Violence

344 REPERTORIO AMERICANO Pedro Juan Labarthe (En el Rep. Amer. Destrúyela, ya no sirve.
Si es que cuando a ti no te veo es a ella la que beso.
Si te contara lo que a solas hago con ella: La chiquiteo!
En 1937 apareció su segundo libro de versos titulado Claustro Verde.
Hay un gran avance en este poemario hacia la belleza y la sinceridad. Palpita en los poemas el tácito misticismo que hay dentro del poeta. Esta cualidad se va acentuando más y más en el carácter religioso, en el espíritu religioso del poeta. El mismo se reconoce y en una carta de confesión que me escribe me dice: Andan diciendo por los santos periódicos hispanoamericanos que soy el poeta místico de América. Que nadie después de Amado Nervo se ha acercado más a los místicos del siglo de oro como yo. El Dr. Vicente Tovar en su libro Plumas al Viento me compara con Fray Luis y San Juan. Desde luego en moldes poéticos nuevos pero con la misma temática. Tengo en prensa dos obras poéticas místicas.
La sinceridad y la franqueza del hombre aparece sin visos en los poemas de Claustro Verde traducidos al alemán. El poeta le habla al lector sin reserva. Rara vez encontramos la sinceridad tan desnuda como nos la da Labarthe en cada uno de sus poemas.
Aquí hay un poema que lo han publicado en casi todas las revistas hispanoamericanas.
Pedro Juan Labarthe (1938)
EL CORO DEL SEÑOR Pedro Juan Labarthe es, a pesar de sus muy jóvenes treinta y cuatro años, uno de los más reconocidos intelectuales y escritores no sólo de Puerto Rico sino que de toda la América Latina. Al mismo tiempo es un genuino y sincero patriota del nuevo Puerto Rico. En reciente carta suya a mí me dice: Quisiera que los días se multiplicaran para hacer, hacer, hacer más por mi gente aquí y fuera de Puerto Rico. Dinámico hasta la violencia, está siempre fundando centros culturales. él y a nadie más se debe la fundación de Pro Arte de Ponce y no hace mucho fundó en la escuela en donde enseña literatura española un Club cultural: Club Eugenio Maria de Hostos. Sus trabajos literarios han corrido por las páginas de revistas de Hispano América, de los Estados Unidos, de España y Francia. Sus obras literarias han dado la vuelta al mundo y leemos las opiniones que de las mismas han dado en la India el poeta Rabindranath Tagore, en Alemania el Conde Keyserling, en España Menéndez Pidal, en Inglaterra Havelock Ellis, en Suecia Selma Lagerloff, en Francia Somerset Maugham, en los Estados Unidos, Boot Tarkington y Eugene Neill y por Sud América, Alfonso Reyes, Augusto Arias, Luis Dalta, Juana de Ibarbourou, Gabriela Mistral, María de Villarino, Ricardo Rojas, Luis Alberto Sánchez, Luis Lloréns Torres, María Raquel Adler, y otros y otros.
Sus poemas han sido traducidos al alemán, al francés y al inglés. Ha escrito novelas, poemas y dramas, Pedro Juan Labarthe nació el 20 de octubre de 1906 en Ponce, Puerto Rico. Se graduó en la Escuela Superior de San Juan en Puerto Rico.
Por sus notas sobresalientes recibió beca en la Universidad de Columbia y luego otra beca obteniendo los grados de en 1929 y de en el 1930. Sirvió como tutor de francés, italiano y español en la misma Universidad. Luego enseñó en el Colegio de Jesuitas de San Francisco Xavier en Nueva York, literatura francesa; más tarde pasando a la Academia Militar de Valley Forge, en donde enseñó francés y español.
En Nueva York organizó Clubs culturales con la preocupación de dar a conocer a sus buenos portorriqueños por los Estados Unidos y acercar más espiritualmente a las repúblicas americanas. Su labor en otras palabras era netamente Panamericana. él se debe el Club Interamericano de la Sociedad Roerich, el Club Cervantes, el Club de Aristas Hispanoamericanos de Nueva York. Organizó un grupo de Radio: el Grupo Labarthe, que por tres años estuvo radiodifundiendo música hispanoamericana y dando conferencias sobre las repúblicas americanas. En Valley Forge fundó la Sociedad Pan Americana que fué reconocida por el secretario de Estado Cordell Hull, quien gentilmente envió su retrato a dicha Sociedad. La dió a conocer entre los embajadores y ministros hispanoamericanos en Washington, quieDes le ayudaron con libros, banderas y otros regalos. Fué buen amigo del Dr. Leo Rowe de la Pan American Union y este caballero en todo momento estuvo a su lado para ayudarle a fomentar el espíritu panamericano entre los estudiantes de la Academia.
Representó la Sociedad Roerich Interamericana en Brujas, Bélgica, en París y en Madrid.
Hizo varios viajes por Europa poniéndose en contacto con artistas del continente europeo, dando a conocer por esas tierras a su Puerto Rico, colonia de los Estados Unidos. Visitó a Londres, Roterdam, Brujas, Bruselas, París, Madrid, Granada, Sevilla, Toledo, Córdova, Floreincia, Frankfurt, Bonn, Colonia y ctras ciudades de Europa.
Su primera obra fué su tesis para el grado del Master en la Universidad de Columbia: La Filosofía del Gaucho Martin Fierro. Ese mismo año escribió en inglés una novela autobiográfica: El Hijo de Dos Naciones. Propaganda interamericana, de mejor comprensión entre los americanos. Tuvo gran acogida esta obra en y fuera de los Estados Unidos. Hay idealismo, fe y una nata generosidad y bondad. Esta obra apareció en 1930.
En 1936 apareció su primer libro de poesías. Estrías de Sueños. Tiene 33 poemas de amor dedicados a Ella. No dice el nombre de la mujer amada. Dice Es muy vulgar decir los nombres. Son todos para ti. Lleva un prólogo de una de las más distinguidas portorriqueñas, poeta como Labarthe: Carmen Alicia Cadilla. Todos los poemas son tiernos, bellos, exquisitos. Hay un candor refrescante en ellos, característica primordial de todos sus poemas.
El Dr. Romero Navarro, catedrático de Literatura Española en la Universidad de Pensylvania, al leer los poemas de Labarthe dijo: Encuentro a Estrías de Sueños de muy sabrosa y grata lectura. Tiene lo mejor que puede pedirse en un libro de versos: sinceridad artística, emoción y gracia poética. El Conde de Keyserling dijo Tienen sus poemas una ternura incomparable y una sencillez que llega al corazón.
María Raquel Adler dijo: Labarthe es el poeta del amor de América.
Aquí transcribo un poema de su poemario amoroso: Déjame Señor, entrar en tu coro.
No desentonaré porque amo tu obra.
Cantaré quedo imitando la escala del arroyo.
Mis notas saltarán sobre el pentagrama de las (piedras.
Imitaré los violines eóleos al pasar por los (pinos.
Expresaré las alegrías de los días claros como (las aves y con el aleteo de mi gratitud cantaré una oración vespertina.
Te juro Señor, que entraré a tiempo.
No iré de prisa ni alzare la voz.
Seguiré el compás armonioso.
Tú me guiarás En esta gran orquesta que es tu mundo.
Teñiré mis notas con el color de las rosas.
Las avivaré con el soplo divino del que te adora.
Abreme Señor, las puertas déjame entrar en tu coro.
Seré el último de los aprendices Pero el primero en la devoción y en la (obediencia.
Qué bello, oh, qué honor es poder entrar en (tu coro!
ESA FLOR Aquí llevo la flor que me diste después de un concierto y de haber caminado (mucho.
Está arrugada por el calor de mis besos y del tiempo.
Si la pones entre mil rosas secas, la conoceré. No ves que la he becado más de mil veces. Por más guardada que esté, siempre saco la rosa pálida.
Me dijiste un dia llena de ira: Una de las partes más tiernas, más bellas de Claustro Verde es el prólogo que él mismo escribe: Quién soy por si no me conoces.
Aquí Pedro Juan Labarthe da su credo de vida. Es un credo lleno de fe, de esperanza, de amor. Sobretodo es un poeta que ama las lágrimas y la belleza. Pasa hambre por comprarse un libro o un lienzo. Perdería la razón si llegara a perder un buen amigo. Ama las flores, las aves, el agua y se siente hermano de ellas. dice cuanto a su sola ambición de prestigio intelectual: Mi fama la izaría al asta de una palma borinquena. cierra este prólogo con estas palabras ultra violetas como las llamó el Dr. Tovar en crítica que hiciera del libro desde una estación de radio en Schenectady, Nueva York: Por ser como soy, me han (Pasa a la pág. 351.