322 REPERTORIO AMERICANO Caballeros: sus vestidos de casimir su Señoras y Señoritas: sus abrigos a la medida o sus vestidos de estilo sastre, sólo la SASTRERIA LA COLOMBIANA de FRANCISCO GOMEZ e HIJO podrá complacerlos; única especializada en esta clase de trabajos.
HAGA UNA VISITA SERA BIEN ATENDIDO Av. Central. Frente a las Cías. Eléctricas TELEFONO 3283 Sucursal en CARTAGO: 50 vs. al Norte del Teatro Apolo. Sucursal en HEREDIA: frente al Mercado, diagonal a Manuel Alfaro: Teléf. 91.
பபபபபபபப za y la singularidad de León Felipe, la ful lipe no está en el respeto a ninguna fórmula guración plena de su lírica, sólo en estos úl o fuero, sino en la altura e independencia de timos tiempos se ha hecho plenamente evi su actitud. De ahí que aun barajando hechos dente. Sólo ante la tragedia de España y del políticos, el poeta co hable en nombre de ninmundo este poeta ha dado la medida de gún bando o partido; habla en representación lirismo épico. Porque León Felipe era un del hombre. El poeta habla desde el nivel épico que se ingoraba, un whitmaniano en. exacto del hombre. agrega: No hay más potencia que aún no había encontrado sus que una causa: la del hombre. por ahora, motivos propios. Lo prueba el que sus pri la de la miseria del hombre. Afirmación esmeras obras no marcaron una impronta pro pañolísima, por lo demás, de claro linaje mafunda ni revelaron su tono esencial. Aludo a chadesco lo que importa es el hombre. desus Versos y oraciones de caminante, apareci cía Juan de Mairena como unamunesco, pues dos hace veinte años, algo intempestivamente. según se ha recordado y se seguirá recordanSurgian como un voto de humildad en una épo do cada vez más, en la primera página de Del ca de disipación; como una vuelta a la sen sentimiento trágico de la vida grabábase inolcillez en momentos de búsquedas y complica vidablemente que aquello que le interesaba no ciones. Proponían con toda deliberación una era ni lo humano ni la humanidad, ni el adjepoesía en voz baja, en tono menor, articulada tivo simple, ni el adjetivo sustantivado, sino el en versos entrecortados, como respondiendo al sustantivo concreto: el hombre.
flujo desigual de una confidencia íntima. ConContra lo que puedan creer algunos, el eleparaba el poeta, en una de aquellas poesías, varse a portavoz lírico del hombre no envuelsu vida con una piedra, con el canto que rue ve ni orgullo ni menosprecio. El poeta comienda, con el guijarro humilde de las carreteras. za a levantar su voz, en un momento crucial a ese mismo tono, con leves variantes, code la guerra el que recoge La Insignia porrresponde su segundo libro, bajo el mismo tique se han oído ya todas, menos ésa, la voz tulo del primero, diez años después, en Nue del poeta. escribe: Yo no soy más que una va York, y otro par de ellos, aparecidos desvoz. la tuya, la de todos. la más genuina, pués en México y en Madrid. la más general, la más aborigen ahora. la Pero sobreviene la agresión contra España. más antigua de esta tierra. La voz de EsLeón Felipe, que a la sazón se hallaba en Papaña que hoy se articula en mi garganta COnamá, vuelve a España. de ailí, ante el esmo pudo articularse en otra cualquiera. El pectáculo de pugna agónica, brota su más ver tomo whitmaniano de León Felipe, su semejandadera poesía, cristalizada en una serie de li za filial con aquel precursor, visible en los britos, que en rigor son todos el mismo, o al mejores pasajes de su obra, se hace aquí tan menos muy semejantes, como eslabones de una horoso cuanto indubitable, pues nos evoca cadena patética, y que se llaman: La Insignia, aquella estrofa del oceánico Song of myselfEl Hacha, El Payaso de las bofetadas y el cuya versión, precisamente, tras varios años de pescador de caña, Español del éxodo y del llantrabajo, está a punto de publicar el mismo to, El gran responsable (editados todos en MéLeón Felipe donde excusándose de cualquier xico, menos el primero. singularidad o preeminencia Walt Whitman se Entre el ya profuso, pero no muy valioso, nos mostraba no sentimentalist no standing conjunto de libros originados por nuestra gue above men and women, or apart from them; rra, los de León Felipe se alzan cimeros. Fué no more modest than inmodest. Se diria primero la caudalosa producción de romances y además que León Felipe ha recogido el menromancillos, de sesgo popular e intención sasaje aquel de Whitman en Poets to come cuantírica. Vinieron después composiciones de más do recomendaba a los líricos venideros la mialto rango, a cuya cabeza se sitúan las de Ansión de explicarle y justificarle.
tonio Machado y Rafael Alberti, seguidas por Explicar por nuestra parte a León Felipe seun libro de Emilio Prados y otro de Miguel ría una tarea sencilla e ilimitada a la par, pues Hernández. Sin olvidar las aportaciones ameen él la doctrina está mezclada con el lirismo, ricanas, cuajadas en sendos libros de Pablo ambos elementos se entrecruzan e influyen en Neruda y César Vallejo. Esta rápida memosu obra, e inclusive, su actitud poética arranranda dista mucho de ser completa; para ser ca de su actitud teórica. Escúchese si no una exhaustiva tendria que abarcar las obras sode sus definiciones: Poeta es aquel hombre, bre el mismo motivo surgidas en el campo de aquella sustancia humana y nacional que, en la prosa novelesca. Pero aquí, si bien la coseun momento fervoroso de la Historia, tiene cha es mucho más vasta, las excepciones laufuerza suficiente para levantarse ella y su datorias resultan más limitadas y se ciñen a pueblo. de lo doméstico a lo épico. de lo las novelas, ya tan leídas, de Andrés Malraux, contingente a lo esencial, de lo euclidiano a lo Elliot Paul, Sander y Hemingway.
místico, de lo sórdido a lo limpiamente ético.
También los poemas de León Felipe han lo es que para León Felipe el genio del poeta grado penetrar su emoción a gran número de no debe aplicarse a jugar con las metáforas lectores. Ello se explica por su amplitud de verbales, sino a crear las grandes metáforas onda, por su patetismo comunicativo, por su sociales, humanas, históricas. Epicas, en suma.
vehemencia genuina, servida por un lenguaje Para él Don Quijote no es un mito sino sobrio, abundante en fórmulas que hacen impoeta épico gigantesco. De ahí que lo identipactos. Se argüirá su falta de una absoluta pu fique con España en su lucha desigual por la reza lírica, desde el momento en que estas justicia. en su libro más inflamado y panobras no sólo alternan la prosa y el verso, sino fletario, El payaso de las bofetadas y el pesque en ellas se entreveran la poesía y el li cador de caña, se pregunta: a No es Don Quibelo, la introspección íntima y la arenga muljote un loco, el loco de la justicia. No es titudinaria. En efecto, así acontece, pero de un clown, el payaso de las bofetadas. liberadamente: porque la pureza de León Fe Su concepto del hombre es prometeico. Su Uur LOC Coupe Neue sentido de la justicia, insobernable: Con la justicia no se puede jugar. He ahí el error cometido por el pescador de caña por otro nombre el raposo inglés al pretender velarse el rostro egoismo o pacifismo, tanto monta ante la injusticia, y que tan caro está pagando ahora. Contra lo que piensen algunos no es inoportuno recordar al presente tal conducta. Corregir sus errores, sus mansas ladinas omisiones y complicidades cuesta hoy a Inglaterra doble porción de sangre y de heroísmo. Que no lo olviden para el futuro ni los responsables directos ni esos comedidos gentlemen de la Pledge Union pacifista.
Pacifismo en tales casos es irritante injusticia. debe saberse, nos recuerda el poeta, que la justicia trae siempre discordia, guerra y sangre entre los hombres, no porque ella sea de naturaleza belicosa, sino porque los hombres que no están en su sitio no quieren oírla y tratan de ahogar su voz en ríos turbulentos de sangre. Además, la justicia vale más que un imperio. Hay que salir en su defensa cuando sea y como sea. No vale decir: Yo aún nc estoy preparado. La justicia se defiende con una lanza rota y con una visera de papel. Este es nuestro evangelio.
Con esa letra y con ese espíritu se expresa ardorosamente León Felipe en El pescador de caña. Su lírica está más allá de toda fácil inculpación de prosaismo. Los melindres no le turban. Ya hace años había escrito que para él la poesía sólo era un sistema luminoso de señales y que la única fórmula válida para componer un poema es la fórmula de Prometeo. ahora agrega: Todo buen combustible es material poético excelente. Todo, hasta la prosa. Así El payaso, con trozos de prosa y verso, tiene tanto de arenga como de canto.
Un tono semejante, si bien con matices diferenciales, predomina en otra obra posterior, Español del éxodo y del llanto, escrita ya después de la dramática anábasis española, lo mismo que en El hacha. En estos libros el poeta no se dirige tanto a los demás como sí mismo, se desnuda líricamente ante el do, en una confesión patética, desgarrándose Cue Japan un a munDistinguida y fina Cerveza GAMBRINUS es siempre la 민의