EDITOR: García Monge.
CORREOS: LETRA TELEFONO 3754 1Repertorio Americano EXTERIOR: UN TOMO: 00 DOS TOMOS: 00 oro am.
En Costa Rica: Suscrición mensual 00 SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA El suelo nativo es la única propiedad plena del hombre, tesoro común que a todos iguala y enriquece, por lo que para dicha de la persona y calma pública, no se ha de ceder ni fiar a otro, ni bipotecar jamás. José Martí.
Giro bancario sobre Nueva York Ejercicios auras. Oh, los se era chica.
bles yos que han existido con sus clamores de soberbia. comprendí lo ridículo de tal (En el Rep. Amer. cosa, y me dije. En verdad que yo no soy yo mi yo es Los inconformes Sueño de sueños de éste, de aquél, porque nada he producido, nada he hecho que sea distinto de lo que mis Por la alameda silenciosa caminan enlazaAnoche tuve un sueño raro. Iba yo en una hermanos han dado porque mi cesta tiene las dos el sueño y la luna. es azul el primero y barca por un río de aguas tranquilas. las flores que crecen en campos que existían cuanesplendente, la segunda. en la tierra no hay do mi entidad no era lo que hoy es.
orillas, la tierra mostraba una plácida sonrisa sombras, no hay huellas, no hay surcos: sólo verde reconocí que iba hacia donde todos van, una crujiente alfombra de hojas muertas.
los melocotoneros movían con languiу dicen las últimas: dez sus ramas florecidas. Unas pocas casas y sentíme alegre porque era libre como las. Cantemos la gloria de la hermana norisueñas abrían sus ojos en un rostro adorPero la barca seguía navegando. De pronche! Somos las quimeras de los soñadores; somecido por la paz campestre. Mi barca iba por las aguas subiendo la corriente. El cielo era to, me encontré en la tierra blanda y amorosa, mos las cantoras del otoño. Vengan los hombres a nuestro reino y seamos útiles a ellos.
espléndido: azul, muy azul, con ligeras nube bajo un árbol copudo y ante mí, un anciano de rostro venerable. Dijo él. Oh, triste morir! Sin hambre, sin gloria, sin cillas semejando inmensas palmas blancas. Udolor.
na inefable tranquilidad habíase posesionado Yo soy el Gran Pensamiento, el que los de todo mi ser.
hombres tienen una vez nada más en su vida. las hojas mustias tiemblan y vuelven a su inmovilidad. Qué hermoso es vivir! pensaba, al miSoy el único, el que llega a la puerta del esLa luna y el sueño pasean: doncella melanrar aquel armonioso paisaje.
píritu y busca albergue por una noche. Me cólica y dulce; galán de ojos violeta y manos No tardé mucho en notar que el río no encontrarás bajo la frente rugosa del aldeano etéreas. Los rayos de Diana se prenden en los tenía ya la anchura primitiva, y que alque mira la simiente o en el hombre de cienárboles hoscos y los hacen sonreír.
cia o en el artista. Soy yo cuando soy el prigunos puentes encorvados cruzábanlo perezoaltivos pinos de esbelto talle! hablan entre sos. En uno de ellos vi a una niña pequeña mero. Los otros no son sino el reflejo de mi presencia única. Soy el pensamiento de lo inellos: que jugaba alegremente con una linda muñefinito y de lo armonioso. Por qué permanecer quietos. Por qué ca rubia. La pequeñuela tenía una gran semeY el Gran Pensamiento inclinó la cabeza y estar atados. Quién a nuestras plantas janza conmigo: su sonrisa era como la que arraiga tan cruelmente? los hombres trabarecuerdo haber visto en un retrato de cuando se fué incorporando al tronco obscuro del árjan. y ríen. porque pueden caminar, ver bol hasta desaparecer por completo. las raotros cielos, besar otras tierras. Oh, nuestra. Extraordinario. me dije. Heme aquí mas fuertes empezaron a temblar, y en cada inmovilidad! Seamos altivos, y con nuestra ala los seis años de edad.
hoja verde vi la vibración milagrosa del pentivez compensaremos nuestra impotencia.
ΑΙ samiento único y prístino de cada ser humano.
mi barca bajo el puente la figura pasar el sueño y la luna siguen enlazados ca permaneció quieta; cuando lo dejé atrás, vi en el ansia de luz del follaje conocí la eterna ansiedad de infinito y de armonía que torminando por la alameda. viene el viento y cómo el rostro de la niña palidecía más y más, ebrio de libertad dice: los ojos se le iban entristeciendo y su silueta tura a los hombres.
Fuíme luego caminando por la ribera del. Felices vosotros los árboles quietos adelgazaba, adelgazaba, hasta diluirse en el y vosotras las hojas muertas. Eternamente en aire puro de la mañana.
río amigo y pronto hallé un templo. Era éste una hermosa construcción con columnas de Como llevada por dos sueños mi embarcareposo. y sin esta locura que me hace correr, rodear las casas, alzarme a los cielos, ción navegaba con lentitud. No mucho tiempo pórfido; pero en el interior no había imágeentrar en cavernas y frotar las ramas secas.
después, se me apareció otro puente. En él, nes, sino que ostentaba una absoluta desnu¡Oh, qué cansancio! Felices vosotros. Ay. una jovencita leía con el semblante pensativo. dez. Al entrar oí como un musical aleteo, y Soy yo, indudablemente pensé.
pude entonces comprender que era el templo la luna y el sueño detienen su marcha y humano del Dolor, en efecto: era yo a la edad de doce años. el constante y armonioso quedan flotando en el aire con dulce balanceo Seguí en mi embarcación, y pronto tuve aletear, el producido por el trabajo de regede seres irreales. la luna canta quejuinbroante mí el tercer puente. Desde él mirábame neración de los espíritus en la inmensa fragua samente: mi propia figura, silenciosa y fijamente. Cerré del sufrimiento. Oh, amigo: cuán triste misión la que los ojos y, como desde muy lejos, oí una voz Al salir del misterioso templo llevaba en el pesa sobre mí! Alumbrar desde las alturas, ni alma un inefable sentimiento de felicidad, portan lejos que no mire lo que pasa en la tierra, que había comprendido lo grandioso del dolor. Cuando pases bajo este arco de tu vida, ni tan cerca para sentir el fuego de una paPor el aire una bandada de pájaros, de sión. Ah, si no fuera helada. te preguntarás quién eres y a dónde vas. ReOriente a Occidente.
cuerda entonces que tú no eres tú. Es la vida me dije que marcha del leY el sueño: Abrí los ojos. No había nadie, ni puentes vantarse al ponerse del sol, y que luego em yo, hermana mía, esclavo de las almas cruzando el río, sino una franja azulina en pieza nuevamente, formando así una giganerrantes, no puedo ser libre: mi existencia de cuya superficie se reflejaba el cielo con sus tesca órbita como el fluir y refluir de las aguas pende de los hombres. No puedo remontarme palmas blancas como abanicos. me preguncon alas propias como el águila, ni arrastrar té si realmente yo era yo, y tuve el deseo de caminé mucho por las orillas del río siempre me en tierra como la hormiga. Tan pronto exis saber cuál era mi destino. vime de nuevo to como muero. Si por lo menos tuviese una como cuando era pequeña, con los infantiles hacia arriba. Vi entonces una nube rosa y plata que venía hacia la tierra. llovieron péojos abiertos en una inmensa interrogación y soñolienta aún, la gran madre protesta: talos fragantes y menudos. Eran los sentilos labios mudos preguntando eternamente. mientos y los actos nobles que, como cosas Calláos todos, seres inconformes. Aprenvime luego en la escuela, y así fueron pasanpegueñas, alfombraban los campos humanos y dad de mí! Yo soy la gran maestra. Vosotras, do por las aguas en sucesión fantástica las eslos hermosean.
hojas sin wida, sois msi hojas. Vuestra misión cenas importantes y aun las que no lo eranempezará pronto. Vosotros, pinos altivos, serde mi corta existencia. luego las aguas se caminé nuevamente, y me fui durmiendo en mi sueño; pero, con mis pasos un canto vid al hombre con vuestro cuerpo; tú, viento, pusieron turbias y reflejaron el rostro de mis monótono se oía: sigue embriagándote; sé loco, sé bohemio: se dieciocho años. El eco de mi propia voz decía Camina, camina hacia la fuente de todas rás hermoso; tú, luna, permanece siempre fría: dentro de lo más recóndito: eres la novia de los artistas: tu frialdad es el las cosas. Camina hacia la luz de todas las. Tú no eres tú. lenitivo de su fiebre, y tú, sueño, existe! entonces pensé en la vanidad de esto que luces, hacia el sol de todos los soles. Camina. Basta ya!
llamamos yo. ү peregrina, y hallarás la paz.
supe que, en efecto, yo no la tierra da media vuelta y sigue durmienera yo. pensé en los siglos de existencia de do en su eterno laborar.
HILDA CHEN APUY esta vieja tierra y en los millones de seres Agosto, 1941.
que la han poblado. pensé en los incontaCosta Rica, seriembre de 1941.
que me decía: del mar.
vida.