mujeres, después de haber tomado el té, en fuerza de multas.
para que tengan cuidado.
siguieron hablando de trajes; arreglaron la vajiLuego reflexionó acerca del modo de hacer Hizo, en efecto, un primer ejemplo, y luego lla después se fueron a acostar.
la adquisición.
un segundo, llevando ante el tribunal a El diablo estaba sentado detrás de la estufa esmujik. Los campesinos colindantes a Pakhom cuchándolo todo y se alegro de que la mujer del se disgustaron contra él, y entonces enviaban campesino hubiera dado pie a su marido para que (1) Mujer perteneciente a la nobleza.
exprofeso a sus ganados a pacer en las tierras de éste le desafiase. No se había alabado de que, si (2) Aproximadamente 121 hectáreas.
aquél. Una noche fué uno al bosquecillo y cortó tuviera tierra, no tendría miedo ni del propio (3) Mir es la asociación de jefes de familia que rige una docena de tilos para aprovechar la corteza.
Satanás?
los asuntos de la agrupación rural; especie de Municipio. Al atravesar la floresta advierte Pakhom algo emanJUDOD enTODOLCU Judo en ella rras.
otro PR Distinguida y fina Cerveza GAMBRINUS es siempre la UNTUUUUUUUUUU JIJdNIQLO222222 JuduL OCCULLOC JU