100 REPERTORIO AMERICANO es Son apuntes. Amo tanto al príncipe, que daría mi vi el marido se emborrachó y cantó esta canción: arboleda y atormentan a los pobres bueyes que da por él dijo la mujer. Por que voy a Ahora estoy libre de toda carga.
regresan. El hombre sudando alcohol es el incompadecerme de esos huesos muertos? Tú quisieras que te perdonara, dio fatalista. Bajo el sucio toldo de la carreta, Luego encargó al viejo que cuidase del prín pero si siguieras viviendo conmigo los sollozos maternos, y un niño de mirada cipe, y provista de un martillo, se fué a la me partirías el cráneo.
anchurosa oteando el infinito.
cámara mortuoria. Puso a su lado la lámpara, Luego prorrumpió en una carcajada y dicogió el martillo con las dos manos y golLos marimberos peando con toda su fuerza partió la tapa del jo: Te voy a enseñar a tu nuevo marido.
ataúd. Cuando el ataúd quedó abierto, oyo Extendió la mano, y, de repente, la mujer vió Aun cuando están en vacaciones escolares, al príncipe y al viejo entrar por la puerta. Se que Dchuang Dsi daba un largo suspiro. Luego la madre se esmera en tenerles siempre las espantó y miró en derredor; pero Dchuang se estiró y se incorporó. La mujer se quedó camisitas muy blancas, por si los llaman paparalizada de espanto. Cayó al suelo y a su Dsi había desaparecido. Volvió la cabeza al ra alguna parranda. Ella sabe que sus chilado el martillo. Entretanto Dchuang Dsi se otro lado y también se habían ido el príncipe quillos son muy buscados, porque resultan múfue al pabellón del jardín. Finalmente la muy su acompañante. Entonces se dio cuenta de sicos baratos, se ajustan por menos y no toman jer reunió sus fuerzas y se secó el sudor que que Dchuang Dsi había empleado sus artes tragos; con un vaso de tamarindo quedan arrele bañaba la frente. Luego se fue también al mágicas para hacerla caer en el lazo y se ahorglados.
pabellón. El príncipe y su acompañante hacó de vergüenza y desesperación.
Onoe años cumplió el mayor y ya sabe transbían desaparecido portar. Los dos tocan con amor, con verdadeDchuang Dsi se puso a repiquetear en una Ella trató de disculparse: Desde que has ro placer, y su repertorio es extenso igual que bandeja y canto: la resistencia de los mocitos.
muento no dejé de pensar en ti noche y día.
Antes oſ ruido en el ataúd y recordé que en Quiso engañarme Ellos prefieren las velas. dicen que se gatiempos antiguos, ocurrió alguna vez que pero yo fui más listo que ella.
na mejor y además, los chilean mucho.
resucitasen los muertos. Por eso cogí el marti¿De qué me sirve mi caballo Estos artistas de tez morena, ojos brillantes llo y abrí el ataúd. en efecto, estás vivo. si otro monta en él?
y miembros delgados, forman frente a su peQué feliz soy. Qué feliz soy! Dchuang Dsi Si estuviese en el ataúd, queña marimba, el cuadro criollo que busca el aficionado a la luz tropical. Vivarachos dijo: Muchas gracias, por tus cuidados. Pe otro la hubiera gozado loу ro no te ha durado mucho el luto. Vas ves y yo estaría muerto.
cuaces, guardan ternuras de enamorado para tida de terciopelo y seda. Confiaba en tener ¡Oh desdichal, joh dolor!
su compañera inseparable, que refleja los soles bravíos de su espléndida tierra.
suerte, al abrir el ataúd; por eso me vestí de Tras esto abandonó su casa, y se dedicó a Tóquense El Torito, muchachos!
fiesa y me quité el luto, para que fuese un peregrinar. Alcanzó la inmortalidad y desapa Un abuelo ronco suena las maracas, chocan signo feliz. Pero por qué no está el ataúd reció.
los bolillos en las finas tablas, y cimbra la noen el sitio de honor. Será también como buen via de los marimberos!
signo? La mujer calló, enrojeciendo. Dchuang (Este cuento un episodio desprendido del Dsi le mandó que trajera vino y empezó a libro de Dchuang Dsi, el filósofo. La casa Tien, a la que pertenecía la mujer de Dwang Dsi, reinó En la noche beber. La mujer no se cansaba de decirle palaen el Estado Tsi (Chantung oriental. desde 379.
bras dulces, pues deseaba quedarse con él. Pero Tchu era una ciudad al Sur de la antigua China. Raychazos trazados por mano inexperta, cadena de presos camino a la estepa, frases trastornadas como delirio de enfermo, eso me sugieren las cercas de tunas que me encuentro en las tierras cálidas. Qué diferentes de las (En el Rep. Amer. cercas de la Meseta Central, bondadosas, atrayentes: las de arbolitos de poró de hojas ta Con el sol simples, que se creyeran recortadas por una niñita, y salpicadas de rojas pitillas que haAl filo de las nueve el sol ha tomado la Pla ellos son los que vinieron en la carreta, el niño cíamos gritar entre los pulgares. los itabos, za Nueva, ique siempre es nueva aunque los está muy mal, tiene tétano. El nombre fatídico con su facha de abanicos papales y el reguero higuerones que la circundan se acercan al ju cayó en medio del grupo y chisporroteó en code sus flores verdiblancas? También están los bileo. Están jugando un partido: Loros con mentarios: jocotes de ramitas parpadeantes, que solíamos tra Garrobos. van ganando los últimos, y La mayor parte de los asistentes ha tenido masticar cuando el que pasó primero se llevó los veintidós sudan y gritan copiosamente. La un caso de tétano, y todos mortales! Aquí mislas ciruelas que ansiábamos.
muñeca que me gobierna me tiene arrodajada mo hay varios chiquillos que al decir de sus Todos estos centinelas de los caminos tienen bajo un árbol, ella es deportista en flor; yo padres, padecen de ese mal. La gastroenteritis, una sonrisa, despiertan un recuerdo, delinean me entretengo mirando la agilidad de los mu y el paludismo tan corrientes en estos lugares, una ilusión. Sólo las cercas de tunas son árichachos, cuyos apodos suenan a cada instante. para los campesinos son siempre el terrible tédas, dolorosas, yermas, y se retuercen desespeEl único claro del grupo, es un túlile que tano. Es una enfermedad que los obsesiona y radas igual que varón impotente, o como amanllaman Pollo Blanco. Viscotela es un chiquillo le abandonada. Son duras cual pecho que no no se detienen a pensarlo: niño que cae enfercon los ojos desviados. También están Garra mo, a veces por poco y otras por mucho comer, perdona y se erizan de espinas vengativas copata y Caracol. Hay un nicoyano simpático y está con tétano. Cuando el mal recrudece y la piando almas obtusas dominadas por la envidia.
mayor que los otros, al que le dicen Rosacruz. fiebre no los abandona, lo envuelven en una Fantasma es un regrito de brazos largos y lo traen para que el médico pronuncie Yo me empeño en sorprender en ellas algún piernas ligeras. un nica vivarracho y desen la sentencia obligada: Demasiado tarde.
sonido azul, alguna nota que brille, la armonía de algún sabor. Por eso las busqué de noche, vuelto, lo apodan Perdición.
Entonces se acepta el dolor con filosofía.
En la esquina de la plaza va juntándose la De tétano nadie se salva. nosotros los y esta vez como siempre, de los seres atormentados surgió la perfección.
gente, bullen los niños, hay varios caballos varones no nos pegan. las mujercitas están Mis ojos se extasiaron contemplando la naatados a los árboles y una carreta entoldada. todas criadas, pero apenas tenemos un varón tividad fragante de la más bella flor que antes Violeta me llama la atención y me dice que la lleve a jugar con los chiquitos, pero yo no quieY el hombre: nunca vieron: blanco girasol, carne de nenúro entender su idioma tan claro por insinuan Achs el viaje tan lango.
far y alma de jazmín; estrella formada con plumas de cisne y a manera de estambres, la te, pues en la casona de las seis ventanas donY ella: borla dorada de un traje de diosa; copa rebode todos esperan, vive el médico del pueblo. Achará mi hijito, tan alegre que estaba el sahte de rayos de luna; antorcha que brotara Sin embargo. quién puede dominar a una mu jueves comiendo su maduro.
simbolizando un niño!
jer, que además es linda y rubia y no ha cum Entre tanto se ha desatado el viento, en la Milagros como este, no los hace el sol! Preplido dos años?
faz del enfermito zigzagueó el dolor. Después cisa la noche, para que al llamado de las camYa estamos entre las criaturas y nos asoma un suspiro callado y un estremecimiento.
panas que piden un rezo, abra su corola esta mos al túnel de la carreta vacía. Festejan mu El silbato del juez anunció el término del orgullosa y exquisita flor, y virgen prudente, cho la belleza de mi niña que siempre sonríe partido. Ahora celebran el triunfo tomando aencienda la castidad de su lámpara en las cruey quiere montar en los caballos que se ador gua de pipa a la sombra de los cansados hiles espinas de la tuna.
mecen bajo los almendros. En el camino cam guerones. Violeta y yo también nos refrescabia bruscamente de parecer, y se detiene frente mos invitadas por Rosacruz. El sol viril y emALICIA CASTRO ARGÜELLO a una madre que estrecha un envoltorio, un peñoso aceita las palmeras y endulza los juenfermito demacrado. Hace rato que esperan, gosos frutos. Sus caricias ígneas halagan la Esparta, Costa Rica, en 1940.
manta y se nos muere.