360 REPERTORIO AMERICANO Virginia Woolf (Dibujo de Trujillo)
Virginia Woolf Hija y víctima de su siglo (De El Tiempo. Bogotá, 27, Abril, 1941. cuales había puesto en peligro su existen tiempo la señora Woolf no había llegado a cia la regocijada Inglaterra (merry En la cumbre de su reputación pero ya tenía gland. Era una barraca en el corazón del buen nombre entre los catadores de estilos West End. Tenía dos pisos. Para subir al y de sutileza y gracia de pensamiento. Ejerprimero había una escalera de estilo incier ció en un principio la crítica literaria, sin to, sin barandas y peligrosamente inclina mayor realce, en algún semanario más coda. El salón principal no existía al tiempo nocido por su rigor en las críticas que por de mi primera visita. El comedor tenía la altura de su criterio estético. Sus primeexistencia práctica, garantizada por un ras novelas pasaron sobre el océano de la mobiliario sólido y distinguida clientela. La producción literaria de aquellos tiempos mesa era un tablón rudo, compuesto de sin peiturbar la superficie del piélago. Pe.
maderos toscos malamente adheridos y co ro a medida que avanzaba en la curva de locados sobre burros de una premurosa sus actividades subían sus méritos de esticonstrucción. La clientela se componía de lista y minuciosa y precisa observadora.
miembros del parlamento, notabilidades de La fama de Proust, cuyas obras inundala prensa, aristócratas de tendencias colec ron el mercado inglés, así en el idioma oritivas como el universal Cunningham Gra ginal como en las traducciones que estuham, eruditos de claras tradiciones como vieron a punto de colocarle como en casa Fitzmaurice Kelly y figuras enbiestas de la propia en los anales de la literatura britáliteratura cuyos nombres han pasado a las nica, obró con viveza sobre la carrera liteedades en las novelas tituladas la «Máquina raria de la señora Woolf. Con Mrs. Dallode explorar el tiempo) o (El hombre de way, publicada 1925, la literatura inglesa posesión. The Mand of Property. se enriqueció en el género de la novela.
En este lugar de selección iba a dictar Sin seguir la tradición de las grandes nosu conferencia Roger Fry. Al llegar con mi veli s inglesas como Eliot, Jane Ausamigo, el talento de que he hecho memoria, ten, las Brontes, a no ser en la fuerza de a la sala de conferencias, casi todas las sillas la observación y honda conciencia literaEl año de 1919 (cuán lejos y qué cerca. estaban ocupadas, a las seis de la tarde: ria, la señora Woolf llegó a la fama, sifui invitado por uu buen amigo de aficio era el fin de la primavera, la temperatura, guiendo, sin imitarlo servilmente, el prones literarias y no precisamente un aprendiz por excepción, dulce y sin alternativas. cedimiento de Proust. Cabe aquí hace alen cosas de arte y filosofía a una conferen Había una vibrante expectativa Roger Fry gunas distinciones. Leer, por ejemplo, a cia sobre la estética de la pintura a cargo a más de un crítico altamente reputado era James Joyce es una tarea, agradable a nada menos que de Roger Fry, cuya carre un escritor de escuela, de gusto, pululante trechos, regocijada por momentos, pero ra de excitación y propaganda artística fue de ideas y de puntos de vista nuevos. siempre un empeño laborioso en que entran interrumpida dolorosamente por la muerte En la mesa de la presidencia, construída todas las facultad críticas del lector; leer en el mejor período de su actividad litera con el mismo criterio y los mismos materia a Proust es viajar a lo largo de un camino ria. La conferencia sería dictada en el les que los del comedor, se sentaba el pre lleno de paisajes fascinadores y de posadas Club «1917. No está fuera de lugar descri sidente de la conferencia cuyo nombre ig en que hay los más curiosos camaradas de bir los orígenes de esta institución noveles noramios hoy con la misma plenitud que en viaje; pero el viandante no puede olvidarca. En 1917, corriendo a mal correr, para aquella fecha; Roger Fry, el conferenciante; se siempre de los sucedidos más o menos ambos beligerantes, la guerra de 1914, el una señora muy atendida y un caballero in ingratos de la excursión, de las interrupgobierno de Inglaterra y la opinión pública significante. El presidente dirigiéndose a la ciones y naturalmente del cansancio. Leer de ese país estaban oprimidos intelectual y señora, la invitó a que tomase la palabra la novela de Virginia Woolf, titulada Mrs.
materialmente por el interrogante cada vez con el fin de presentar la personalidad de Dalloway es un placer continuo y sosegamás perturbador e incierto de cuál sería Roger Fry a los emocionados concurrentes. do lleno de amenidad por las cortinas que el desenlace de la delirante carnicería. Se puso de pies una señora alta, demasiada levanta para dejar ver un mundo poco Rusia venía siendo el más inquietante en alta, delgada hasta la emaciación, de faccio conocido. Es el método de Proust pero suatre todos los datos del problema. Carecía nes finas y extraordinariamente marcadas, vizado por un estilo de incomparable pulde entusiasmo por la causa. no tenía gene risueña, poco vestida, según era la moda cr tud y destreza, sin demasías en la desrales de imaginación y de nociones técnicas del momento y llena de simpatías y gracias. cripción, sin detenciones inmoderadas somodernas, le faltaban materiales de guerra, Empezó, como suele empezarse en tales bre puntos secundarios. La novela se desenmedios de transporte, armas y pertrechos y ocasiones, diciendo que para un auditorio vuelve y acaba en el curso de las dieciséis provisiones. Tenía muchos millones de sol tan distinguido no era necesario hacer la horas de un solo día. Mrs Dalloway, la dados mal vestidos, amenazados de priva presentación de Roger Fry. En un aspecto protagonista, sale de su casa a las ocho de ciones e inermes. De repente llegó a Lon dijo, tal vez no conocen ustedes al con e la mañana a comprar flores y otras cosas dres la noticia de que una revolución en renciante, y añadió. Es el perturbador de necesarias para una recepción de la noche.
Petrogrado había desconocido el gobierno la tranquilidad en los hogares de Londres. Mientras ella prepara su función pasa por los imperial, obtenido la abdicación del zar y La concurrencia llenó el aire con los com ojos mentales del lector la sociedad inglesa organizado sin dificultad un gobierno repu pases de una risa discreta. Fry sonrió in de la postguerra con todas sus flaq ezas, blicano con Kerenski, jurisconsulto de telectualmente. La oradora quería sugerir sus pequeños temores, sus preocupaciones grandes talentos oratorios, como presiden como las enseñanzas de Fry hacían pacer e in uficiencias. Allí se ve cómo se verifite. El gobierno de Londres, la atribulada en sus admiradoras el deseo de comprar co un cambio profundo en las costumbres, población, todos los partidos políticos, reci cuadros, cuyos precios subían mas allá de en el modo de pensar y de sentir de aquebieron la noticia con señales de aguda com los recursos económicos del hogar. En ese llos isleños bajo el siniestro planeta del traplacencia. Los liberales en su gran mayoría momento vine a saber por mi compañero tado de Versalles. Para un juicioso y bien se declararon encantados con el triunfo de de aficiones y de curiosidad que la encar equipado observador de aquellos días no Kerenski, liberal él mismo, de tipo clásico y gada de la palabra en tan señalada ocasión habría sido difícil pronosticar cuál vendı ía entusiasta servidor de las multitudes. era Virginia Woolf. Ya era famoso su nom a ser la actitud de la sociedad inglesa simPara conmemorar con duradero monumen bre. Era hija de Leslie Stephen, periodista, bolizada por Chamberlain ante los sucesos to la revolución liberal y republicana de biógrafo de renombre, ensayista advertido, europeos de 1939.
Rusia los liberales más entusiastas de Lon dueño de un poderoso arsenal de conoci La mayor novedad para algunos y difidres y algunas conservadores de nuevo cu mientos y de sutiles e ingeniosos modos cultad para otros en la obra de Proust y ño fundaron el Club (1917. Le pusieron de expresión, historiador a su modo y filó de Joyce, es, a no dudarlo, el estilo; lleno este nombre para que no quedara duda so sofo a ratos. Virginia se había casado en de infinitas diluciones en el primero, conbre las causas y motivos de su fundación. 1912 con Leonardo Woolf, literato de ideas, torsionado, críptico, abismal a veces en el Tiene importancia describir este nuevo político, laborista, editor y propagandis otro. Virginia Woolf, saludablemente inrefugio de la fe en los principios por los ta de nuevas formas de gobierno. En ese (Sigue en la pág. 362)