REPERTORIO AMERICANO 141 pacios infinitos cuando gana la mayor altitud, simula un ancla prodigiosa en vuelo horizontal cuando cruza imperturbalble, por las llanuras abiertas del azul cielo, sobre sus poderosas alas remeras.
Las aves también se disponen en signo escalonado sobre los Andes portentosos.
El chullo del indio y el poncho del mismo, son dos pirámides policromas, colocadas una sobre otra. Ambos cumplen en la vestimenta del indio el sino del signo de ascención que se reproduce en toda la vida andina.
Aquí en el seno de los Andes, sin vivir al márgen de las palpitaciones del mundo, se vive en forma pura frente a la Naturaleza. de qué Naturaleza!
De una Naturaleza que no encierra ni deprime el espíritu sino que eleva el pensamiento.
El sol y las nieves eternas IM ki El sol y las nieves dan al paisaje, en toda hora, su mayor colorido. Los Andes son por ello un permanente juego de luz matizada. En las mañanas, bajo una macea de luz azul, cuando diáfanos oleajes inundan el espacio, el sol abre Sinsicap. Otusco, Perú y cierra sus alas matinales sobre los picos ne(Camino Sánchez)
vados de reverberante albura sobre su esplén dido plumaje se producen estallidos que incendian, burbujean e irradian como bengalas. la hora del meridiano, la luz destella con El paisaje del Sur del Perú cegadora viveza. El cielo se despeja y se torna más azul y más alto. La menuda vegetación se (Crónica de viaje)
destaca más verde y más apretada. La tempera(En el Rep. Amer. tura crece y el aire se hace seductoramente más fresco. Rosa Arcinega, que es el esfuerzo intelectual Ya al atardecer, la nieve se cubre de un viomás vigoroso de su generación y de su sexo en láceo profundo y parece que de su seño se desAmérica, prendieran alargadas y densas lenguas de fuego El paisaje como una aspiración en actitud de rozac el lienzo azul lejano, de un Todo en los Andes está dispuesto de acuerdo cósmica de elevación cielo sin contornos desmayo en el infinito.
con este espíritu ascensional. Todo en los Andes es una permanente aspiración de ascención.
La visión nocturna de los Andes Los Andes son una aspiración cósmica de elevación, de superación y de poderío. Las montaLa agricultura está ordenada en andenes Imagen característica que grabará el turista nas se empinan gradualmente y lucen sus pica. Los andenes comienzan en la llanura y su siempre es la visión nocturna de los Andes.
chos escalonadamente dispuestos. Del mar al coben por las faldas de los cerros, como escalo nadie dejará de cautivar el sortilegio herazón de los Andes hay una escala perfecta. Los nes esmeraldinos, hasta la cúspide de los montes. chizante de los plenilunios sobre las ventiscas con filos de las cumbres, en las que juguetea la pri Algunos se quedan estacionados en la mitad, de plumaje de cisnes. Mientras que el claro de lina ca luz del alba el último resplandor de la tarde, jando al descubierto su anhelo de subir mucho se desparrama como un divino chorro de agua ascienden cada vez más altos, siempre del menor más. Otros coronan la cumbre y tiñen de verde láctea por los montes lejanos, los desfiladeros abis al mayor. Aquí en plena cordillera, agudas aguel lomo superior de los cerros.
males las ciudades dormidas, la fantasía de los jas y extensos montes nevados, se yerguen soLa agricultura obedece de esta manera al man parajes nevados tienen las características de un litarios en la diafanidad paradisiaca de los hori dato del signo escalonado.
sueño mágico.
zontes. Allá, donde comienza la ascención, están, Enigmático misterio y embrujada soledad enlos montes menores, mostrando, como cóndores vuelve las noches en que la luna no descorre las su gallardo instinto de subir tanto como éstos Los cuadrúpedos se dispersan pegados a la blancas gasas de su claridad. Desde las ciudades que forman el corazón de las cumbres.
tierra también en forma escalonada. En la parte refugiadas siempre en hondonadas y valles, se ven Arequipa es un descanso, un estribo en la as baja está la llama de gallarda cerviz levantada los cerros erguidos, confundidos con las sombras censión hacia la matriz de la altura cósmica. y de finas extremidades inferiores, que exhiben como sombras de más intensa negrura, de mís Cuando el tren parte de Arequipa hacia Juliaca, vanidosas ágiles aristocracias deportivas. Junto apretado o acentuado tinte. Yerguense como cenpunto en el que se bifuracan las líneas hacia Puno a ésta y generalmente un poco más arriba, la altinelas custodios de imperturbable sueño. Por esto, y hacia el Cuzco, se tiene la impresión de que el paca corre nerviosa. En un plano superior, las tal vez, desde hace miles de años la imaginación tren rotura la entraña de los Andes. Una sensa vicuñas cruzan veloces como flechas rubias, per popular los ha animado, les ha dado vida y los conción de vigor y de fuerza se apodera del espíritu. seguidas a veces por la bala codiciosa del cazasidera sus dioses tutelares. Son los aukis.
Pesadamente, vigorosamente, en esfuerzo titáni dor. entre los roquedales solitarios co, se asciende. Como en lucha abierta con las en la altitud máxima, el puma de ojos azules, La vida eglogal fuerzas de la Naturaleza, se conquista las cum ágil salto y mortal ataque, tiene implantado su bees. Una tras otra. Siempre en ascención pe.
temible señorio.
Es igualmente típico en el paisaje de las cumrenne, hasta el final. Ya muy tarde, después de bres, el pastor y la pastora. Pastores candidos de un día de camino, el tren llega a Juliaca y me En la cabellera enredada de los pajonales, en corazón de armiño y sana alegría campestre. Ellos dia hora después a Puno. Pero hasta aquí se han tre el camaje de los árboles que hunden sus raíces dan una nota personal al panorama. Nadie en un dominado las máximas alturas andinas que pue profundas en la tierra, o en los totorales de los viaje de ferrocarril. deja de verlos.
den ser recorridas por el ferrocarril. Sólo los pi lagos, anidan las aves menores y de corto vuelo Ellas con sus trenzas largas y sus polleras de cachos que se ven desfilar a lo lejos desde la ven en la ascención etérea. Pero en los penachos ro vivos colores ceñidas en la cintura a manera de tanilla del vagón, están mas altos.
cosos de los altos montes, tiene su nido el cóndor apretado anillo y sueltas hacia abajo como un que se dibuja como un punto inmóvil en los es desplegado abanico. Ellos, fuertes y sutiles en sus y perdidos